Los planes de emergencia familiar son importantes porque le permiten a cada miembro del núcleo estar preparado en caso de un evento inesperado o mayor, como puede ser un desastre natural. En el marco de la pandemia por el COVID-19, es más importante que nunca que todos los miembros del grupo familiar se eduquen y aclaren sus dudas para, en caso de necesitarlo, poder ejecutarlo de la manera apropiada.

El desarrollo del plan de emergencia familiar corresponde a todas las personas. A continuación, algunas recomendaciones prácticas que ofrece el sitio Listo, del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security Department), y cómo pueden los miembros de la familia integrarse a los esfuerzos.

PASO 1:

  • Identifica qué tipo de desastres pueden afectar tu área: huracanes, terremotos, sequías, inundaciones, tsunamis y otros. Puedes aprovechar la ocasión para sentarte con tus hijos e identificar qué pudiera afectarles y cuál es su punto de vista.
  • Asegúrate de que todos los miembros de la familia conozcan la casa en la que viven y las áreas en las que se pueden hacer frente a cualquier riesgo.
  • Revisen habitación por habitación y determinen cuál es la habitación más segura y la que tiene todo lo necesario para afrontar la emergencia. Con los más chicos se puede hacer una “cacería de peligros”, donde se busquen objetos que puedan causar lesiones o bloquear las salidas del hogar.
  • Todos los miembros mayores de edad o hábiles de la familia deben saber cómo conectar y desconectar la corriente eléctrica, el gas y el agua de la casa.
  • Establece cómo se comunicarán entre sí, cuál será la ruta de evacuación y cómo se juntarán nuevamente, si están separados. Cada miembro de la familia debe tener copia de esta lista en su mochila de emergencia.
  • Establece un punto de encuentro en un lugar seguro y accesible, e identifica las vías de evacuación más seguras. Practica las rutas junto a los miembros de tu familia. En caso de que no funcione el GPS, todos tendrán una idea de las opciones viables para poderse desplazarse.
  • Identifica el refugio más cercano.
  • Todos los miembros de edades adecuadas deben aprender las técnicas de resucitación cardiopulmonar (CPR, en inglés).
  • Todos los miembros de la familia deben conocer cómo pedir ayuda a través del 9-1-1.

PASO 2

  • Evalúa y prepara los medios de emergencia existentes en tu hogar. Estos son los medios mínimos para hacer frente a una situación de emergencia. Estos incluyen: radio con baterías, linterna con baterías, cinta aislante, velas y fósforos, nevera portátil de playa, botiquín de emergencia y otros. Los adolescentes pueden ayudarte en esta tarea. Además, es importante que cada miembro hábil de la familia, incluso los niños, aprendan a utilizar el extintor de incendios del tipo ABC y dónde se encuentra almacenado (recuerda darle mantenimiento regular).
  • Adapta tus planes y suministros a las necesidades y las responsabilidades de la vida diaria del grupo familiar.
  • Analiza cómo los miembros de la familia pueden ayudar en asuntos como la comunicación, el cuidado de niños y mascotas o las necesidades específicas de algunos de los componentes del grupo familiar, como, por ejemplo, saber usar el equipo médico duradero. Por ejemplo, los más chicos y los adolescentes pueden hacerse cargo de las mascotas o de cuidar que los viejos tengan todo lo que necesitan, como agua o sus medicamentos.

PASO 3

Completa el plan de emergencia familiar. Toma en cuenta:

  • Las diferentes edades de los miembros de la familia
  • Sus necesidades alimentarias
  • Sus necesidades médicas (incluye recetas y equipos médicos)
  • Las discapacidades o necesidades funcionales y de acceso (incluye dispositivos y equipos médicos)
  • Consideraciones culturales y religiosas
  • Mascotas o animales de servicio en el núcleo familiar
  • Si hay niños (infantes, de edad escolar, adolescentes) o adultos mayores

All incluir a todos los miembros de la familia en la preparación del plan de emergencia familiar, no solo los involucras en la preparación para el desastre y la activación en los esfuerzos de recuperación, sino que aumenta el conocimiento y el entendimiento de los posibles peligros y cómo pueden protegerse y ayudar a proteger a sus familias.

En el caso de los niños y adolescentes, esto es especialmente relevante porque estos pueden llevar un mensaje educativo, actuar para promover el cambio y ofrecer ideas ingeniosas y útiles en el proceso de preparación. En el caso de los viejos, estos pueden aportar su conocimiento e ideas que provienen de su experiencia de vida. Las familias también deberían considerar el programa de Equipo Comunitario de Respuesta a Emergencias de FEMA (CERT, en inglés), ya que ayuda a adiestrar a las personas para resolver situaciones de emergencia en sus comunidades.

Recuerda que el plan familiar debe tomar en cuenta las medidas de seguridad y protección para evitar un posible contagio por coronavirus.

Fuentes: “A Citizen’s Guide to Disaster Assistance”, FEMA; listo.gov; Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.