Claudio Ballester Vargas, MD
Claudio Ballester Vargas, MD (Suministrada)

La participación en deportes a una temprana edad ha evolucionado significativamente en los pasados años, dando paso a actividades más estructuradas y ligas que requieren un mayor nivel de destreza.

La especialización deportiva temprana se ha definido como el entrenamiento intenso o la participación en competencias de un solo deporte, por más de 8 meses al año, en jóvenes menores de 12 años.

Frecuentemente, el énfasis es ganar, obtener una beca colegial o llegar a un nivel profesional resultando en que un mayor número de niños se especializan en un solo deporte. Varios estudios han demostrado que la especialización deportiva no es esencial para llegar a un nivel élite de desempeño y existe evidencia de que esta práctica puede estar asociada a un aumento en las lesiones, fatiga deportiva y abandono del deporte.

Un alto nivel de especialización deportiva y un nivel de entrenamiento más riguroso en deportes como soccer, baloncesto y voleibol han sido asociados a un aumento en las lesiones de sobreuso, sobre todo, en la rodilla.

El codo al igual que el hombro, también están a riesgo de sufrir lesiones de sobreuso especialmente en gimnasia, tenis y béisbol.

Un número elevado de lanzamientos, lanzar frecuentemente sin el debido reposo y la participación en múltiples equipos al mismo tiempo se han vinculado a un aumento en el riesgo de sufrir una lesión seria del codo.

El impacto de la especialización deportiva tiene también efectos psicológicos que pueden afectar el desempeño de estos atletas. Esta práctica puede llevar al aislamiento social al limitar las oportunidades de crecimiento interpersonal y de desarrollo de comportamiento del joven que se enfoca en jugar un solo deporte.

Por otro lado, la diversificación deportiva provee al atleta en desarrollo diferentes destrezas físicas y cognitivas que luego puede transferir de un deporte a otro. Numerosos estudios demuestran que la diversificación deportiva puede proteger al atleta de lesiones, ya que mejora su coordinación y la biomecánica de sus movimientos.

Para minimizar el riesgo de sufrir una lesión de sobreuso, se recomienda limitar la actividad cuando hay dolor, reposar apropiadamente entre exposiciones atléticas y asegurarse de que el atleta descanse o participe en otros deportes a través del año.

La especialización deportiva a una temprana edad continuará mientras los padres, entrenadores y atletas busquen una ventaja sobre su competencia. Nuestros esfuerzos deberán enfocarse en la prevención de lesiones y en la promoción de la actividad física saludable y disfrute del deporte.

Nos pueden conseguir en el Centro Ortopédico y de Medicina Deportiva del Norte en el Hospital Pavia Arecibo. Para citas, llama al 787-878-5989.

El autor es ortopeda, subespecialista en Medicina Deportiva y Pediátrica.