El patólogo es el médico que examina tu tejido, a través de un microscopio para dar un diagnóstico. El contenido del informe patológico está relacionado con el tipo de muestra recibida. Muchas veces, estas muestras provienen de una biopsia. Cabe destacar que no todas las biopsias son iguales ni se obtienen por las mismas razones.

En cuanto a los senos, usualmente, la primera biopsia es una muestra pequeña, representativa de una lesión identificada radiológicamente (mamografía, ultrasonido, resonancia magnética o tomosíntesis).

Los tipos de biopsias y procedimientos son: aspiración por aguja fina (FNA), biopsia de aguja asistida por resonancia magnética, por mamografía estereostática o ultrasonido y biopsia excisional.

El tipo de biopsia lo determina el médico que la realizará, dependiendo del tamaño y las características de la lesión, su localización y visualización, entre otros factores.

Es importante que el paciente esté orientado sobre el procedimiento que se le estará realizando y el tipo de muestra que se tomará. De esta manera, entenderá mejor el informe patológico cuando lo discuta con el médico que ordenó el estudio.

El patólogo enviará el resultado directamente a ese médico y puede enviar copia al resto del equipo médico que estará ofreciendo seguimiento y tratamiento, si así lo amerita el resultado.

Lo que ocurre con tu muestra

La muestra, independientemente del tamaño, es preservada en sustancias que fijan el tejido (normalmente formalina). Luego de ser procesada por varias horas adicionales, es colocada en un bloque de parafina para poder obtener cortes seriados colocados en laminillas y ser observados bajo el lente del microscopio por un patólogo. Todo laboratorio debe fijar la muestra por un mínimo de seis horas o un máximo de 72 horas, cumpliendo así con los códigos de control de calidad del Colegio Americano de Patólogos. Esto es necesario para la exactitud de las pruebas adicionales que requiere el tejido, de ser positivo a cáncer.

Dichas pruebas adicionales evalúan: receptor de estrógeno (ER), receptor de progesterona (PR) y la proteína de factor de crecimiento epidermal (Her 2/neu). Estos resultados determinan el tratamiento y el pronóstico del paciente, en conjunto con las características patológicas del tumor.

En los casos en los que se reciben muestras más grandes como lumpectomías, mastectomías (parciales o totales) o nódulos axilares, el proceso puede tardar un poco más debido a la cantidad de cortes que se examinan y a la complejidad de cada caso.

El reporte patológico inicial debe especificar el tipo de cáncer, entre los más comunes:

  • Invasivo ductal (de 50 a 75 %)
  • Invasivo lobular (de 10 a 15 %)
  • Tubular
  • Mucinoso
  • Papilar
  • Metaplástico

Además, debe contener el grado de diferenciación histológico del tumor, expresado en forma numérica o en palabras:

  • Bien diferenciado (Grado 1)
  • Moderadamente diferenciado (Grado 2)
  • Pobremente diferenciado (Grado 3)
  • Si se observa invasión vascular, debe mencionarse.

Detalles y precisión del diagnóstico

El reporte de muestras obtenidas por el tratamiento requiere mayor complejidad. Además del tipo de cáncer con su histología correspondiente, debe estar en el reporte el tamaño del tumor, el estatus de márgenes quirúrgicos, si tiene o no invasión vascular, envolvimiento de la piel o el pezón, si están presentes; cambios relacionados con tratamiento previo a la excisión, identificar el lugar de la biopsia previa y encontrar el marcador quirúrgico (clip) si existe.

En caso de que tenga nódulos axilares, debe reportarse el total de estos en relación con los positivos, incluyendo el foco metastático de mayor tamaño y si el tumor se extiende fuera del nódulo. Para identificar correctamente todo esto es vital la comunicación y el debido historial clínico entre el patólogo y todo el equipo médico que sigue al paciente.

El cáncer de seno es uno de los que más requieren un equipo multidisciplinario trabajando en conjunto por el bienestar y la mejor recuperación posible del paciente.

Un diagnóstico patológico certero conduce al mejor tratamiento posible. Por tanto, la experiencia que posea un patólogo es de suma importancia, al igual que la información clínica que este reciba. En casos de malignidad, siempre es aconsejable buscar una segunda opinión.

Recursos al alcance

Se exhorta a toda persona que sienta una molestia, una masa o alguna sospecha, por mínima que sea, a acudir a su médico de inmediato. Solo una de cada cinco personas que se realizan biopsias de seno tiene un diagnóstico maligno. Si te toca a ti, ármate de valor y esperanza, pues cada tumor es único y las opciones de tratamiento son variadas, ya que los tumores no leen los libros ni las estadísticas.

Asegúrate siempre de estar bien informada, antes de tomar una determinación que podría cambiar tu vida.

La autora es subespecialista en patología de mama y oncológica, y directora del Laboratorio Puerto Rico Pathology.