Llevar una idea de concepto a negocio puede sentirse como pararse frente al abismo: hemos llegado al límite del camino y al frente está lo desconocido. También, puede parecer que estamos abajo, en tierra firme, y vislumbramos la cima, pero no sabemos cómo alcanzarla. Para estos momentos existen paracaídas y escaleras que, cuando de emprender se trata, llevan otro nombre: mentoría.

En Puerto Rico existen varias organizaciones que se dedican a la mentoría empresarial. Siguen la misma lógica que los mentores que tenemos a lo largo de nuestras vidas: entrenadores de deportes, maestros dedicados o jefas generosas. Son personas a las que acudimos por su experiencia y conocimiento en los campos en los que nos vamos desarrollando. La mentoría empresarial no es otra cosa que el acompañamiento y el apoyo técnico que se busca cuando se debuta con un negocio propio o se expande una empresa ya establecida.

El tipo de mentoría que mejor beneficie nuestras necesidades económicas depende del negocio que queremos fundar o ampliar, ya sea una pequeña empresa, una empresa comunitaria, una compañía internacional o un emprendimiento cultural, entre otros. Y claro, depende, además, de los obstáculos que se pueden encontrar.

Guía para navegar un mar desconocido

“No hay varita mágica para superar los obstáculos”, sentenció Wanda Vega Rosado, gerente del Centro Empresarial para la Mujer de la Fundación Sila M. Calderón. El Centro lleva un lustro promoviendo tres programas pilares para fomentar la independencia económica en las mujeres puertorriqueñas: programa de formación empresarial, capacitación técnica y consultoría a negocios. En los años que lleva operando, desde su sede en Mayagüez, ha contribuido a la creación de 42 negocios, y brindado servicios de adiestramiento y consultoría directa a casi 10,000 personas.

Para Vega Rosado, el apoyo que da el Centro es fundamental para poder navegar el alta mar del ecosistema empresarial del país. Sobre todo, cuando de permisos y financiamiento se trata. Según su experiencia, “la banca tradicional no es una alternativa” para la mayoría de las mujeres que atiende: jefas de familias que viven en el límite de los niveles de pobreza. Por eso, centra sus esfuerzos en orientar a las participantes de sus programas para que puedan acceder a fondos de agencias y entidades privadas que ofrecen dinero semilla que siente las bases de un nuevo negocio.

Al momento, forma parte de una red de centros aceleración económica para mujeres a nivel de todo Estados Unidos de la Agencia Federal de Pequeños Negocios de Estados Unidos (SBA, por sus siglas en inglés). Desde el 2017, ha otorgado dos millones en financiamiento para crear un poco más de 80 nuevos empleos.

Afirmó, además, que la ayuda que brinda va más allá del andamiaje comercial y robustecimiento de las finanzas.

“No solo las estamos acompañando en el ámbito profesional, sino también en el ámbito de su capacidad y autoestima. Cuando tú transformas la vida de una mujer, transformas la vida de una generación”, dijo.

Esta misma línea de mentoría empresarial es la que persigue el Centro Paz para Ti, de la Coordinadora Paz para la Mujer, a través de su Mercado de las Mujeres Empresarias de la Montaña. Ubicado en los predios de una escuela abandonada en el barrio Yahuecas de Adjuntas, desde mayo del 2019 el Mercado ha servido para que mujeres de la ruralía boricua puedan establecerse como comerciantes propias.

Una validación a las ideas de las mujeres

Alana Feldman, portavoz y coordinadora del Mercado, entiende que el aspecto más importante del apoyo que ponen a disposición de estas empresarias pequeñas es el reconocimiento de las mujeres de que sus ideas tienen valor. “Muchas participantes expresan orgullo de poder convertir sus talentos y pasiones en una fuente de ingreso y eso, a su vez, les motiva a continuar desarrollándose y emprendiendo en esta y otras facetas de su vida”.

Otro de los apoyos que, según Feldman, más agradecen las comerciantes es adiestrarse para entender el manejo del tiempo y del inventario, y atreverse a hablar públicamente de sus servicios y productos. “Perder el miedo a intentar”.

El Centro Paz para Ti se enfoca, además, en impulsar una cultura de colaboración entre comerciantes. Mediante distintas tareas técnicas, las mismas participantes del Mercado, con apoyo de otras organizaciones sin fines de lucro, son las que han habilitado el espacio donde una vez al mes presentan sus productos al público, instalando placas solares, sistema de recogido de agua de lluvia, organizando un huerto comunitario y un espacio para el cuidado de menores.

La experiencia de ser guiada

Esta colaboración es también importante para el otro lado de la moneda: las mujeres que reciben la mentoría empresarial por parte de organizaciones.

“Fue la emoción de integrarme a una comunidad, compararme y trabajar con otros, que, como yo, se sentían emprendiendo. La idea de conocer lo que otros estaban pasando, también me llenaba de entusiasmo”, recordó Gabriela Rosario Rodríguez sobre su experiencia participando del programa EnterPRize del Grupo Guayacán en su edición del 2019.

La joven puertorriqueña de 33 años, llevaba dos años impulsando su proyecto Grupo Encuentra Estudios, una plataforma para conectar a estudiantes de escuela intermedia y secundaria con universidades y sus ofrecimientos académicos, antes de comenzar los talleres de capacitación empresarial. Reconoce que sin la mentoría recibida, su idea de negocio estaría estancada.

“Sentía que había llegado al límite de lo que por mi cuenta podía lograr. Necesitaba nuevas herramientas”, contó.

Luego de seis meses de mentoría y adiestramiento, Rosario Rodríguez, junto a su equipo, completó el ciclo y fue galardonada por su desempeño. Para ella, el proceso de educación le brindó una perspectiva nueva y “claves en áreas como el dinero, la gobernanza, el mercado, [y asuntos] legales… Te plantean las preguntas que necesitas contestar para que tu negocio continúe y, eventualmente, prospere”.