El impacto de la no vacunación continúa teniendo peso
Se calcula en más de 250 mil individuos la población apta para vacunarse que no lo ha hecho

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Por más campañas de concienciación y esfuerzos realizados sobre la importancia de la vacunación contra el COVID-19, todavía más de 250,000 personas siguen sin haber recibido la primera de la serie de vacunas indicadas de acuerdo a las condiciones de riesgo y los grupos de edad. Ante este panorama, los expertos resaltan la importancia de diseñar esfuerzos más personalizados para tratar de continuar reduciendo la cifra y con ello las implicaciones a la salud individual y colectiva.
“Siempre es bueno que lleguen personas a ponerse sus vacunas, pero todavía sorprende que, a estas alturas, haya cerca del 8% sin inmunizarse. No es mucho, cuando comparas con una población de 3.2 millones de personas, pero representan 256 mil individuos a los que tenemos que llegar”, expuso el infectólogo Lemuel Martínez. De acuerdo con el galeno, ello puede deberse a que al haber cumplido los 18 años los requerimientos de vacunación merman y “las personas se ‘divorcian’ del tema. Además, hay discurso de cuestionamientos sobre los avances de estas y otras medicinas; y, en otros casos, es por dudas o desconocimiento”. “Tenemos que buscar cómo llegar a esas personas para aclarar sus dudas, porque la experiencia nos ha demostrado que, una vez bien orientadas, acceden a la vacunación o inician el proceso, tras el período correspondiente, luego de haber experimentado el virus. Esa conversación uno a uno entre el médico y la persona es un gran reto porque el número entre médicos y pacientes no es proporcional”.
Iniciativas
Para rescatar esa población, el infectólogo resaltó la importancia de hacer encuentros informativos más pequeños y personales. Entre ellos, menciona llevar más campañas educativas y de vacunación a empresas, comunidades y otros grupos para vacunar contra el COVID-19, pero también para condiciones como la influenza, el dengue, la hepatitis y otras. “Es importante obtener la información de las fuentes correctas y educadas sobre el tema”, recalcó el especialista con más de diez años en la práctica.
Impacto
La no vacunación contra este virus responsable de la pandemia que experimentamos y de las otras antes mencionadas; en casos extremos, podría provocar un disloque en el sistema de salud. “Las vacunas tienen más beneficios de los que entendemos. Se ha notado que los ataques cardíacos tienen mayor incidencia en la temporada de influenza y de virus respiratorios. Los trombos que causa el COVID-19 pueden estar vinculados. Un estudio canadiense, previo a la pandemia, demostró que, durante los primeros seis días de contagio con influenza, el riesgo de infartos es seis veces mayor. Estas vacunas, además de prevenir, disminuir severidad y hasta reducir el riesgo de hospitalización y muerte, podrían estar previniendo ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares que también aumentan en la temporada de virus”.
Otro ejemplo del impacto positivo lo adjudica a la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) que ha reducido la incidencia de detección tardía de pruebas de Papanicolaou (Pap), cánceres cervicales, de cabeza y cuello y de pene. “Tenemos muchas herramientas cuyo efecto positivo trasciende la prevención de un virus infecciosa, que está actuando contra el desarrollo de células atípicas e inflamaciones. Ya estamos recogiendo los frutos”, explicó.
Ante el problema de éxodo de médicos primarios y especialistas una población vacunada reduce el número de pacientes y, por ende, disminuye la posibilidad de sobrecargar el sistema de salud, el número de médicos, enfermeros y todo el personal que atienden por paciente lo que permite una prona y mejor atención médica. Hoy es el COVID-19, pero, en el pasado, han sido otras enfermedades y, en el futuro, podrían surgir nuevos brotes o crisis de salud igualmente, por lo que el mensaje de orientación, vacunación y prevención, así como mantener en control padecimientos de riesgo son las herramientas disponibles y de las cuales tenemos que hacer uso según determinado por los expertos en salud. En caso de enfermedad, buscar ayuda temprano y seguir las indicaciones médicas y evitar la automedicación es esencial.
“Preservar la vida es lo más importante y es un hecho científicamente comprobado. Vivimos en sociedad y nos tenemos que preocupar por nosotros, por los nuestros y por nuestra sociedad. Cada uno tenemos que hacer nuestra parte”, finalizó diciendo el doctor Martínez.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.