Encargada de regular el metabolismo y estimular el crecimiento, entre otras funciones vitales, la glándula tiroides es un órgano que produce hormonas que inciden en múltiples procesos corporales. Por lo tanto, un funcionamiento inadecuado de la tiroides tiene importantes consecuencias como efectos perjudiciales en el sistema reproductor y la salud sexual.

De acuerdo con la doctora Leticia Hernández Dávila, la tasa de prevalencia de las enfermedades relacionadas a la tiroides en Puerto Rico es de 23 % aproximadamente.

Asimismo, la endocrinóloga comentó que, en cuanto a los casos vinculados al hipotiroidismo, la proporción estimada es de 6 a 8 mujeres por cada hombre. El hipotiroidismo, asociado a la producción insuficiente de hormonas, es la enfermedad de la tiroides más común.

Así, las personas más afectadas por todas las enfermedades tiroideas —entre las que también se encuentran el hipertiroidismo, o la producción de hormonas mayor de las necesarias, y el cáncer de tiroides— son las mujeres de 45 a 50 años, según la doctora Hernández Dávila.

Eso sí, es importante considerar la alerta que se da en relación con las altas tasas mundiales de cáncer de tiroides relacionadas con el sobrediagnóstico.

“El sobrediagnóstico es el diagnóstico de un tumor que no progresaría hasta causar síntomas o la muerte en la vida de un individuo”, expuso el comunicado de prensa del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer titulado Nuevo estudio del CIIC sobre la expansión mundial del sobrediagnóstico del cáncer de tiroides.

El documento, publicado en mayo de 2020, añadió que “el sobrediagnóstico del cáncer de tiroides afecta predominantemente a las mujeres de mediana edad”. Más adelante, apuntó que “el sobrediagnóstico puede convertir a personas sanas en pacientes y exponerlas a daños innecesarios”.

¿Cómo afectan las enfermedades tiroideas a las mujeres?

Los efectos de estas son diversos. Por ejemplo, aunque no se ha llegado a un consenso y las conclusiones pueden variar, hay investigaciones que establecen una asociación entre el hipotiroidismo y el riesgo de padecer disfunciones sexuales. Esto es un asunto que continúa en investigación.

Por su parte, la doctora Hernández Dávila mencionó que los posibles efectos de las enfermedades tiroideas incluyen la merma de la libido o el deseo sexual, así como cambios en la menstruación y problemas de fertilidad.

Del mismo modo, la Oficina para la Salud de la Mujer (OWH, por sus siglas en inglés) detalla que el hipotiroidismo puede provocar menstruaciones muy abundantes y prolongadas, y el hipertiroidismo puede producir menstruaciones más escasas y ligeras de lo normal.

“Tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo pueden dificultar el embarazo. Esto se debe a que los problemas con la hormona tiroidea pueden alterar el equilibrio de las hormonas que provocan la ovulación”, informa OWH en su sección sobre las enfermedades de la tiroides. “El hipotiroidismo también puede hacer que tu cuerpo produzca más prolactina, la hormona que le dice a tu cuerpo que produzca leche materna. Un exceso de prolactina puede impedir la ovulación”.

Igualmente, la doctora Hernández Dávila informó que el riesgo de aborto espontáneo puede aumentar con los niveles altos de TSH. Asimismo, el hipotiroidismo no tratado adecuadamente puede afectar el desarrollo del feto.

“Esto no quiere decir que se le van a hacer pruebas de tiroides a todas las mujeres”, subrayó la endocrinóloga. “Primero, debemos hacer un historial médico y un examen físico apropiados”, dijo, para advertir sobre el cribado excesivo o innecesario.

También, en el momento del parto, el hipotiroidismo descontrolado puede ocasionar sangrado excesivo. La preeclampsia o el aumento de la presión arterial durante el embarazo es otro riesgo de las enfermedades tiroideas.

Entre las recomendaciones que la endocrinóloga compartió para abordar el asunto de las enfermedades tiroideas y la salud sexual y reproductiva de las mujeres se encuentran:

  • Consulta con tu especialista. Mantén un registro de los síntomas y presta atención también a aquellos que son inusuales. Compártelos con tu médico, aunque pienses que no tienen relación con la tiroides.
  • Lleva un diario para monitorear tu ciclo menstrual.
  • Conversa con tu especialista sobre planificación familiar y aclara todas las dudas que tengas sobre la atención y el manejo de la enfermedad de la tiroides durante el embarazo.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.