Respetada y admirada por la comunidad científica médica y, en especial, apreciada por sus colegas ginecólogos por su extraordinaria trayectoria profesional en la investigación, cátedra y servicios en salud de la mujer, la doctora Josefina Romaguera, mejor conocida por Josie, relató con entusiasmo: “Para mí, ha sido un privilegio ser ginecóloga obstetra. Aunque me he dedicado a la enseñanza y la investigación, disfruto cuidando a mis pacientes. He podido tener contacto con ellas en todas las etapas de sus vidas. Mis 66 años han sido un camino lleno de retos y de satisfacciones personales y profesionales que me han hecho reconocer la importancia del cuidado médico de la mujer durante sus años maduros para tener una vida más plena”.

Josefina Romaguera, MD, MPH, es catedrática de Obstetricia y Ginecología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.
Josefina Romaguera, MD, MPH, es catedrática de Obstetricia y Ginecología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. (Jaime Rivera)

A tal fin, luego de los 65 años, debes visitar a tu médico al menos una vez al año. Lleva a la cita una lista de tus síntomas y preguntas. Deberá evaluarse tu peso, pues la obesidad se asocia con 8 de las 10 principales causas de muerte en la mujer, incluyendo: enfermedad cardíaca, cáncer, diabetes y pobre salud mental. Debes evaluar tu presión arterial y dar seguimiento si es igual o mayor a 130/80. Los laboratorios deben incluir análisis de lípidos y colesterol.

La salud mental es tan prioritaria como tu salud física. Comparte con tu médico si te sientes triste o has perdido el interés en cosas que solías disfrutar. Un cernimiento de depresión ayuda a identificar a las pacientes que necesitan evaluación adicional.

El ejercicio físico ayuda a mejorar la salud física y mental. Algo tan simple como un programa de caminar mejora el estado de ánimo y previene la pérdida de función muscular y motora. Debes evitar fumar y seguir una dieta saludable.

Se recomienda la inmunización contra la neumonía, la influenza anualmente, y la de tétano cada 10 años. La influenza y la neumonía son altamente mortales a esta edad y ambas se previenen con vacunas. Pregunta sobre las recomendaciones más al día de vacunas, ya que pueden haber surgido nuevas guías como en el caso de las dosis primarias del COVID-19 y el refuerzo.

El cernimiento de cáncer es importante e incluye:

  • Mamografía: al menos cada 2 años o más frecuente, dependiendo de tu riesgo.
  • Examen de detección de cáncer colorrectal cada 10 años (o más frecuente si tienes mayor riesgo). La prueba más común es la colonoscopia.
  • Conforme los factores de riesgo para cáncer en tu familia, otras pruebas como evaluación de cáncer genéticos pueden estar indicadas. Las fumadoras deben tener evaluación pulmonar.

Un 27% de las mujeres luego de los 65 años tendrá osteoporosis. La prueba de densidad ósea identifica a las pacientes a riesgo de osteoporosis y las que necesitan tratamiento para evitar fracturas.

Si tienes problemas urinarios tales como incontinencia, existen alternativas de tratamiento que mejoran mucho la calidad de vida. También debe considerarse la evaluación para enfermedades sexualmente transmisibles; se recomienda, al menos una vez en tu vida hacerte las pruebas de hepatitis y del virus de inmunodeficiencia humana.

No olvides consultar con tu médico acerca de todos los medicamentos que estés utilizando, tanto los recetados como los de medicina alternativa. Por último, enfatizó la doctora Romaguera que “estas guías son generales; dependiendo de tus condiciones médicas y tus factores de riesgo, se incluirán otras pruebas. Recuerda que, educándote, podrás establecer estrategias para una vida más saludable”.

Para más información, escribe a josefina.romaguera@upr.edu.