De acuerdo con la doctora Gisela Puig, especialista en fallo cardíaco avanzado y trasplante de corazón del Pavia Cardiac & Vascular Institute, en el Hospital Pavia Santurce, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte en Puerto Rico y en el mundo.

La enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECV) es común en la población general y afecta a la mayoría de los adultos mayores de 60 años. Esta incluye cuatro áreas principales: enfermedad coronaria, manifestada por infarto de miocardio, angina de pecho e insuficiencia cardíaca; enfermedad cerebrovascular, manifestada por accidente cerebrovascular y ataque isquémico transitorio; enfermedad de las arterias periféricas, que se manifiesta por claudicación intermitente e isquemia crítica de las extremidades; y ateroesclerosis aórtica y aneurisma aórtico torácico o abdominal”, explicó la doctora Puig, quien está certificada por la American Board of Internal Medicine en Medicina Interna y Cardiología.

Al mencionar que se puede realizar una estimación general del riesgo relativo de ECV identificando la cantidad de factores de riesgo tradicionales que presenta un paciente y que incluyen: hipertensión, diabetes, tabaquismo, antecedentes familiares prematuros de ECV, enfermedad renal crónica y obesidad, recalcó que las evaluaciones periódicas ofrecen la oportunidad de identificar los factores de riesgo que pudieran afectar a las personas.

¿Están las mujeres a un mayor riesgo de desarrollar ataques al corazón que los hombres?

La doctora Puig destacó que, generalmente, el ataque cardíaco comienza con la ruptura repentina de una placa llena de colesterol en una arteria coronaria, que luego precipita un coágulo de sangre. No obstante, en el caso de las mujeres más jóvenes, es más probable que una placa se erosione en la pared del vaso en lugar de estallar, aunque resaltó que las mujeres son más propensas a sufrir ataques cardíacos más pequeños y no mortales.

“También tienen más probabilidades que los hombres de desarrollar la enfermedad de los vasos pequeños, una afección en la que se producen bloqueos en los vasos diminutos dentro del músculo cardíaco en lugar de en las arterias grandes de la superficie”, dijo. A esto añadió que, incluso cuando arterias coronarias principales se ven normales en algunas mujeres que tienen angina clásica, debe tratarse la afección, pues, de no hacerlo, podrían sufrir un ataque cardíaco.

De otra parte, indicó que las mujeres posmenopáusicas también están sujetas a un cambio repentino e inusual en la forma del músculo cardíaco, conocido como miocardiopatía de Takotsubo, que ocurre en respuesta a un estrés emocional severo y se caracteriza por dolor en el pecho y cambios en la actividad eléctrica del corazón que simulan un ataque cardíaco, aunque las arterias parecen limpias de placa.

“Durante el evento inicial, estas mujeres aún corren el riesgo de sufrir problemas de ritmo cardíaco, shock o incluso la muerte”, apuntó la especialista, que enfatizó que los factores de riesgo cardiovascular primarios en las mujeres, junto con los riesgos considerados equivalentes a las enfermedades coronarias y su evaluación deben ser componentes importantes de los exámenes médicos periódicos.

¿Experimentan hombres y mujeres los mismos síntomas?

La doctora Puig expresó que los intentos de tratar de descifrar las posibles diferencias por género de la enfermedad cardiovascular han provocado, a su vez, que surjan conceptos erróneos sobre la naturaleza de los síntomas de la angina de pecho en las mujeres.

Se pensaba que las mujeres tenían síntomas más sutiles y ‘atípicos’ que divergían del patrón clásico de dolor en el pecho descrito por los hombres (opresión y la presión aplastante), pero los análisis han revelado que hombres y las mujeres experimentan formas similares de malestar cuando tienen un bloqueo coronario. Sin embargo, las mujeres tienen más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco ‘silencioso’, que no presenta ningún síntoma evidente. Esta variación puede deberse a que las mujeres son mayores cuando ocurre el ataque cardíaco y también puede ser más probable si tienen diabetes”, indicó Puig.

La especialista del Pavia Cardiac & Vascular Institute señaló que tanto las mujeres como los hombres deben prestar atención a los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular que son modificables como: mala alimentación, tabaquismo, hipertensión, dislipidemia, inactividad física, sobrepeso y obesidad, diabetes mellitus.

“Tanto hombres como mujeres pueden proteger su salud cardiovascular, prestando atención a sus riesgos cardíacos personales. Los conceptos básicos del estilo de vida, como realizar actividad física con regularidad, llevar una dieta saludable y mantener un peso corporal normal, se aplican a todos. Además, aumentar su conciencia de cómo las diferencias de género moldean su perfil personal de riesgo cardiovascular puede brindarles una ventaja adicional para mantenerse saludables”, finalizó diciendo.

Para información, comunícate al Pavia Cardiac & Vascular Institute del Hospital Pavia Santurce, llamando al 787-641-2082. También puedes acceder a su página en hospitalpaviapr.com o buscarlos en sus redes sociales como Hospital Pavia Santurce.