La emotiva travesía del canastero Ysmael Romero con la selección nacional de Puerto Rico tendrá el domingo 27 de este mes un segundo capítulo con un poco más de profundidad a nivel personal cuando al jugador, nacido en Cuba, le toque regresar a la tierra que le vio nacer para, con la camiseta boricua, enfrentarse al combinado de su país, cuyo uniforme sudó por años.

Ese día, como parte de la segunda ventana de los clasificatorios de América a la Copa del Mundo FIBA 2023, Puerto Rico se medirá a Cuba en la Ciudad Deportiva de La Habana, luego de haberse enfrentado a Estados Unidos en Washington, D.C. el jueves 24 de febrero.

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Y pese a su imponente físico de 6′9″, su agresividad en la cancha y su hablar pausado, el rostro de Romero cambió al decir que aunque ya será su segunda ocasión con el equipo nacional boricua, lo cual hace más cómoda la situación, a la vez siente más ansiedad que en la ventana anterior.

“Sinceramente tengo miedo. Pero soy un profesional y sé que Dios me va a guiar por el camino correcto para que las cosas salgan como salieron en México, que al final todo estuvo bien. Simplemente voy a hacer mi trabajo, jugar baloncesto y respetar al rival, que es lo más importante”, dijo en una práctica del combinado puertorriqueño.

Nacido en Santa Clara hace 30 años, decidió quedarse en Puerto Rico luego del Centrobasket del 2012. Desde entonces ha residido en la Isla, donde estudió, jugó baloncesto a nivel de la Liga Atlética Interuniversitaria y del Baloncesto Superior Nacional.

En septiembre del pasado año la Federación de Baloncesto de Puerto Rico anunció que había iniciado el proceso de naturalización de Romero, y con la aprobación de la Federación Cubana de Baloncesto y de FIBA, el trámite se completó un mes más tarde. En noviembre le tocó, por primera vez, estar en el otro lado de la cancha ante la selección cubana en un partido efectuado en México en el que Romero acumuló 18 puntos y ocho rebotes en el triunfo de 69-60.

Romero aclaró que no siente miedo de que pueda suceder algo en su contra o en contra de su familia. Y luego cambió el adjetivo a ansiedad.

“Lo que pasa es que van a estar mis padres, mis abuelos y mi hija viendo, entonces de ahí es que sale un temor de hacerlo bien. No diría que es ni miedo, es como ansiedad. Es algo que tengo que controlar y saber manejar”, sostuvo. “Va a ser un buen partido en Cuba. Tanto nosotros como ellos necesitamos la victoria, así que iremos a sacar un triunfo”.

“Pero no hay distracción. El miedo creo que lo tenemos todos al final del día. En partidos así de grandes todos tenemos ese poquito (de miedo). Y ahí es cuando sale lo que trabajamos todos los días y lo que entrenamos. Estoy confiado por esa parte”, agregó.

Ysmael Romero debutó con el seleccionado de Puerto Rico en noviembre durante la primera ventana de los clasificatorios para el Mundial FIBA 2023.
Ysmael Romero debutó con el seleccionado de Puerto Rico en noviembre durante la primera ventana de los clasificatorios para el Mundial FIBA 2023. (Archivo / FIBA)

Romero dijo que, a la vez, en esta ocasión se siente un poco más cómodo que en México en su debut. Y en caso de que le hiciera falta, sabe que tiene el apoyo de sus compañeros del seleccionado borincano, cuyos integrantes saben de su compromiso con Puerto Rico.

“Los muchachos saben la situación que hay y la Federación sabía de este momento. Se habló y sé que voy a tener el apoyo de todos en ese momento”, sostuvo. “Es un sueño hecho realidad. Mis abuelos, en esta etapa como profesional, no me han podido ver jugar. Y quiero que se lo disfruten y a eso vamos”.

Al final, el viaje a su país a jugar contra su país, podría terminar enriqueciendo las relaciones de Romero con sus excompañeros de Cuba y hasta con los mismos boricuas.

“Ellos (los cubanos) son mis hermanos. Estuvimos más de 10 años prácticamente viviendo juntos todos los días y hay mucho respeto. En el juego (en México) se vio que todo fue muy profesional. Luego nos fuimos a comer, disfrutamos, y creo que de eso se trata del deporte. Se crea un vínculo familiar que no lo rompe nadie”, concluyó.