La pandemia del COVID-19 cambió la educación en la isla durante casi tres semestres. En ese período, para reducir los riesgos de contagios en los planteles escolares, los estudiantes se vieron obligados a recibir la enseñanza por medio de clases virtuales. Ahora, el país se prepara para el retorno a una “normalidad académica”, aunque el virus y sus variantes continúan siendo una amenaza para la población.

A estas alturas, son muchos los padres que pueden estar preocupados por lo que ocurrirá cuando sus hijos regresen a los salones de clases. Ciertamente, mientras más se acerca la hora, crece aún más la expectativa y este proceso puede generar gran inquietud y preocupación.

El doctor Víctor Ramos Otero, presidente del Colegio de Médicos y Cirujanos de Puerto Rico (CMCPR) y miembro de la Coalición Científica que aconseja al gobernador Pedro Pierluisi en medio de la pandemia, estableció que el regreso de los menores a los salones de clase es necesario, cuando ya ha transcurrido casi un año y medio de clases virtuales, debido al impacto que ha tenido en estos no poder estar cerca de sus pares.

“Como pediatra, creo que es importante que los nenes regresen a la escuela por la interacción social y todo lo que se ha afectado en la vida de los niños. Para nosotros, los pediatras, ir a la escuela no es solo coger clases. La interacción social, las partes que tienen que ver con el neurodesarrollo y que los nenes están perdiendo, para nosotros son críticas. Las clases deben ser presenciales, no de otra manera”, expresó Ramos Otero.

En el caso de aquellos padres que temen llevar a sus hijos a la escuela por alguna condición de salud, el pediatra aclaró que son pocos los casos en los que se recomendaría dejar en clases virtuales a un menor.

“Tiene que ser una clase virtual por excepción... pero, las excepciones se tienen que trabajar como eso. Si son asmáticos, no hay razón [para dejarlos en casa]. Hay muy pocas condiciones que no permitan ir a tomar clases; básicamente ninguna. No porque tenga asma o diabetes no tiene que ir a tomar clases. No hay razón”, aclaró el galeno.

Por su parte, la doctora Iris Cardona, principal oficial médico del Departamento de Salud (DS), coincidió con Ramos Otero en que es importante que los estudiantes regresen a sus escuelas. A la vez, recomendó a los padres evaluar cada caso, de modo que se priorice que el menor tenga la mejor calidad de educación posible y que exista esa asistencia del padre o tutor en el proceso de clases virtuales.

“La realidad es que nuestros niños llevan más de un año fuera de su ambiente escolar. Tenemos claro que la educación no es la misma. [La decisión de la madre o del padre] depende de la escuela, del ambiente y de los recursos en la casa; de si las madres y/o padres trabajan o no, y depende, también, de la edad del niño. Así que nuestros niños necesitan volver a la escuela y eso es algo que yo, como pediatra, como madre y como mujer, tengo que defender, si se dan las garantías de la seguridad”, sostuvo la doctora Cardona.

Según el doctor Ramos Otero, la escuela será “una especie de burbuja” porque los menores mayores de 12 años deberán estar inoculados, así como los maestros y demás personal que les rodeen, por lo que confía en que las medidas establecidas en las guías del DS para el regreso a clases, servirán para hacer los planteles escolares más seguros.

“El doctor Miguel Valencia, quien hizo la guía, no es cualquier persona. Era profesor de neurodesarrollo en el Hospital Pediátrico y está retirado. Está desarrollando la guía alguien que tiene amplia experiencia sobre cómo se afectan los nenes en su desarrollo cuando no tienen las interacciones que necesitan en el ambiente adecuado”, afirmó el presidente de la CMCPR, quien agregó que “[la vacuna para menores de 12 años o más] no es la única alternativa. La guía de regreso a la escuela tiene nueve cosas que hacer. La realidad es que, desde marzo del 2020, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) y la Academia Americana de Pediatría hicieron guías para el regreso seguro a la escuela y, cuando eso, no estaba contemplada la vacunación. Están las pruebas, está la toma de temperatura y, básicamente, va a ser un escudo protector para [que] esos niños que no se puedan vacunar no estén a riesgo”, dijo.

Para aumentar la seguridad del regreso a clases presencial, Cardona recomendó que los niños y los jóvenes mayores de 12 años se inoculen contra el COVID-19, y que a los menores de 12 años que no pueden ser vacunados se les proteja, vacunando a todos a su alrededor.

“Ya las cosas que podamos hacer para contribuir a asegurar el bienestar de nuestros estudiantes es que aquellos para los cuales haya una vacuna indicada, como hacemos con la vacuna de tos ferina, de sarampión o de meningitis, pues invitar a los padres a vacunarlos, si no lo han hecho todavía. Esa es la mejor recomendación que puedo dar en este momento”, afirmó la doctora Cardona.

Asimismo, la principal oficial médico de Salud insistió en que los adultos mayores de cada núcleo familiar deben inocularse para protegerse a sí mismos, y a los menores de 12 años que no pueden vacunarse.

“Puerto Rico tiene el fenómeno de que los abuelitos colaboran mucho en la educación de los niños, particularmente de los chiquitos; los buscan y los llevan a la escuela, al deporte y a otras actividades extracurriculares. Una manera de proteger todo el entorno de las personas mayores es que todo el que pueda de la familia esté vacunado y una manera de [proteger a] aquellos pequeñitos que no pueden ser vacunados porque no tienen la edad todavía, es que todos los adultos y los adolescentes alrededor de ellos estén vacunados. Ese es el escudo de protección y es el primer hecho de la inmunidad de rebaño en el contexto de una familia”, enfatizó Cardona.

Sobre el hecho de si existe una preocupación de que puedan generarse contagios una vez las clases vuelvan a ser presenciales, el doctor Ramos Otero afirmó que siempre va a haber casos.

“Cero casos no va a haber, pero la idea de que la gente se vacune es hacer un escudo protector [para] que el virus tenga mucha menos probabilidad de llegar a la escuela”, dijo y enfatizó que “no hay razón para decir me preocupa mandar al nene a la escuela, pero, como no lo voy a mandar a la escuela, voy a ir al centro comercial, a la mueblería, a la panadería, al restaurante o a cualquier lugar que sea un escenario mixto, donde hay personas vacunadas y personas no vacunadas. Eso sí es peligroso para alguien no vacunado”, comentó el pediatra.

Sin embargo, uno de los principales planteamientos de los padres es que cuando salen a estos escenarios mixtos, ellos cuidan directamente del comportamiento del menor y velan porque siga las medidas de uso de mascarilla, higiene y distanciamiento, pero, en la escuela, no habría ese cuidado individualizado. Ante este planteamiento, el experto apostó al escudo protector que se crearía al seguir las guías establecidas para el regreso a clases.

“No hay razón para no enviar [a los niños] a un sitio que es mucho más seguro”, resaltó.

Asimismo, el pediatra enfatizó que los menores son un reflejo del comportamiento de sus padres o adultos cercanos, por lo que instó a modelar buenos hábitos de higiene y protección para que los niños puedan ejecutarlos cuando se encuentren en el ambiente escolar.