Cuando escuchamos la frase “el agua es vida”, literalmente es porque así es. Nuestro cuerpo está compuesto en su mayoría por agua y todos los órganos y sistemas dependen de ese preciado líquido para operar con normalidad, sobre todo cuando hablamos del sistema cardiovascular.

El doctor William Borges, cardiólogo del Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe, estableció la importancia que tiene el agua para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo.

“Definitivamente, nuestro cuerpo es 60% agua y utiliza el agua para muchas reacciones bioquímicas, para funcionar correctamente [y] para protección. [El agua] es el medio de transporte para distintos compuestos en el cuerpo. A nivel cardiovascular, la sangre es un componente donde hay mucha agua; obviamente, todo el sistema de bombeo dentro del corazón utiliza este tipo de compuesto”, explicó el cardiólogo.

La mejor forma de ver la importancia del agua en nuestro organismo, según el médico, es tomando como ejemplo lo que sucede cuando una persona está deshidratada.

“Cuando el cuerpo entra en un estado de deshidratación, tu sistema vascular va a tener unas reacciones para compensar y ese tipo de compensación, a veces, puede llevar a problemas mayores. Por ejemplo, si uno está en un estado de deshidratación moderada o severa, el cuerpo va a tender a absorber más sal, más sodio, y eso va a llevar a un aumento de sodio en tu sistema. Las arterias van a tender a contraerse, se van a poner más cerraditas y eso disminuye, a veces, la cantidad de sangre que llega a los órganos en el cuerpo, con las consecuencias que uno puede esperar si no le está llegando suficiente a los riñones y al intestino, pues se empiezan a afectar esos órganos”, afirmó Borges.

Por lo tanto, mantener una hidratación adecuada es importante para todas las personas y más si tienen condiciones vasculares. No obstante, el especialista aclaró que hay pacientes a quienes se les debe limitar la hidratación, pues sufren de fallo cardíaco y el exceso de fluidos puede empeorar su condición.

Hay unas condiciones cardíacas particulares donde se recomienda un poco de restricción en lo que son los fluidos y el agua. Esto, en las personas que tienen fallo cardíaco. Las personas que tienen un porcentaje de bombeo de sangre menor a lo normal tienen unas restricciones en líquidos en sus dietas que deben seguir, incluyendo el agua, porque tienden a sobrecargarse de líquidos porque, como su corazón no bombea suficiente para compensar por excesos de líquidos, básicamente se hinchan. A ese grupo de pacientes cardiovasculares hay que moderarles un poco la hidratación, no es como que vas a estar en un estado de deshidratación, pero tampoco puedes irte por la libre”, recalcó el doctor Borges.

Quienes están a mayor riesgo de deshidratación son mayormente las personas mayores, los niños, los bebés, las personas que trabajan al aire libre y que tienen mucha exposición al sol, además de los atletas de alto rendimiento.

Borges sostuvo que, en una deshidratación crónica, “el corazón va a estar sobreactivado y el sistema vascular también, y eso, a largo plazo, lleva a que los órganos no reciban la sangre y los nutrientes adecuados para funcionar normalmente”. El médico afirmó que, con el tiempo, “eso te va dañando”.

Una vez hay problemas de deshidratación, el impacto a nivel cardíaco comienza a sentirse.

“Los cambios ocurren porque empieza a reabsorber sodio y eso te altera, como tal, el balance de tu sistema vascular y sobrecarga demasiado el corazón”, afirmó el especialista.

Entonces, ¿cuánta agua debemos ingerir, en situaciones de salud normales, para mantener nuestro organismo hidratado y en óptimas condiciones?

“Eso va a depender de tu peso, pero, principalmente, se recomienda en hombres 3 litros diarios y en mujeres 2.7. Todo va a depender de tu peso. Una forma fácil de recordarlo es que tienes que consumir un 60% de tu peso en onzas”, especificó el doctor.

Cabe mencionar que otros órganos importantes como los riñones, si no reciben suficientes fluidos de sangre y líquido, se van dañando.

“El riñón es, básicamente, el filtro de tu cuerpo y, si no funciona bien, va a empezar a acumular tóxicos que se supone que normalmente se eliminen en la orina”, concluyó el cardiólogo.