Cómo establecer límites personales sanos
Son necesarios para mantener relaciones beneficiosas

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¿Cuántas veces decimos “sí” cuando en realidad queremos decir un “no” sonoro y contundente? Es muy posible que la respuesta sea, “muchas veces”. Incluso, gracias a las emociones que empiezan a revolcarse, puede ser que regresen al recuerdo situaciones incómodas que continuamos soportando en silencio, aunque nos molesten.
Para ello, hace falta establecer límites sanos; un concepto que hemos escuchado con mucha frecuencia en los últimos tiempos. De acuerdo con la página web TherapistAid.com, “los límites sanos son los límites que nos imponemos en las relaciones”. Por otra parte, “una persona con límites sanos puede decir ‘no’ a los demás cuando quiere, pero también se siente cómoda con la intimidad y las relaciones cercanas”.
Al preguntarle a la life coach Lily García Catalá –certificada para intervenciones individuales, y proveer exploración sobre estos temas en sus talleres y adiestramientos–, de inmediato, respondió sin titubear. “Cuando las acciones de otros comprometen nuestra integridad como individuos, antes que preguntarte, ‘¿por qué sigo aquí [en esta relación]?’, es un buen momento para echar atrás y mirarnos en el espejo de nuestro interior”, afirmó, antes de ofrecer sus recomendaciones.
Lo primero es conocerse
García Catalá destacó el autoconocimiento consciente como el primer paso hacia la definición de los límites sanos en nuestras relaciones.
“No puedes establecer límites saludables para tu vida, si todavía no sabes cuáles son los que tú esperas o deseas poner”, explicó la facilitadora de talleres sobre bienestar y salud emocional. “Si no sabes qué estás permitiendo, cuál es la razón por la que ese comportamiento [de otra persona] te incomoda, cuánta felicidad sientes con esa relación (de amistad, trabajo, familiares o pareja), tienes que evaluarte para entender por qué lo permites”, resaltó.
Por otra parte, García Catalá afirmó que “hay relaciones que, por dondequiera que lo mires, son tóxicas por naturaleza”. En ese aspecto, la life coach respaldó la necesidad de evaluar si la relación se basa en la codependencia, es decir, beneficia a una de las dos partes involucradas, y, en su demanda de atención, puede tornarse abusiva o emocionalmente destructiva.
“La codependencia es terrible porque, si así lo permites, te anula”, expuso. “Como las necesidades del otro van por encima de las mías, nos convertimos en personas pasivas”, apuntó.
La comunicación efectiva es esencial
Para la también actriz, el secreto de las relaciones saludables es comunicarnos, “después del ejercicio de saber quiénes somos y qué necesitamos”, aclaró. “Es imposible ser una persona pasiva y comunicar de manera adecuada tus necesidades, deseos y límites [cuando estás en una relación codependiente]. Ahora bien, sí es posible reconocer la codependencia y comunicarla”, indicó.
Esa comunicación, dijo García Catalá, “tiene que ser asertiva y proactiva”. Es importante, según expresó, la capacidad para decirlo de una manera en la que la otra persona pueda comprender el mensaje de la manera más saludable. “Tienes que darte un momento para escucharte y pensar en lo que te hizo sentir aquello que la otra persona hizo, y que tú lo has permitido”, recalcó.
Por esa razón, la life coach recomendó que, antes de hablar, la persona se siente y escriba todo lo que quiere decir, de manera que, al momento de verbalizarlo, se dé el mensaje con claridad y firmeza. “Entonces, tienes la mente más clara para escribir lo que sí quieres que pase de ahora en adelante, incluyendo lo que no vas a permitir”.
Límites para proteger vida, salud y valores
Lo importante aquí, recalcó García Catalá, es que la persona “despierte” a una conciencia de autocuidado y proteja su salud. “Hay personas que somatizan las emociones, no de la misma manera, y, a veces, sin darse cuenta. Sentirte que estás a expensas de lo que otra persona quiera o necesite se manifiesta en síntomas que el mismo cuerpo envía como una alarma”, estableció.
Un ejemplo específico que mencionó la life coach ocurre en los espacios de trabajo. “Muchas veces, hay relaciones bien tóxicas entre jefes y subalternos, y aún entre compañeros de trabajo”, señaló. “La mayoría de las personas aguantan esas situaciones por miedo de perder su empleo”, admitió. “En las relaciones [de pareja, de trabajo, de amigos], también uno se aguanta por miedo de perder a la persona”.
Entonces, viene el asunto de lo que es legal o éticamente correcto: las consecuencias del miedo y del silencio en ese tipo de relación pueden tener graves consecuencias. “Hay personas que han llegado a cometer actos ilegales o éticamente incorrectos porque no se atrevieron a decir, ‘espérate, hasta aquí llego’, y ‘salirse’ de ese vínculo que le hace más daño que bien”, sostuvo.
Buscar ayuda es necesario
En muchas de sus charlas, García Catalá ha discutido la diferencia entre “ser amado” y “ser necesitado”, que es necesario conocer para entender cuán importante es establecer límites sanos. “Así empiezan las relaciones codependientes bien dañinas. Podemos hacer cosas para satisfacer las necesidades del otro, pensando que es amor”, reflexionó.
La intervención de un tercero en el proceso dependerá de cuán abierta esté la persona a escuchar nuestro plan para establecer límites sanos. “También hay que buscar ayuda cuando ese proceso es demasiado difícil y te pone muy vulnerable… Es posible poner límites sanos cuando hablas desde tu amor propio, el más importante”, culminó García Catalá.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.