En Puerto Rico son comunes los oleajes fuertes y las corrientes marinas, especialmente cuando hay una amenaza de impacto o el tránsito cercano de un evento atmosférico por la zona.

El oleaje son olas que se alzan con fuerza, ya que son impulsadas por el viento. Esto crea condiciones adversas en la superficie del mar y suele impactar severamente las costas, provocando erosión. Además, representa un peligro para los bañistas y para la navegación.

Por su parte, las corrientes marinas son eventos que ocurren dentro del mar, donde grandes flujos de agua se mueven como ríos impulsados por cuatro fuerzas principales: los vientos, la diferencia de temperatura ocasionada por la radiación solar, la gravedad y las mareas que mueven el agua en respuesta a las fuerzas lunares y gravitacionales, y la rotación de la Tierra.

Estas corrientes marinas afectan el clima con riesgos como las corrientes de resaca que pueden alejar a los bañistas de la costa, exponiéndolos a la muerte.

“El Servicio Nacional de Meteorología (SNM) siempre emite avisos sobre esas condiciones. En el Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD) también lo hacemos, pero el ciudadano tiene que responder a esa información que recibe y no debe retar a la naturaleza. Si el Servicio Nacional de Meteorología está pronosticando que las condiciones serán adversas, eso quiere decir que no es momento de visitar las playas”, expresó Ángel Jiménez, comisionado de NMEAD.

El funcionario puso como ejemplo noticias recientes donde, en un mismo día, tres personas perdieron la vida en incidentes separados en las playas de Manatí, Loíza y Dorado, aumentando la cifra a 21 muertes por ahogamiento en el mes de agosto —10 de estas en las playas de la isla.

En el caso de los eventos de oleaje fuerte y corrientes marinas causadas por el paso de un evento atmosférico sobre o cerca de Puerto Rico, Jiménez sostuvo que la ciudadanía debe estar alerta porque ya conocen de la peligrosidad y no desafiar las exhortaciones de las autoridades.

“Cuando se emiten vigilancias y advertencias de tormenta tropical, te preparas con tiempo. Pero, para las condiciones marítimas no hay tiempo. Ese es el mensaje que deseamos transmitirle al ciudadano: aunque sea el mejor nadador, no rete la naturaleza, no vaya al agua. Si los rescatistas que están preparados y tienen sus equipos, exponen sus vidas para salvar a otros, imagínate una persona sin la experiencia debida”, aconsejó Jiménez.

El comisionado enfatizó que tanto en la temporada de huracanes, como todo el año, el trabajo de análisis y advertencia por parte del SNM y de NMEAD se está llevando a cabalidad con el propósito de evitar muertes en nuestras costas, pero “el factor más importante para salvar vidas es el sentido común”.

“Nosotros seguiremos trabajando con planes de información que sean robustos. Pero, automáticamente cuando se emite un pronóstico de condiciones marítimas adversas, ese es el momento en que las personas no deben salir al mar. Vamos a ser consistentes en ese mensaje. No entrar al agua es la mejor medida de prevención que tiene el ciudadano. Puerto Rico está rodeado de agua. No hay un salvavidas, un policía, ni personal para cada playa”, recalcó Jiménez.

Por su parte, el director de Preparación de NMEAD, José Ayala, también instó a la ciudadanía a ser responsable y buscar la información oficial antes de entrar a las playas, pero sobre todo, a reconocer la peligrosidad de las alertas que se emiten.

El funcionario instó a la población a responsabilizarse por el cumplimiento de las advertencias colocadas por medio de las banderas que certifican aquellas playas aptas para bañistas y que eviten las que no están certificadas.

“Cuando vas a una playa certificada para bañistas, hay unas banderas que informan el tipo de condiciones en las que se encuentra el oleaje y las corrientes marinas. Sin embargo, cuando visitas playas que no están certificadas para bañistas, debes estar atento a la comunicación que emite Meteorología en sus advertencias y avisos porque estas playas no tienen salvavidas, no cuentan con las personas para velar por la seguridad de los usuarios. Ese factor de reconocer, validar y seguir las instrucciones que se emiten a través de los especialistas, es el más importante que deben utilizar las personas para visitar las playas”, sostuvo Ayala, quien reconoció que, a veces, no hay rotulaciones ni banderas que detengan la decisión del ser humano. “Ahí es que cada persona decide si pone en riesgo su vida o no”, sentenció.

Del mismo modo, cuando se emiten advertencias de inundaciones costeras, aquellas personas que residen en la costa, deben atender seriamente estos avisos y tomar la decisión de desalojar la zona en caso de un evento peligroso, ya sea en época de huracanes o no.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.