¿Puedes pasar un huracán en tu casa?
Sigue los consejos de la arquitecta Astrid Díaz para inspeccionarla y asegurar tu vida y propiedad

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La seguridad y el bienestar familiar, incluyendo a las mascotas, son la punta de lanza en cualquier plan que se establezca para salvaguardar las vidas y la propiedad, especialmente de cara a una nueva temporada de huracanes.
Por eso, es imprescindible resguardar el espacio que representa, para muchos, el recinto sagrado llamado hogar: un lugar en donde pueden sentirse a salvo en medio de las amenazas atmosféricas, si cumple con las condiciones adecuadas para albergar a sus ocupantes.
Para lograrlo, es imprescindible realizar una inspección minuciosa en el exterior e interior de la vivienda, con el objetivo de atajar cualquier desperfecto que afecte la estabilidad del inmueble en medio de la emergencia.
La arquitecta Astrid Díaz, creadora de la iniciativa ‘Tu casa segura’, explicó cómo preparar la vivienda área por área ante el paso de un huracán.
“Hay que hacer un checklist, nuestro cotejo de mejoras, y observar si [las áreas] están en buenas condiciones o no hay que hacer nada. Recomiendo que se haga una tabla donde empieces a recorrer cada área de tu casa, desde el exterior hasta el interior, poniendo números o letras a los elementos”, expresó.
Luego de esto, aconsejó escribir las observaciones al lado de cada elemento y determinar si requiere el consejo o la ayuda de un experto.
“Si ves grietas que pudieran ser estructurales, porque son profundas; asentamientos del terreno o áreas de la casa que se hunden, tienes que consultar a un ingeniero estructural para que haga una inspección”, mencionó. A la vez, comentó que, en algunos casos, las grietas pudieran ser del empañetado o de la pintura.
Del mismo modo, resaltó que parte del ejercicio consta en poner un costo a las mejoras que se deban realizar a la estructura. No obstante, confesó que “hay cosas que puedes hacerlas tú o alguien en la familia que sepa hacerlas, como, por ejemplo, amarrar techos; [también] hay familiares que saben tirar las capas de impermeabilización”.
“Recomiendo buscar varias cotizaciones y así vas haciendo una inspección con un costo de lo que pudiera tener un presupuesto para hacer estos arreglos y tomar unas decisiones de las prioridades y hasta dónde puedas llegar. Quizás, año tras año, puedes seguir añadiendo [arreglos]”, acotó.
Observaciones en los exteriores
“Cuando estés haciendo la inspección de exteriores, debes incluir más allá de tu propiedad. Puedes hacer un recorrido con los vecinos, con la comunidad, si es un barrio, una calle, una urbanización o un condominio. No importa el tipo de vivienda donde estés, debes hacer un recorrido con los vecinos inmediatos para [identificar] los posibles riesgos”, resaltó.
Al mencionar algunos potenciales peligros en el exterior, la arquitecta advirtió sobre las zonas inundables, posibilidades de deslizamientos de tierra, si hay postes o verjas inclinadas o abultamiento de terreno. “Esos son indicios de posibles deslizamientos de tierra, lo cual hay que comunicar” a la oficina de estorbos públicos de tu municipio.
Igualmente, “puede haber cables eléctricos caídos, construcciones abandonadas o en progreso que puedan representar riesgos adicionales porque hay materiales que pueden salir volando o equipos que pueden dar vueltas con el viento”.
Inspección según el material de construcción
Aunque las viviendas deben estar diseñadas de acuerdo con los códigos de construcción en Puerto Rico, “sin importar el material, para que resistan vientos huracanados y aceleraciones sísmicas”, la arquitecta delineó algunos de los aspectos significativos para que la propiedad esté segura.
En el caso de las casas de madera, señaló que uno de los elementos fundamentales “son los anclajes que conectan cada elemento estructural de la casa: conectan el techo a las paredes, las paredes al piso, que mayormente, es el cimiento, y de los cimientos al terreno. Así se ancla una casa al terreno”.
Igualmente, advirtió que las casas de hormigón, “con los años, hay que inspeccionarlas y reforzarlas, si tienen grietas estructurales o filtración de agua”.
Asimismo, resaltó que la infiltración de agua por puertas y ventanas en un evento de la naturaleza de un huracán puede provocar “una emergencia dentro de la casa con varias pulgadas de agua, [a la vez que se desarrolla] una emergencia en el país”, aseveró.
“Las puertas y las ventanas en las casas de hormigón son los puntos débiles porque son los huecos. Si la puerta o la ventana se va con el viento, vas a tener un hueco y por ahí pueden entrar desde proyectiles hasta agua. Hay que cotejar que estén bien ancladas a la pared o si hay que cambiarlas porque las ventanas tienen su periodo de vida”, añadió.
Otro detalle relevante es la instalación de tormenteras en las ventanas de cristal. La arquitecta alertó de que, si se han usado en otros eventos atmosféricos, hay que revisarlas para asegurarse de que no estén abolladas y tengan todas las piezas y los tornillos”.
De no ser así, “tendrás que tomar en consideración adquirir nuevas tormenteras que sean más fáciles [de instalar]”. Esto, por el tiempo que toma la preparación de la vivienda, pues “poner las tormenteras de paneles de aluminio en una casa promedio de urbanización puede fluctuar entre 5 y 8 horas”, indicó.
“Si la casa, al final, no está segura, pues una de las acciones sería dejarla lo más preparada posible, y moverte a la casa de un familiar o a un refugio”, dijo.
“Lo más importante es pensar que nuestra familia es la vida y nuestra casa alberga nuestra vida; es nuestro recinto familiar, que debe proporcionarnos la [mayor] tranquilidad posible. Ese debe ser el norte a la hora de prepararlas: la tranquilidad y seguridad de la familia”, concluyó.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.