Desde el 12 de marzo de 2020 hasta el presente, el panorama de acceso a los hospitales de Puerto Rico y los requisitos para la atención a los pacientes y al público ha sido uno cambiante y de constante reinvención. Los hospitales hemos tenido el reto de armonizar, implementar y velar por el cumplimiento de múltiples órdenes ejecutivas, administrativas, guías o recomendaciones de varias agencias reguladoras o fiscalizadoras, y los pronunciamientos de los científicos expertos en velar el comportamiento de la pandemia. Estos constantes cambios afectan el trabajo diario de los empleados hospitalarios, obligándonos no solo a adaptarnos a nuestro equipo de protección y protocolos, sino también imponiéndonos la carga de educar y promover un cambio de actitudes y disciplinas de seguridad y protección en los pacientes y visitantes.

La educación a nuestros pacientes, visitantes y comunidad sobre los protocolos de salud y de seguridad recomendados siempre es nuestra prioridad. Por ello, hacemos un esfuerzo diario de mantenernos actualizados sobre las recomendaciones de los expertos, promoviendo la seguridad y el bienestar de todos los que visitan los hospitales, y la de los empleados y colaboradores. No es tarea fácil, pero con la cooperación del público, la podemos seguir rindiendo.

Debemos crear conciencia de que la orden ejecutiva más reciente, la OE-2022-019, del 7 de marzo 2022, modificó las medidas implementadas contra el COVID-19 en la comunidad, pero no en las instalaciones hospitalarias. Así vemos que, aunque esta es muy flexible para la comunidad, le requiere a los hospitales seguir cumpliendo con los reglamentos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, en inglés), el Departamento de Salud, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, en inglés) y la Comisión Conjunta, entre otros. Aprovechamos este espacio para educar sobre esas diferencias y ofrecer recomendaciones para que los pacientes y sus familiares puedan recibir tratamiento de manera rápida y segura en los hospitales, sin poner a otros componentes del contexto hospitalario en riesgo de contagio o de exposición a multas administrativas.

La norma impuesta por Medicare en los hospitales, que fue avalada por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, es que todos los empleados hospitalarios tienen que estar completamente vacunados o tener derecho a alguna de las exenciones reconocidas y mostrar evidencia de resultado negativo semanalmente. La OE-2022-019 y OA-508 (de 2021) exige que los visitantes también estén completamente vacunados o muestren evidencia de resultado negativo cercano a la fecha de la visita. Esto aplica a pacientes y acompañantes de 5 años en adelante por igual, excepto en el caso de pacientes que requieren tratamiento de emergencia, que son tratados mediante los protocolos para esos casos.

Todas las personas de más de 2 años de edad tienen que usar mascarilla en todo momento que estén dentro del hospital, sin distinción de la razón para estar allí.

El requerimiento de entrada que presenta mayor controversia y confrontaciones con el personal hospitalario es el de la evidencia de vacunación en aquellos casos en que el visitante no cumple con los requisitos de entrada. Si tu visita a un hospital es para un servicio programado, te recomendamos que, días antes, te comuniques con el hospital y preguntes los requisitos de admisión como: vacunación, prueba negativa, si permiten acompañante y alguna otra restricción a las visitas; esto evitará momentos incómodos. También se recomienda que llegues al hospital por lo menos 30 minutos antes de la visita, para que puedas cumplir con los procesos de registro y seguridad. Claro está, si es un servicio de emergencia, ponte su mascarilla y acude a la sala de emergencias sin dilación alguna.

De todos modos, como regla general, cuando alguien llega a los hospitales sin estar debidamente preparado y la prueba de antígeno está disponible en el hospital sin afectar la necesidad del servicio a los pacientes, las pruebas se le ofrecen al acompañante o paciente ambulatorio para que se las hagan en el momento y no pierdan el servicio o la visita. También recomendamos que aquellos que tengan alguna condición especial u objeción válida que no les permita cumplir con la ley, que se comuniquen con el personal hospitalario para coordinar algún arreglo especial para que su entrada no se vea afectada. Las opciones de desvíos son limitadas, pues los hospitales no hacen la regla ni crean la política del Estado, pero el personal hace todo lo posible para que se provea el servicio o se lleve a cabo la visita. Por ejemplo, recientemente, recibimos a un acompañante de un paciente admitido a una unidad de cuidado crítico que no cumplía con los requisitos gubernamentales para la entrada a la unidad, pero, mediante el diálogo, pudimos buscar una alternativa que protegiera no solo al familiar de esa persona sino también a los demás pacientes, visitantes y empleados de esa unidad. Estas situaciones pueden ocasionar momentos incómodos motivados por la falta de conocimiento o paciencia, pero en los hospitales ya hemos desarrollado la resiliencia de trabajar con las emergencias y siempre seguimos brindado el servicio a nuestras comunidades. Siempre que esté a nuestro alcance, el hospital hará los arreglos para que se provea el servicio o se pueda dar la visita.

El hospital tiene que hacer un balance entre los intereses de todos —no solo de la seguridad del paciente y sus familiares, sino también la de todos nuestros empleados. Si sabes que no cumples con los requisitos de entrada, te rogamos que no llegues a nuestras puertas con animosidad –los encontronazos afectan tanto al paciente como el entorno de trabajo de sus cuidadores. Estudios recientes demuestran que en los últimos dos años, los profesionales de la salud han trabajado sin parar y ahora ya se encuentran agotados física y emocionalmente. Les ha tocado vivir momentos tristes como frente de batalla a la pandemia. Exhortamos al público a ser empático con la labor de los empleados hospitalarios, cooperando con su trabajo con paciencia y comprensión. Llegará el momento en que los podamos recibir nuevamente con los brazos abiertos, sin tantos requisitos. En lo que ese día llega, les prometemos que los recibiremos con los equipos y procesos que sean necesarios para que estén seguros y puedan recibir los tratamientos de salud que necesitan.

Referencia

https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/prevention.html

La autora es epidemióloga del HIMA San Pablo Caguas.