La energía y el dominio escénico de la doctora Gladysmaria Figueroa Rubero trascienden la oficina médica y el ambiente hospitalario. Se expresa en su vocación por el servicio a la comunidad y en la educación hacia los estudiantes de medicina y residentes de ginecología.

“Me encanta reír con mis pacientes, escucharlas y dialogar sobre su familia, trabajo y preocupaciones, para que sientan que soy una mujer real como ellas. Eso me ayuda a conocer más sobre ellas. Las hago responsables de su cuidado médico. Yo las guío, pero a ellas les toca el resto”, comentó la doctora Figueroa, al describir su relación con sus pacientes.

Doctora Gladysmaria Figueroa Rubero
Doctora Gladysmaria Figueroa Rubero (Jaime Rivera)

La ginecología es su profesión, pero su trabajo a tiempo completo es ser madre de dos jóvenes de 16 y 18 años. Dejó de hacer partos y modificó la forma en que hacía ginecología, para disfrutarlos y estar con ellos en todo. Explicó la doctora Figueroa que “los ginecólogos tenemos la oportunidad de proporcionar una atención holística a nuestros pacientes. Esto debe comenzar con la realización de una historia clínica completa, diagnóstico, tratamiento, exámenes específicos y medidas preventivas basados en la evidencia médica. Como ginecólogas, desempeñamos un papel importantísimo en la toma de decisiones, asesorando, fomentando y facilitando comportamientos que ayudan a mantenerse saludable”, dijo.

Entre los 50 y los 64 años la mujer debe atender, principalmente, los cambios que surgen a partir de la disminución en las hormonas femeninas y prevenir las complicaciones que esto conlleva. Durante la transición a la menopausia, disminuye la producción de hormonas femeninas. Estos cambios hormonales causan múltiples síntomas. Algunos de los más comunes son: calentones, sudoración, insomnio, palpitaciones, cambios en el estado de ánimo, dolor en el cuerpo, resequedad vaginal y molestias durante las relaciones sexuales. Estos síntomas pueden causar: cansancio, irritabilidad, falta de concentración y otros similares a la ansiedad o la depresión. Muchas mujeres sienten que, durante la etapa de la menopausia, su calidad de vida y bienestar se afectan, pero esta es una etapa más en la vida donde, si la mujer decide adoptar hábitos saludables y utilizar reemplazo hormonal, puede mejorar su calidad de vida y prevenir futuras complicaciones.

Con picardía, confesó que ya tiene 51 años y debe cuidarse más. Aquí comparte su estilo de vida para mantenerse saludable.

  • Comer sano. Como casi de todo, pero no todos los días. Realizo, al menos, 50 minutos de actividad física mínimo tres veces en semana. Duermo, al menos, de 7 a 8 horas cada noche. El sueño es reparador. Ya perdí bastante sueño en mis tiempos de obstetra.
  • Trato de mantener un peso saludable. Es lo más que me ha costado. He tratado muchos métodos milagrosos. Comprendí que tengo que comer una dieta balanceada y hacer ejercicio. No existe una fórmula mágica.
  • No fumo, no bebo alcohol ni utilizo drogas.
  • Me tomo mis medicamentos, asisto a mis citas regularmente y sigo las recomendaciones de mis médicos.
  • Aprendí a trabajar mi salud mental, a buscar ayuda y a eliminar de mi vida todo lo que me perjudica. Reconocer cuándo estoy agotada y cuándo necesito ayuda. Me ha ayudado mucho la práctica de mindfulness y relajación.
  • Comprendí que la depresión es una condición real que puede afectar a cualquier persona, por más fuerte y alegre que esta sea.
  • Mi historial familiar, especialmente mi riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes, son terribles, así que tengo que controlar lo que sí puedo cambiar. La genética está ahí.
  • Asisto a mis médicos al menos una vez al año. Mi ginecóloga es mi médico primario.

La doctora recomienda en esta etapa hacer los estudios de seguimiento y rutina: laboratorios de sangre, colesterol, glucosa, tiroides, hepatitis C, VIH, screening de cáncer colorrectal, mamografía anual, vacunas al día: tétanos, difteria y tos ferina, influenza, meningitis, herpes zóster y COVID-19. Para la prevención de osteopenia y osteoporosis, tomar calcio con vitamina y, en su caso, añadió pesas a su rutina de ejercicios. Es importante hacer la cita para la prueba Papanicolaou y VPH al menos cada cinco años. Para prevenir la incontinencia urinaria hacer ejercicios de fortalecimiento de piso pélvico o kegels.

“Podemos sufrir los años y dejar nuestra salud a la deriva, o enfrentar esta nueva etapa con entusiasmo y sabiduría. Cada cual decide cómo quiere vivir”, culminó diciendo la doctora Figueroa.

Para más información, llama a Female Consultants of Puerto Rico, en Ponce, al 787-848-8214 o al 787-840-6765.