Finalizaste el bachillerato, ya decidiste que quieres hacer una maestría, solicitaste al programa de posgrado y, ahora, recibiste una llamada o un correo electrónico de la universidad, invitándote a una entrevista.

¡No le des espacio a los nervios! Es normal que, para comenzar una maestría o un doctorado, debas superar una entrevista de admisión. Es uno de los pasos más importantes porque puede condicionar el acceso al programa. Necesitas prepararte y recordar por qué quieres ser parte del programa al que solicitas.

La directora de Investigación y Estudios Graduados de la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo, Sharon Cantrell, provee algunos consejos para que los estudiantes que estén cerca de ser entrevistados por un reclutador de posgrado triunfen.

Antes de la entrevista

Días antes de ir a la entrevista, el candidato debe tener claro por qué eligió esa carrera. Algunas preguntas que pueden guiar para aclarar esta duda son: ¿Qué te llamó más la atención de este programa en particular? ¿Por qué crees que pueda beneficiarte? ¿Cómo puedes aportar tú a la sociedad con los conocimientos y las experiencias que el programa te proveerá? Estos aspectos tienen que estar clarificados y discernidos, antes de la entrevista porque es muy probable que surjan durante la conversación con los evaluadores.

Por esta razón, Cantrell enfatiza que “una de las cosas más importantes al momento de solicitar un posgrado es si el programa está dentro de los intereses futuros del solicitante”.

Asimismo, Cantrell explica que el estudiante debe estar familiarizado con la maestría y conocerla antes de ir a la entrevista. Es decir, saber cuáles son los objetivos, la estructura y el plan de estudios. También, la directora de estudios graduados de la Universidad Ana G. Méndez añade que “las entrevistas graduadas incluyen diversos aspectos que van desde la experiencia de investigación del estudiante, la nota en los exámenes de admisión y, por supuesto, el promedio del estudiante al graduarse del bachillerato”.

A la hora de la entrevista

Ya estás preparado. Tienes claro por qué has elegido este programa y estás familiarizado con sus ofrecimientos. Llegó el día de la entrevista. Este es un proceso formal, por lo tanto, la vestimenta también tiene que ser la adecuada. “La ropa sugerida es de negocios o business attire. Debe ser cómoda”, expresa Cantrell.

A la hora de acudir a la entrevista de admisión, la proyección es importante. Por lo tanto, identifica estrategias para mantener la calma y presentarte ante el entrevistador, demostrando confianza y seguridad. Hay que recordar que si estás haciendo la entrevista es porque tu curriculum vitae, experiencia académica o laboral, ensayo, si entregaste alguno; y tu promedio te han permitido llegar hasta este punto. Es decir, la escuela te ha nominado como un candidato que casi cumple con sus requisitos y perfil.

Pero, si sientes nervios, Cantrell explica que “una de las cosas que funcionan bien para controlar los nervios es mantener una buena postura, controlar la respiración y las manos, principalmente”.

Además, la directora de investigación del recinto de Gurabo agrega que “la actitud hacia el entrevistador debe ser positiva, profesional y formal. No debe manejarse de manera informal”.

La comunicación es un factor importante, al momento de la entrevista, destaca Cantrell. “Mi recomendación es que se utilicen oraciones completas y coherentes al expresarse y mostrar dominio del tema y mucha seguridad”, sostiene.

Por lo tanto, exprésate de forma concreta y concisa en tus frases. Habla solo de la información que has incluido en tu currículum y tu ensayo. Recuerda las experiencias previas y, ante todo, no mientas, porque te acabarán descubriendo y no habrá posibilidad de ser admitido.

Ten en cuenta lo que buscan los entrevistadores

Los reclutadores esperan que los candidatos tengan las capacidades para desenvolverse en una conversación profesional. Así que, relájate, respira y manifiesta todos tus recursos intelectuales y sociales para sorprender al entrevistador.

“Lo que esperamos los reclutadores es profesionalismo, responsabilidad e interés en el programa”, dice Cantrell.

En cuanto a las preguntas que le harán al estudiante, Cantrell destaca que las más frecuentes están relacionadas a las experiencias en investigaciones académicas, si el alumno ha participado en foros y cómo fue, y los intereses investigativos que tiene el entrevistado.

“Para contestarlas correctamente o acertadamente, la clave está en prepararse previamente. Así, se evitan los nervios y pueden contestar de forma natural”, enfatiza.

De igual forma, Cantrell menciona que, durante este proceso, como sucede en cualquier entrevista de trabajo, “no se debe demostrar inseguridad ni hacer preguntas personales; tampoco hablar de forma despectiva de nadie”.

Luego de la entrevista

Después de la entrevista de admisión, normalmente, las universidades no tardan mucho en contactar a los candidatos que realizaron la entrevista. Si la respuesta es afirmativa: ¡felicidades! Conseguiste sobrevivir a una entrevista de admisión y, además, has triunfado.

Sin embargo, el proceso de admisión a una maestría no siempre termina como uno espera y puede que tu solicitud sea rechazada. Aunque es frustrante, no tiene que ser una derrota. Aprovecha la experiencia para aprender, identificar qué pudo haber sido diferente y qué aspectos podrías mejorar para una próxima ocasión. No permitas que una mala experiencia te desanime, sino que debes usarla a tu favor y buscar nuevas oportunidades.