El cáncer de seno es el cáncer más frecuente en las mujeres, pero, gracias a su detección temprana y tratamientos médicos, la calidad y la expectativa de vida de las pacientes cada vez son mayores. Sin embargo, los tratamientos contra el cáncer suelen ser agresivos y pueden llegar a afectar los dientes, la cavidad oral y las glándulas salivares de diferentes maneras. Por esto, se recomienda que todo paciente visite al dentista, al menos, cuatro semanas antes de comenzar cualquier tratamiento contra el cáncer para realizar una limpieza profunda de sus dientes, corregir caries o dientes infectados y verificar que sus dentaduras estén bien adaptadas.

Además, si la paciente o el paciente han sido sometidos a alguna cirugía dental deben esperar, al menos, dos semanas para que haya una cicatrización adecuada, antes de comenzar cualquier tratamiento contra el cáncer.

Efectos secundarios de los tratamientos orales

La quimioterapia puede ocasionar dolor en la boca y las encías, ardor en la lengua por descamación de las papilas, cambios en el gusto y disminución en la capacidad de combatir infecciones. También es muy común que aparezcan úlceras en la garganta y las encías, que suelen ser dolorosas. Estos efectos secundarios de la quimioterapia generalmente desaparecen al finalizar el tratamiento.

La radioterapia puede afectar las glándulas salivares, ocasionando resequedad en la boca (xerostomía) por disminución de saliva o mayor viscosidad de la saliva, lo que aumenta el riesgo de caries e infecciones, y altera el gusto. La reducción en la salivación también puede causar mucositis, que es una inflamación, enrojecimiento y dolor en el tejido oral, la lengua y la garganta, que puede ocasionar dificultad para comer y tragar. Para contrarrestar esta resequedad es importante mantenerse hidratado. Se deben utilizar enjuagues sin alcohol y que fomenten la producción de saliva, humectantes bucales y goma de mascar sin azúcar. Colocar un humidificador en el cuarto también ayuda a evitar la sequedad en la cavidad oral. La radioterapia también puede causar úlceras en la boca, pérdida de hueso y rigidez en la mandíbula. Estos efectos secundarios de la radioterapia pueden tardar más tiempo en desaparecer.

El estrógeno y la progesterona estimulan el crecimiento de algunos cánceres de seno, por lo que, de ser necesario, tu médico podría recetarte terapia hormonal para disminuir la proliferación de células cancerosas y evitar la recurrencia del cáncer. Estos medicamentos podrían causar pérdida de hueso, dientes flojos y dolor en la articulación temporomandibular (TMJ). Por ello, es importante consultar a tu dentista antes de comenzar estos medicamentos para poder tratar cualquier condición que pudiera causarte problemas en un futuro.

Queda más que demostrado que, durante cualquier tratamiento para el cáncer, es de suma importancia mantener una higiene oral muy rigurosa, incluyendo tratamientos con fluoruro para prevenir las caries dentales. Se deben cepillar los dientes y la mucosa luego de cada comida con un cepillo de cerdas suaves y utilizar el hilo dental o cepillos interdentales. También se recomienda mantenerse hidratado e ingerir una dieta baja en azúcar, ya que las bacterias utilizan el azúcar de los alimentos y producen ácido que debilita los dientes, causando caries. Las pacientes deben visitar a su dentista por lo menos dos veces al año. La higiene oral de una paciente de cáncer de seno no difiere mucho de la higiene del resto de la población, pero sí debe ser más exhaustiva. Los dentistas estamos disponibles para ayudar a estas guerreras con la atención antes, durante y después del tratamiento contra el cáncer de seno.

La autora es dentista en Caparra Dental.