Los problemas oculares son comunes en pacientes con enfermedad de la tiroides. Estas manifestaciones pueden ir desde síntomas bastante comunes y manejables, así como también, en casos extremos, pueden llegar a ocasionar una ceguera permanente.

Debemos establecer que la tiroides es una glándula que se encuentra en la parte delantera del cuello y produce hormonas para ayudar a controlar el metabolismo.

Cuando el sistema inmunológico ataca la glándula tiroidea, esta produce una cantidad excesiva de hormonas, a esto se le conoce como hipertiroidismo o enfermedad de Graves.

Cuando la enfermedad de Graves ataca los ojos, se conoce como enfermedad ocular tiroidea.

“Al igual que otras enfermedades como la diabetes, la tiroides puede afectar los ojos de diferentes maneras. Cuando se presentan problemas oculares debido a la tiroides, a estos pacientes se les brotan los ojos, no toleran el calor, están agitados, ansiosos y como hyper”, explicó el oftalmólogo Ian Piovanetti.

Uno de los principales síntomas es la resequedad en los ojos, manifestación que puede ser común para cualquier persona, pero que, en el caso de los pacientes de tiroides, es un síntoma que se presenta con mayor severidad.

“Empieza la resequedad, eso es lo más común, pero de forma más severa. También pueden llorar los ojos y estar enrojecidos. Esa resequedad es uno de los síntomas más comunes”, sostuvo el especialista.

Ya después de la resequedad, el doctor Piovanetti sostuvo que el paciente puede comenzar a experimentar un exoftalmo, que es la proyección o la salida hacia afuera del globo ocular, lo que se conoce como “ojos saltones”.

“Los ojos empiezan a salirse para afuera porque se hinchan los tejidos alrededor, incluyendo los músculos que usamos para moverlos. Al hincharse la parte de atrás de los ojos, estos se salen hacia afuera. Pero, es bien raro que ocurra por los tratamientos de tiroides. Lo más común es que se presente la resequedad del ojo”, detalló el médico.

Sin embargo, cuando al paciente se le brotan los ojos, puede tener diversas complicaciones, las cuales se pueden presentar en uno o en ambos ojos. Los síntomas dependen de cuánto salgan los ojos de su estado normal o si se tratan a tiempo.

“Esto puede causar que el paciente vea doble, que los párpados no cierren bien, que se sequen los ojos más todavía y el movimiento de los ojos puede doler. También puede causar que la visión disminuya, porque esa presión detrás de los ojos afecta los nervios, y eso causa que perdamos vista. Inclusive, un caso extremo, pudiera dejar a una persona ciega permanentemente”, afirmó el galeno.

Los pacientes que están más expuestos a padecer de estos problemas oculares son aquellos que tienen la tiroides descontrolada, pero el oftalmólogo indicó que es posible ver estas condiciones aún en pacientes con la tiroides controlada por tratamientos.

Piovanetti afirmó que los pacientes fumadores que padecen de la tiroides, tienen diez veces más probabilidades de presentar problemas en los ojos, por lo que es recomendable dejar el uso de la nicotina.

Estas condiciones oculares se pueden diagnosticar en un examen visual, un CT Scan o un ultrasonido de las órbitas. Generalmente se trata la tiroides con medicamentos por boca para mantenerla controlada y así evitar que se generen condiciones oculares, pero, aun así, es posible padecerlas.

“Lo más común es que se presenten problemas en los pacientes con hipertiroidismo, pero, aunque no es común, pudiera verse en pacientes de hipotiroidismo”, señaló el doctor.

Generalmente, los tratamientos de lubricantes y esteroides son efectivos, pero, cuando las condiciones son muy severas, no se pueden revertir, y se opta por la intervención quirúrgica para evitar complicaciones asociadas.

“Cuando el ojo está bien seco, se trata con lubricantes o lágrimas artificiales en gotas o en ungüento. También se pueden dar esteroides (cortisona). Además, se pueden colocar compresas frías. Si al paciente le molesta la luz, puede usar gafas. Si le molesta no poder cerrar bien los ojos para dormir, se pegan con un ʿtapeʾ durante la noche”, explicó.

Cuando nada de esto funciona, hay que hacer cirugía. La cirugía puede ser para cerrar los párpados un poco para que no se queden abiertos. Si el paciente está viendo doble, se hace cirugía de estrabismo. En algunos casos, si los ojos están muy hacia afuera, es que todo está hinchado, así que se hace una descompresión de la órbita, que es crear un poco de espacio para que quepa todo”, puntualizó el oftalmólogo, quien dirige el Centro Oftalmológico Metropolitano, en San Juan y Fajardo.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.