En Puerto Rico, la inseguridad alimentaria es un problema social que impera en muchos sectores de la población. Sin embargo, organizaciones como el Banco de Alimentos de Puerto Rico son una pieza clave para aliviar el hambre de las comunidades más vulnerables e intentar frenar este problema en la isla.

Para continuar esta encomienda, la entidad recibió un donativo de MCS Foundation de $84,478 para financiar ‘Lonchera Dorada’, un proyecto de alimentación dirigido a adultos mayores en riesgo de ser readmitidos a instituciones hospitalarias por malnutrición. La subvención forma parte de la campaña de recaudación de fondos, ‘La Lucha’, que promueve MCS Foundation. Como parte de esta iniciativa, en septiembre, la fundación otorgó $455 mil a nueve organizaciones sin fines de lucro que impacten la salud, educación y desarrollo económico de la población de adultos mayores.

“La misión del Banco de Alimentos es mitigar el hambre, por lo que la entidad provee alimentos, educación y esperanza para crear un mejor país”, dijo Denise Santos Feliciano, presidenta de la organización.

El Banco de Alimentos es una organización sin fines de lucro que, desde 1988, trabaja con el objetivo de combatir el hambre entre las personas necesitadas en Puerto Rico. La entidad también busca mejorar la nutrición y la calidad de vida de las comunidades vulnerables.

Con esta subvención de MCS Foundation, la entidad Banco de Alimentos podrá distribuir alrededor de 1,800 cajas de comida para atender a 1,970 adultos mayores. Santos Feliciano contó que, por medio de ‘Lonchera Dorada’, impactarán a adultos mayores que sufren malnutrición o inseguridad alimentaria para evitar que sean readmitidos luego de ser dados de alta de una institución hospitalaria. La presidenta aseguró que las readmisiones se dan debido a que los pacientes con inseguridad alimentaria reconocen que en el hospital pueden recibir comida.

“La cifra de readmisiones, que eran alrededor de un 12 a un 20 % de pacientes que solicitaban la admisión a los hospitales, se redujo a cero. Así que el proyecto fue espectacularmente exitoso y confirmó lo que siempre hemos dicho: que la buena alimentación provee para una recuperación rápida y certera a las personas que tienen algún tipo de padecimiento”, apuntó Santos Feliciano.

Anualmente, el Banco de Alimentos impacta alrededor de un millón de personas, entre niños, adultos mayores y universitarios.

Respuesta tras el paso de Fiona

Durante emergencias y en estados de desastre, el Banco de Alimentos trabaja con la Cruz Roja y la Oficina de Manejo de Emergencias para identificar comunidades impactadas severamente y concentrar sus esfuerzos de distribución de alimentos en dichos sectores.

Santos Feliciano explicó que, una vez se emitió el aviso de tormenta, la organización ejecutó su plan de emergencia. “Nosotros establecimos diez organizaciones satélite a través de toda la isla y empezamos a distribuir alimentos, además de empezar a empacarlos para ser distribuidos a través del país luego de la tormenta”, reveló la presidenta.

Luego del impacto del huracán Fiona, el Banco de Alimentos y la Cruz Roja se unieron para preparar y distribuir 25,000 cajas de comida a comunidades afectadas. Además, la entidad participó de la iniciativa de MCS Foundation ‘Ruta Saludable’, que se ha dedicado a visitar hogares de envejecientes y égidas alrededor de la isla para entregarles suministros. Al momento, han visitado poco más de 61 hogares, especialmente en los municipios del oeste y sur de Puerto Rico. Asimismo, han impactado a 1,857 adultos mayores.

Banco de Alimentos, por su parte, lleva más de 20 días trabajando, particularmente, con los municipios del centro, sur y oeste de Puerto Rico. Santos Feliciano señaló que los estragos del ciclón agravaron la inseguridad alimentaria que ya imperaba en la isla.

“Cuando vas a comunidades donde tú no sabes si verdaderamente la necesidad existe, debido a la pobreza o al huracán, pero al final es un problema que hay que atender. Tenemos que empezar a tener una política pública dirigida a combatir la pobreza en el país”, manifestó.

Además de la subvención para el programa de ‘Lonchera Dorada’, MCS Foundation le brindó a la organización $40 mil para cubrir los costos relacionados con el programa ‘Ruta Saludable’, que tiene como misión distribuir alimentos a los hogares de ancianos tras el paso del huracán Fiona.

La presidenta de la organización vislumbra un Banco de Alimentos sólido y siempre presente ante cualquier adversidad que pueda atravesar el país. Sin embargo, reconoció que la meta sigue siendo erradicar el hambre en Puerto Rico.

Para todo aquel que desee ayudar al Banco de Alimentos, puede hacerlo por medio del programa de voluntarios, la donación y repartición de alimentos, o donativos mediante las plataformas de ATH Móvil o PayPal. Asimismo, como parte de la iniciativa de Puerto Rico Saludable para atender a los damnificados por el paso del huracán Fiona, las personas interesadas pueden realizar donativos por medio de mcs-foundation.org.