Con la llegada de la pandemia, al igual que muchos otros sectores, el de la belleza tuvo una transformación sin precedentes. Y es que, ante las restricciones por el confinamiento, las visitas al spa, al salón de belleza y a los centros comerciales pasaron a convertirse en consultas virtuales, tutoriales de cómo hacerlo en casa y moda al alcance de un clic.

Ante esta nueva realidad, el bienestar y la belleza tomaron un rol protagónico mucho más relevante en las rutinas diarias de los consumidores. Respondiendo a esta transformación, marcas líderes como Lancôme han conseguido mantener su conexión con los consumidores a través de lanzamientos estratégicos. Tomando como punta de lanza estos nuevos productos, como la fragancia Idôle L’Intense, la marca invita a la mujer a celebrar todos los días, más allá de ocasiones especiales.

A esto se suma la generación de contenido de valor y educativo por parte de la marca, que han incentivado las prácticas de cuidado personal y belleza en el hogar de manera segura e informada. Aunque las festividades siguen siendo una fecha esperada por las madres para recibir obsequios, este acceso directo y conexión con la marca han convertido días ordinarios en idóneos para premiarse y autorregalarse.

Persiguiendo la visión de la marca de hacer las mujeres más bellas a través de la felicidad, Lancôme ha sostenido una comunicación constante en donde empodera a la mujer a celebrarse y a ayudarle a descubrir nuevos horizontes a través del cuidado y el bienestar.