El suicidio es considerado un problema de salud pública a nivel mundial, sobre el cual, a pesar de los esfuerzos realizados para su prevención, aún persisten los tabúes, mitos y estigmas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1976) define el suicidio como todo acto premeditado en el cual un individuo se causa a daño así mismo con la intención de morir.

En Puerto Rico es la tercera causa de muerte violenta. Desde el año 2000 hasta el mes de noviembre del año 2022 se han reportado un total de 6,652 suicidios en Puerto Rico; para un promedio anual de 294 suicidios y una tasa cruda promedio de 8.1 por cada 100,000 habitantes.

Factores de riesgo

Las causas del suicidio se consideran multifactoriales razones por lo que su detección puede tornarse compleja, mas no imposible. La literatura menciona que los principales factores de riesgo que podrían aumentar las probabilidades de suicidio son: personas con diagnóstico de salud mental, consumir drogas o alcohol, historial familiar de suicidio, sufrir una pérdida importante, tener problemas de salud física, historial de intentos suicidas previos, tener fácil acceso a los medios para cometer suicidio, noticia de que alguien cercano o que se admira cometió suicidio, acusación de un evento que cause sentimiento de vergüenza o culpa y bajo rendimiento escolar o laboral.

Qué se puede hacer

La detección temprana de factores de riesgo, servir de apoyo emocional al momento de una crisis y la capacitación de las personas en la comunidad actúan como ayudas para la prevención del suicidio.

Un método que ha ayudado a entender a las personas que se han privado de la vida son las autopsias psicológicas, las cuales consiste en reconstruir la vida de estas personas los días previos a su muerte. Estas han mostrado que, antes del evento, hubo mensajes o indicadores de alerta que no lograron ser captados por otras personas. Por esta razón, conocer la conducta del comportamiento suicida es un predictor que podría ayudar a identificar una persona en riesgo.

Las etapas del comportamiento suicida

El comportamiento suicida se compone de cuatro etapas. La primera es la idea o la fantasía de que la muerte es una alternativa viable para la solución de sus problemas. La duración de esta etapa puede fluctuar entre algunos meses e inclusive años sin buscar ayuda profesional ni expresarlo.

La segunda etapa comprende de amenazas tanto verbales como escritas sobre sus deseos de morir. Cabe señalar que es importante evitar juicios valorativos durante esta etapa, ya que sería una barrera para que la persona se sienta cómoda al momento de pedir ayuda.

La tercera etapa es la transición de la idea al intento suicida. En esta, la persona realiza la acción de privarse de la vida, pero no lo logra.

En la cuarta etapa se encuentra la muerte por suicidio, que es cuando, lastimosamente, la persona consuma el acto. Usualmente, la mayor parte de las hospitalizaciones psiquiátricas se encuentran entre la segunda y la tercera etapa.

El Instituto Nacional de Salud Mental (2022) recomienda cinco medidas de acción para ayudar a una persona con dolor emocional. Estas son:

  1. Pregunta: Realiza el acercamiento de una forma cálida y sutil, pero directa. Formula las preguntas: “¿Ha pensado en suicidarte o has tenido deseos de morir?”, “¿Ha pensado en cómo lo harías?”. Si bien puede resultar un poco difícil dicho acercamiento, los estudios han demostrado que preguntar sobre el suicidio disminuye el riesgo de que una persona se prive de la vida.
  2. Mantén a la persona a salvo: Luego de identificar el método, aleja a la persona del objeto o lugares letales. Eliminar el método puede marcar una gran diferencia y disminuir las posibilidades de que se realice el acto suicida.
  3. Está presente: No dejes sola a la persona. Escucha atentamente lo que estás pensando y sintiendo. Muestra empatía y sentido de apoyo.
  4. Ayúdala a establecer una conexión: Ten a la mano los números de emergencias para la prevención del suicidio. También puedes ayudar a establecer contacto con un amigo, familiar, recurso de apoyo, asesor espiritual o profesional de la salud mental para que esté al tanto de la emergencia y facilite la elaboración del plan de acción.
  5. Mantente comunicado: Mantenerse en contacto con una persona luego de su crisis o después de haber sido dado de alta de su tratamiento inmediato, puede marcar la diferencia. Los estudios han demostrado que las probabilidades de suicidio disminuyen cuando alguien brinda seguimiento a la persona en riesgo.

En resumen, todos podemos servir de ayuda en la prevención del suicidio. Metro Pavia Health System cuenta con cuatro hospitales afiliados a través de la isla en donde se integra el cuidado de la salud emocional y física, en diferentes niveles de cuidado como la hospitalización tradicional o nuestros programas de hospitalización parcial. Para coordinar cita, te puedes comunicar con nuestro centro de atención telefónica disponible las 24 horas los 7 días, llamando al 787-300-6680 o al 787-933-1100. La salud mental es importante. ¡Te esperamos!

La autora es psicóloga clínica y supervisora clínica en el Hospital Metropolitano de la Montaña, Programa de Hospitalización Parcial.