Carmelo Anthony aceptó permanecer en Nueva York por varias razones. Además de los $123 millones que recibirá por los próximos cinco años, aspira ganar un campeonato con los Knicks para así obtener el respeto y reconocimiento que tanto lo ha evadido.

Durante los campos de entrenamiento de los Knicks, Anthony ha sido bombarbeado por las dudas sobre su capacidad para, precisamente, cargar al equipo en una cargada Conferencia del Este.

“Creo que soy la superestrella menos preciada, pero no tiene importancia para mí”, respondió Anthony. “Sé de lo que soy capaz. Sé el trabajo y la dedicación que le pongo a mi trabajo. Sé lo consistente que he sido durante mi carrera”.

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Sin dudas, Anthony es uno de los mejores jugadores ofensivos en toda la NBA, pero su éxito individual no ha sido transferido al éxito en conjunto. En sus primeras 11 temporadas, solamente ha pasado de la primera ronda en los playoffs en una ocasión.

Quizás, este será el año que cambie su suerte.