La menopausia trae consigo cambios que afectan la vida de la mujer y uno de ellos es la disfunción sexual. Este aspecto de su vida íntima suele ser difícil porque puede comprometer sus relaciones de pareja, su autoestima e impactar sus emociones.

“Hay distintos tipos de disfunción sexual; está la falta de deseo, la falta de excitación y el que la paciente no tenga un orgasmo. Estos síntomas son el resultado de los cambios que atraviesa el cuerpo de la mujer en esta etapa de la vida”, explicó la ginecóloga Sheila Ashby.

La disfunción sexual puede ser multifactorial, o sea, que puede deberse a diversos factores que inciden en esta falta de deseo en la intimidad, pero la menopausia es, sin duda, un factor clave, ya que el comportamiento sexual de la mujer tiene mucho que ver con los cambios hormonales que atraviesa en esa etapa de la vida.

“Cuando las mujeres llegamos a la menopausia, significa que los ovarios no están funcionando y dejan de producir sus hormonas adecuadamente, esto incluye la testosterona, que es la hormona principal del deseo sexual. También se pierde el estrógeno, por lo que la mujer desarrolla atrofia o resequedad vaginal y las relaciones sexuales se vuelven dolorosas, lo que puede llevarlas a negarse a tener ese encuentro sexual”, expuso.

Otro aspecto físico que puede influir en la disfunción sexual es el insomnio, que es otro síntoma que viene con la menopausia y que puede ser producto de los llamados hot flashes o sofocos, sobre todo en las noches.

“Puede que esa mujer lleve tres días sin dormir bien por los sofocos y llega el día en que no tiene ese síntoma y, por fin, puede dormir, así que no le interesa tener ese encuentro”, detalló la experta en ginecología.

Sin embargo, además de estos síntomas físicos que llegan con la menopausia, la mujer también atraviesa procesos emocionales, que son normales en esa etapa de vida, que pueden afectar su interés sexual.

“Tenemos que sumarle el cambio de humor que afecta ese deseo sexual. Hay pacientes que, simplemente, no quieren tener relaciones porque no soportan al marido o tuvieron una discusión y se quedaron pensando en eso. Hay múltiples factores que tienen que ver con tener una buena relación de pareja porque, si no la hay, no va a haber el deseo”, señaló la doctora Aubry.

El rol que asume la mujer dentro y fuera del hogar, es otro aspecto que incide en estos cambios, pues todas esas responsabilidades terminan por agotarla y dejar su deseo sexual en un segundo plano. Además, existe una disparidad natural en torno a los cambios que atraviesan tanto la mujer como el hombre en la etapa de la adultez, que pueden traer esa diferencia en el deseo sexual.

“La vida cotidiana de las mujeres es fuerte y, muchas veces, lo que quieren es llegar a la casa y acostarse a dormir. Pero, la realidad es que podemos distinguir entre el hombre y la mujer cuando a la mujer le empiezan a bajar las hormonas, particularmente la testosterona, porque, lo primero que le empieza a bajar es el deseo sexual. En el caso del hombre, eso es lo último que pierde cuando tiene la testosterona baja. Obviamente, va a llegar un momento en que el hombre va a tener ganas y la mujer no. Siempre hay sus excepciones, pero, eso es lo que ocurre comúnmente, a medida que van pasando los años”, afirmó la doctora Aubry.

También se debe tomar en consideración si hay factores externos a la menopausia que pueden estar provocando esa disfunción sexual en la mujer como es el caso del uso de alcohol, cigarrillo y los efectos de medicamentos recetados para otras condiciones de salud como alta presión o depresión, “ya que hay muchos medicamentos que, al tomarlos, pueden afectar la libido”, dijo.

Sea cual sea la raíz del problema de disfunción sexual, esto puede traer complicaciones adicionales a la vida de la mujer como depresión o pérdida de su matrimonio, pero también hay consecuencias físicas.

“Hay pacientes que, si no tienen relaciones por mucho tiempo, esa apertura de la vagina se va estrechando y después, si tratan, no pueden. La resequedad vaginal se debe tratar porque eso contribuye a que esas paredes de los labios se vayan pegando poco a poco y, entonces, tener relaciones puede que sea hasta imposible porque no puede ocurrir la penetración”, detalló la ginecóloga.

¿Cómo la mujer puede identificar la disfunción sexual para buscar ayuda?

“Tiene que haber un problema que lleva ocurriendo ya más de seis meses y que la paciente pueda identificar que en más del 75 % de las ocasiones que ha intentado o se le ha hecho el acercamiento para tener algún tipo de intimidad, está presentando estos síntomas, ya sea la falta de deseo, o que no tiene orgasmo o que simplemente no se excita”, aseguró la doctora.

Aunque la disfunción sexual no necesariamente tiene que ser producto de la parte hormonal, es necesario que la fémina acuda a su ginecólogo para buscar la solución a los síntomas que está experimentando.

“Hay medicamentos para la resequedad vaginal, la parte de la excitación, se trabaja; hay médicos que se dedican a eso y le van dando distintos ejercicios a la pareja para que se vaya conociendo”, dijo.

Si la mujer identifica que presenta problemas en su vida sexual, lo importante, según la ginecóloga, es atreverse a buscar soluciones.

“No tengan miedo en hablarlo porque es mucho más común de lo que piensan. Hay mucha gente que sigue pensando, lamentablemente, que es un problema que tienen, cuando, en realidad, es un proceso natural”, concluyó la ginecóloga.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.