El síndrome multisistémico inflamatorio en niños (MIS-C, en inglés) se ha estado reportando desde mayo 2020 en muchos países, incluyendo Estados Unidos y Puerto Rico. Esta enfermedad es una condición nueva, rara y seria, y está asociada al COVID-19. La pandemia de COVID-19 se declaró en marzo 11, 2020.

Siendo el COVID-19 una enfermedad nueva y el MIS-C un síndrome nuevo también, quedan muchas preguntas y dudas de por qué algunos niños y adolescentes lo desarrollan y otros no. Ya hay pocos reportes de este síndrome en adultos también (MIS-A). El MIS-C usualmente surge de 2 a 6 semanas después de que el paciente haya tenido COVID-19, aunque no tuviera síntomas ni supiera que le hubiera dado.

El MIS-C es una condición donde diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse de forma marcada. Se cree que es una respuesta exagerada del sistema inmune. Estos sistemas inflamados pueden ser: corazón, pulmones, riñones, cerebro, ojos, piel, hematológico (la sangre) y sistema gastrointestinal.

Fiebre alta, escalofríos, dolor abdominal severo, vómitos, diarreas, exantema (rash), dolor de cuerpo, cansancio extremo, dificultad respiratoria, confusión, irritabilidad, letargia, color azul de los labios/cara, dolor de pecho, colapso y pérdida de conocimiento son las manifestaciones más reportadas. No todas las manifestaciones se ven en todos los pacientes ni con la misma intensidad. Algunos pacientes presentan un cuadro muy similar a la enfermedad de Kawasaki, a cuadros infecciosos por bacterias como estafilococo o estreptococo, y miocarditis (inflamación del corazón).

La edad promedio es alrededor de los 9 años y es un poco más común en los varones. Se ha visto mayor incidencia en hispanos, latinos y raza afroamericana no hispana. Según el último reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de enero 2, 2022, hay 6,431 casos reportados entre Estados Unidos y sus territorios (incluyendo Puerto Rico) y 55 pacientes han fallecido.

El diagnóstico del MIS-C se hace por el cuadro clínico y laboratorios que detectan inflamación. Además, placa de pecho, electrocardiograma, sonograma del corazón (ecocardiograma), sonograma abdominal y otros estudios son necesarios para la evaluación.

El manejo del paciente con el MIS-C es en el hospital y, muchas veces, en la unidad de cuidado intensivo. La vasta mayoría de los niños que desarrollan MIS-C mejoran con el manejo adecuado, que puede incluir: antiinflamatorios (aspirina, esteroides), gamaglobulina, medicamentos para modular el sistema inmune, antibióticos, hidratación, y soporte cardíaco y respiratorio.

Aún no se ha determinado completamente las secuelas cardíacas a largo plazo. No obstante, en el seguimiento a corto plazo, parece ser que la mayoría de los pacientes con el MIS-C han tenido buena función cardíaca en sus seguimientos clínicos.

Si piensas que tu niño o adolescente pueden tener síntomas del MIS-C, especialmente si tiene más o menos tres días de fiebre alta sin explicación o sin un curso clínico claro, y luce muy enfermo, no debes demorar en ir a la consulta con su pediatra o a la sala de emergencias más cercana, y expresar tu preocupación. Algunos pacientes con el MIS-C se ponen muy mal y deterioran rápidamente, por lo que necesitan atención médica urgente.

La autora es pediatra y secretaria de la Junta de Directores de la Sociedad Puertorriqueña de Pediatría.