La experiencia de convertirse en madre transformó la vida de Annette Rodríguez Martínez, una profesional de las comunicaciones y relaciones públicas, que procura estar presente en la crianza de sus dos hijas, a pesar de la agitación diaria en su atesorada profesión.

Para lograrlo, estructura sus compromisos laborales como gerente de Comunicaciones y Asuntos Públicos de AbbVie Puerto Rico, sin dejar a un lado su prioridad personal, representada en sus retoños: Dilailah Zoé y Amelie Alannah, de 12 y 10 años, respectivamente.

Consciente del rol que ejecuta como madre, la también doctora en liderazgo organizacional y recursos humanos -egresada de Nova Southeastern University, en Florida, Estados Unidos- enfatizó la importancia de compartir tiempo de calidad en familia, mientras reconoció la valía de contar con el apoyo de su madre, María Martínez.

A sus 41 años, Rodríguez Martínez abrió su álbum familiar para recordar la maravillosa aventura de la maternidad; una faceta que descubrió “terminando mis 20 [años] y comenzando mis 30″.

“La realidad es que, para mí, ha sido una experiencia transformadora como persona, poder ver la vida nuevamente a través de los ojos de dos niñas; de poder ver todas las experiencias y diferentes vivencias, y cómo eso te va formando. Esa oportunidad de poder vivir la vida, como profesional y como mamá, sabiendo la importancia de mi rol para ellas, para mí es bien importante, es una prioridad”, reconoció.

Destacó que, aunque sus hijas “son muy parecidas, tienen personalidades diferentes”.

“Nos gusta mucho poder pasar tiempo en familia. A veces, cosas tan sencillas como jugar juegos de mesa, tener una buena conversación, podernos sentar a la mesa y tener una cena o un desayuno y simplemente conversar, para mí es algo sumamente valioso”, admitió la hija de William Rodríguez.

“Se trata de poder proveerles experiencias que se van a quedar con ellas a lo largo de sus vidas; una educación y vivencias, que es lo que te va formando. Ese tipo de cosa nos encanta. Tengo la dicha de poder compartir con ellas mucho tiempo”, agregó.

De acuerdo con Annette, el secreto de su vida es “dividir mi tiempo. Hay mucha organización envuelta; hace falta mucha estructura”.

“También tengo a mi mamá, que es una persona muy importante para mí y que me apoya muchísimo. Es una persona a quien admiro mucho y de quien he podido desarrollarme como madre. Gracias a mi mamá y al ver quién ella fue y quién es en mi vida, yo aspiro a ser lo mismo para mis hijas y que ellas también lo puedan seguir”, confesó la comunicadora, oriunda de San Juan.

“Esto se logra con trabajo, estructura y dejar que ellas sean partícipes. Ellas conocen mi rutina y saben lo mucho que me disfruto mi trabajo, y cuán importante es trabajar todos los días en algo que te apasiona. Yo quiero que, en su vida, ellas también tengan la dicha de poder trabajar, todos los días, en algo que les apasione”, auguró.

Su prioridad como madre, dijo, “es que mis hijas sean felices”.

“Mi interés es aportar al desarrollo de dos futuras profesionales, mujeres líderes, para continuar contribuyendo a la sociedad. Lo que visualizo para ellas es que sean felices y que puedan, a la vez, sentirse seguras de sí mismas y preparadas para enfrentar cualquier reto que les pueda traer la vida”, mencionó.

“El reto mayor es darle las herramientas correctas, mientras las fortalezco para que, en un futuro, puedan tomar decisiones y manejar situaciones complicadas o inesperadas en la vida. Sobre todo, esa parte humana, la calidez, poder trabajar con personas, saber la importancia de lo que es la familia y el trabajo en equipo, porque, a la larga, todos somos humanos”, apuntó.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.