La obsesión por la productividad ha tenido su precio para miles de personas alrededor del mundo que no descansan lo suficiente. El resultado de no dormir las recomendadas siete u ocho horas es, precisamente, el opuesto, un descenso en la capacidad de concentración y enfoque para el trabajo continuo, según confirman múltiples estudios.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos certifican que una de cada tres personas no duerme lo suficiente, lo que se cataloga como un problema de salud pública.

“Debemos concientizarnos sobre lo importante que es dormir y yo creo que es básico para descansar física y mentalmente, y para consolidar la memoria”, advirtió el neumólogo y director médico del Centro de Desórdenes del Sueño del Hospital Auxilio Mutuo, Jesús R. Casal Hidalgo.

Según dijo, hay muchos problemas mentales y de memoria que se pueden resolver con una higiene del sueño apropiada.

Una persona promedio debe dormir de siete a nueve horas al día. El dormir menos, hace a las personas más susceptibles a desarrollar enfermedades y problemas de concentración, enfoque y de memoria.

La condición más común entre los baby boomers

Muchas personas la aceptan como normal, pero la apnea del sueño, esa interrupción de la respiración que suele generar ronquidos y resoplidos, es uno de los principales trastornos del sueño entre la población de 50 años o más.

Quienes la padecen, usualmente no asocian sus ronquidos con la patología, según explicó Casal Hidalgo.

“Se van acostumbrando a tener síntomas de que no se pueden concentrar, que ya no piensan igual, se les olvidan las cosas y puede ser que lo que tienen es apnea del sueño y que son síntomas que tú puedes revertir”, apuntó el especialista. Pero, la apnea obstructiva del sueño es una condición en sí misma que padecen entre el 15 y el 20 % de los hombres puertorriqueños, así como el 10 % de las mujeres puertorriqueñas.

Se trata de un colapso en las vías respiratorias o una obstrucción que puede durar entre unos pocos segundos hasta minutos y pueden ocurrir varias veces por hora. Dependiendo de la cantidad de episodios que se registren en una hora será la severidad del diagnóstico.

“Es una condición que, mientras más viejo uno se ponga, más prevalente es. Sí, es una condición en sí misma con unas consecuencias bien grandes en la salud de las personas”, agregó Casal Hidalgo.

Se considera un episodio de apnea un momento en el que deja de fluir el aire por 10 segundos. La enfermedad está presente cuando ocurren más de cinco episodios por hora.

Además de la edad, otros factores de riesgo tienen que ver con el sobrepeso, tener un historial familiar de apnea de sueño y obstrucción nasal por desviación del tabique, alergias o problemas de sinusitis.

Si no se atiende, puede dar lugar a otros problemas de salud como: alta presión arterial, derrame, fallos cardíacos, latidos irregulares y ataque cardíaco, diabetes, depresión y deterioro del trastorno de hiperactividad con déficit de atención.

Atención a una diversidad de síntomas

Según Casal Hidaldo, en las mujeres posmenopáusicas, la apnea del sueño es tan frecuente como en los hombres. Sin embargo, no todo el mundo manifiesta los mismos síntomas. En el caso de las mujeres, señaló, estas suelen describir ansiedad, insomnio y falta de concentración. Otras personas tienen dificultad para levantarse, están constantemente cansadas y se vuelven olvidadizas. Además, no todo el que ronca se siente cansado durante el día. Por eso, es importante la atención de un médico que pueda llegar a un diagnóstico individualizado.

Fácil de tratar y curar

“Es una condición bien fácil de tratar. Además, cuando la tratas, la puedes curar. Una vez tienes el diagnóstico de apnea del sueño, el tratamiento es bien sencillo. Lo puedes tratar, depende de la intensidad, con diferentes intervenciones”, estableció el especialista.

Así como el diagnóstico es individual, la terapia debe responder a las necesidades específicas del paciente y al impacto que la enfermedad tiene en su vida.

Uno de los tratamientos más comunes es utilizar una máquina que le provee al paciente una columna de aire que desprende la parte de atrás de la garganta de la lengua, facilitando la respiración. Al permitir el paso del aire, las personas que usualmente tienen múltiples episodios de apnea mientras duermen, dejan de roncar y dejan de tener complicaciones.

En el caso de personas que manifiestan apnea posicional —que roncan cuando están boca arriba, pero quizás no cuando duermen de lado—, el tratamiento puede consistir en utilizar unas correas o una cama de posiciones.

Para pacientes con la enfermedad leve, también se puede evaluar la posibilidad de utilizar una prótesis oral, que hala la lengua hacia el frente de la boca y evita la obstrucción del aire.

Otras enfermedades pueden afectar el sueño

Además de la apnea del sueño, hay otras enfermedades y condiciones que afectan la calidad del descanso, como la diabetes no controlada y los problemas de la tiroides, que pueden manifestarse con insomnio o sueño excesivo.

También se cuentan los problemas musculares y la fibromialgia, que pueden causar insomnio. En el caso de esta última, Casal Hidalgo resaltó que al tratarla efectivamente, se puede revertir el insomnio, a la vez que se mejora la condición.

Casal Hidalgo enfatizó que muchas veces la única manifestación de la depresión es el insomnio.

“Estos pacientes pueden llegar al médico porque no pueden quedarse dormidos y realmente están escondiendo problemas de depresión que podemos tratar y ponerlos a dormir nuevamente, y romper ese círculo vicioso donde te deprimes, no puedes dormir y, como no puedes dormir, te deprimes”, señaló.

Por otra parte, hay medicinas cuyos efectos secundarios tienen que ver con alteraciones en los patrones de sueño.

En todos estos casos, Casal Hidalgo indicó que se puede trabajar con un equipo de profesionales de la salud multidisciplinario que redunde en una mejoría de la calidad de vida de los pacientes.

“El sueño es bien importante y considerarlo como una parte integral de la salud es básico para poder responder a terapia y evitar otras condiciones médicas”, subrayó el especialista.