Este año, RMMR cumple 30 años laborando en el compromiso de preparar a los aspirantes al ejercicio de la abogacía en Puerto Rico. Aproximadamente, hemos acumulado un índice de pase de 87.6 %. En los primeros pasos, allá para 1994, nos concentramos en asistir a los aspirantes que se habían presentado en más de tres ocasiones a tomar el examen. Esto nos permitió obtener una experiencia abundante respecto a los obstáculos y retos que los aspirantes pueden enfrentar. En una mayoría sustancial de estos casos, tuvimos la oportunidad de triunfar con ellos en alcanzar la meta trazada.

El formato del examen de reválida ha variado en la última década. De la misma manera, las estrategias para enfrentar el proceso han sufrido variaciones. El examen sigue teniendo un valor total ajustado de 1,000 puntos, por ello, el cambio más importante es la reducción de la llamada “nota de pase” a 569 puntos. Respecto a las estrategias o técnicas para el examen, también ha sido necesario modificarlas.

Se ha dicho mucho sobre el proceso de “pasar” la reválida de Puerto Rico. De entrada, para RMMR, el proceso no es un “Triángulo de las Bermudas”. Si le prestamos atención, nos percatamos de que el proceso de preparación puede llevar a conocer o anticipar qué se debe esperar sobre las preguntas y temas objeto de la reválida.

Hay temas que se repiten regularmente. Por ejemplo, en las reválidas de marzo de 2023 y septiembre de 2022, el tema de prueba de referencia se presentó en ambas. Lo anterior da la oportunidad de aclarar que, en términos de la preparación para el examen, el aspirante debe atender tanto el aspecto sustantivo de conocimiento del derecho como el enfoque estratégico del mismo.

De otro lado, el único “error de cálculo” que no se debe cometer es suponer que los métodos de estudio a los que estamos acostumbrados son los que se deben utilizar al tratar de alcanzar esta meta. Los enfoques teóricos y experimentos jurídicos con los que, como exploradores de la ciencia legal, nos entusiasmamos en la facultad de Derecho, deben quedar atrás. La reválida exige de nosotros un conocimiento más concreto, directo y objetivo. Luego de pasar el examen, estaremos en libertad de reanudar nuestro viaje místico a las profundidades y nuevas fronteras del derecho.

Por ahora, compartimos algunas sugerencias. Es necesario que, para la reválida, trabajemos con la base de nuestro conocimiento del Derecho de forma detallada, directamente con las fuentes legales. A su vez, dicha preparación debe incluir el ingrediente necesario de la preparación estratégica. Finalmente, la reválida seguirá exigiendo un esfuerzo considerable de memorización del material. Al memorizar, comiencen por conocer debidamente las figuras jurídicas, reglas y demás normas.

Segundo paso, organicen el material a su imagen y semejanza. Es decir, de manera que responda a sus necesidades, capacidades y debilidades. Lo anterior servirá de “ancla” o base estable, mientras nos aseguramos de reajustar nuestra brújula para continuar la travesía.

El autor es licenciado en Derecho.