Tomar decisiones a diario parece inevitable. Desde lo más trivial como la selección del calzado para el día, hasta lo más significativo como la elección de las personas con las que se compartirá durante el tiempo libre, tiene la capacidad de cambiar aspectos fundamentales de la vida de las personas.

Reconocer que las decisiones que se toman podrían impactar, de manera significativa, el rumbo de la vida puede ser paralizante, estresante e, incluso, provocar la evitación de decidir por miedo a desacertar. No obstante, a la larga, evitar tomar una decisión podría ser más perjudicial.

“Las personas que se quedan continuamente evaluando posibilidades y no toman decisiones, muchas veces, desarrollan trastornos de ansiedad”, explicó la psiquiatra de niños y adolescentes Karen Martínez González.

Si pasa mucho tiempo con esta conducta de no tomar las decisiones, puede resultar en una depresión porque la persona empieza a pensar negativamente de sí misma, lo que baja la autoestima, señaló. Se le suma que, a veces, el estrés que da tomar decisiones pudiese llevar a un problema de uso de drogas o abuso del alcohol.

La salud mental es clave en el proceso de tomar decisiones, pues no tan solo evitar tomar decisiones puede afectar el estado mental, sino que, también, las condiciones mentales de la persona influyen en cuán efectiva sea al momento de decidir.

A modo de ejemplo, Martínez González mencionó que a las personas que sufren de ansiedad se les suele dificultar el proceso de tomar decisiones.

Según la enciclopedia médica MedlinePlus, la ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud, mas las personas con trastornos de ansiedad experimentan estos sentimientos de forma amplificada y continua.

Entonces, cuando se trata de tomar decisiones, las personas con este padecimiento podrían sentir un miedo paralizante que les impida tomar una decisión por el temor de errar, apuntó la médica.

La buena noticia es que no importa si el individuo es determinado o indeciso. Hay formas de mejorar en lo denominado profesionalmente como el “arte de tomar decisiones”. En entrevista, la también directora del Departamento de Psiquiatría del Recinto de Ciencias Médicas destacó cinco recomendaciones para decidir efectivamente.

1. Espera a tener neutralidad emocional

Se recomienda evitar la toma de decisiones cuando se estén experimentando sentimientos extremos de tristeza y coraje, entre otros.

Martínez González expresó que esta recomendación se les hace a las personas debido a que, cuando el cerebro humano activa los centros emocionales, apaga la corteza prefrontal. Esta es el área del cerebro que, entre otras funciones, permite evaluar y controlar los deseos instintivos, basándose en la experiencia y el contexto específico, por lo que es esencial al momento de tomar una decisión.

Lo ideal es estar en un estado emocional calmado para decidir lo más correctamente posible.

Para lograr calmar las emociones, la doctora puntualizó que, con sus pacientes, utiliza la técnica conocida como “5-4-3-2-1″.

En escritos académicos, esta práctica se describe como una técnica para calmar la ansiedad de las personas por medio de los cinco sentidos. El individuo debe concentrarse en los objetos que puede ver, oír, sentir, oler y saborear en ese momento. De esta forma, se podrá distraer de las emociones excesivas.

2. Asegura tener la información necesaria

Al momento de decidir algo, procura preguntar, investigar y entender lo que tu decisión significa para ti y las personas en tu entorno. Una vez estés lo suficientemente informado, sentirás más confianza al tomar la decisión.

Martínez González especificó que este consejo es particularmente útil para las personas con problemas de concentración y atención que tienden a tener dificultad para tomar decisiones porque entienden que no lograron recopilar toda la información necesaria para decidir con seguridad.

3. Escribe listas

En ocasiones, la información recopilada puede ser abrumadora. Escribir una lista con los datos más pertinentes provee claridad sobre la decisión más correcta.

“Crear listas de pros y contras de una decisión ayuda a que la persona se organice y se asegure de que está contemplando toda la información necesaria para tomar la decisión”, comentó.

4. Autorreflexiona

Es importante saber

cómo la decisión afectará los distintos ámbitos de la vida. Por tanto, la persona debe preguntarse cómo se sentirá al decidir, cómo cambiará su rutina y cómo afectará a las personas a su alrededor, entre otros aspectos. Contestar interrogantes similares a estas ayuda a que se forme una opinión individual fuerte con relación a la decisión que se tomará.

5. Consulta tus opciones con otras personas

Luego de haber desarrollado una opinión personal acerca de las posibles decisiones, puede ser beneficioso consultar con alguien que pueda brindar recomendaciones a base de sus propias experiencias.

“Tener la perspectiva de otra persona nos ayuda a nosotros mismos a esclarecer lo que queremos hacer”, enfatizó Martínez González.

Tomar decisiones no siempre será fácil, especialmente cuando parece que pueden definir toda una vida. Si aun con estas recomendaciones, tomar decisiones representa un temor paralizante es importante que solicites la ayuda de un profesional de la salud mental que te pueda brindar la guía necesaria.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.