El comportamiento suicida es un importante desafío para la salud pública a nivel de Estados Unidos y el mundo entero. En la última década, la tasa de suicidio ha ido en aumento hasta convertirse en la segunda causa principal de muerte entre jóvenes de 14 a 17 años (CDC, 2019). La adolescencia es un período de rápidos cambios físicos y psicosociales. Se desarrolla la identidad y se vuelve muy importante sentirse aceptado por los pares. También es una etapa en la que hay mayor vulnerabilidad a factores de estrés que conducen a trastornos de salud mental. Desafortunadamente, muchos jóvenes que padecen trastornos de salud mental no buscan ayuda profesional. Hay diversas razones para ello; puede que no reconozcan que tienen un problema de salud mental, por temor a ser estigmatizados, o puede que ellos o su familia no sepan cómo ni dónde obtener ayuda.

El distanciamiento físico provocado por la pandemia de COVID-19 nos ha hecho experimentar la soledad y angustia que a menudo provoca el aislamiento social. Factores, como la falta de estructura escolar, el desempleo y dificultades financieras también afectan la salud mental de los jóvenes y sus familias. Las investigaciones han demostrado que la soledad y el aislamiento son factores principales que contribuyen al deterioro de la salud mental y al comportamiento suicida.

Entre los meses de abril a junio de 2020, los síntomas de ansiedad y depresión en la población aumentaron considerablemente, en comparación con el mismo período en 2019. En una encuesta para evaluar la salud mental, abuso de sustancias e ideas suicidas durante la pandemia realizada en Estados Unidos del 24 al 30 de junio de 2020, un 40.9 % de los encuestados dijo tener al menos una condición de salud mental. Eso incluye un 30.9 % que dijo experimentar trastornos de ansiedad y depresión, y un 26.3 % que reportó síntomas de algún trastorno relacionado con traumas y factores estresantes asociados con la pandemia. Otro 13.3 % informó haber tenido un aumento en el abuso de sustancias para hacer frente al COVID-19 (CDC, 2020). Más de una cuarta parte de los adolescentes en la encuesta dijo haber considerado seriamente suicidarse en algún momento en los últimos 30 días, un porcentaje significativamente más alto que para otros grupos de edad.

El suicidio no tiene una causa única; ocurre en respuesta a múltiples factores, que pueden ser biológicos, psicológicos, interpersonales y sociales que interactúan a lo largo del tiempo. Por eso es imperativo adoptar un enfoque de múltiples niveles que tome en cuenta toda esa gama de factores de riesgo y la necesidad de cuidado en todos los aspectos.

La educación es clave en los esfuerzos para prevenir el suicidio. Es lo que ayudará a combatir el estigma asociado con los trastornos mentales y emocionales y alentará a las personas a buscar ayuda oportunamente. Para eso se necesitan recursos adicionales que permitan ampliar el acceso a diagnósticos clínicos, servicios de telesalud y tratamiento. El suicidio se puede prevenir. Eso requiere acercamientos a nivel individual, familiar, comunitario y social. Los elementos clave incluyen respaldar iniciativas que promuevan la evaluación periódica de la salud mental. También es imperativo identificar disparidades en acceso a servicios de salud mental, y preparar sistemas de apoyo para mitigar los efectos para la salud mental a medida que evoluciona la pandemia (CDC, 2020).

Ante esta crisis de salud pública que se vive en Puerto Rico y el mundo, las Clínicas de Universidad Albizu en Mayagüez y San Juan continuan ofreciendo servicios a bajo costo, en sus programas de salud mental. Las Clínicas de la Albizu se ofrecen como una alternativa accesible y asequible para pacientes nuevos y activos, tanto bajo la modalidad presencial como la tele-medicina. Para coordinar citas u obtener mayor información, el público se puede comunicar de la siguiente manera: accediendo clinicas.albizu.edu o llamando al 787-993-3885 (San Juan) o al 787-838-7272 (Mayagüez).

La autora es profesora asistente del Programa Subgraduado de Psicología y Educación de la Universidad Albizu, en Miami.