Los meses de septiembre y octubre son los que dan el comienzo oficial a la temporada de influenza. Si bien, en Estados Unidos, se reconocen como los meses pico durante la época de frío, en Puerto Rico no hay un tiempo específico que determine su comienzo.

Según explicó el doctor Miguel Magraner, director del Programa Medicina Interna del Hospital Damas de Ponce, “en Puerto Rico no hay picos, la influenza está durante todo el año. Por nuestra relación tan cercana con los Estados Unidos, los boricuas viajan a diversos Estados para visitar a sus familias y algunos traen la condición a la isla. Por eso es importante mantenerse vacunado”.

El galeno aclaró que la vacuna contra la influenza no está disponible todo el año, por lo que hay que tomar acción, yendo a vacunarse desde que los proveedores de salud la ofrecen. Además, esta vacuna está en el mercado hasta los meses de febrero a marzo todos los años.

“Todos los años, la vacuna cambia. A través de este proceso se analizan los datos, tomando la variante predominante con la que formulan la próxima vacuna para la siguiente temporada”, explicó, para detallar la importancia de vacunarse todos los años contra la influenza.

Algunos de los síntomas más comunes detallados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) son:

  • Fiebre o escalofríos (importante notar que no todas las personas con el virus presentarán fiebre)
  • Tos
  • Dolor de garganta
  • Secreción congestión nasal
  • Dolores musculares o corporales
  • Dolores de cabeza
  • Fatiga
  • Cansancio
  • En algunos casos, vómitos y diarreas; aunque es más común en niños que en adultos.

“Este virus se puede presentar como un catarro común. Uno de sus indicadores son los dolores musculares fuertes. Aquí los síntomas se presentan bien rápido con malestar de un día, o 24 horas o 48 horas, en donde estará con mucha debilidad muscular. Las personas que están a mayor riesgo al contagiarse con el virus son las personas mayores, los envejecientes encamados, los pacientes diabéticos, los asmáticos, los inmunocomprometidos, con condiciones renales o los que usen medicamentos inmunosupresores como los pacientes de cáncer”, dijo el especialista en medicina interna.

A su vez, reafirmó que los cuidadores de personas contagiadas con influenza deben vacunarse y tomar las medidas de prevención contra el contagio. Al igual que ocurre con el COVID-19, el uso de las mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento también son medidas preventivas para evitar el contagio con el virus.

“La atención se ha concentrado en la prevención del contagio contra el COVID-19. Este virus es uno novel y el ser humano no estaba preparado para esto. Es una pandemia y todavía permanece con ese nombre porque las variantes son agresivas. La vacuna contra la influenza es importante porque si el paciente se coinfecta con el COVID-19 la mortalidad es mayor. No hay ninguna razón médica por la que no se deba vacunar contra el COVID-19, a menos de que sea alérgico; o contra la influenza a menos que sufra del síndrome de Guillain-Barré”, mencionó el doctor en el Hospital Damas de Ponce.

En cuanto a la relación entre la micoplasma y la influenza, el perito en medicina interna presentó las diferencias principales. Este indicó que la influenza es un virus y la micoplasma es causado por una bacteria. Así como el síntoma mayor de la influenza es el dolor de cuerpo, el de la micoplasma son los cuadros respiratorios o las pulmonías conocidas como pulmonías de comunidad. Para detectar esta bacteria, el paciente se tendría que someter a pruebas de laboratorios. Esta enfermedad es tratada con antibióticos y recalcó que una de las comunidades más propensas a sufrirla son los niños, ya que se propaga cuando las personas están en grupos.

“La mayor exhortación que le puedo dar a la comunidad es que se vacune. Las vacunas son seguras y son las armas que tenemos para protegernos. Si no se hubiera encontrado la vacuna contra el COVID-19 no serían 600 mil personas muertas, tendríamos 800 mil o 900 mil muertes en Estados Unidos. Tenemos que preguntarnos, ¿cuántos casos de polio hemos visto en Puerto Rico en los últimos 40 o 50 años? ¿Cuántos casos de tétano hemos visto? Las vacunas son las armas esenciales”, así exhortó a la comunidad a que se vacune contra la influenza durante el comienzo de la temporada.