Los Leones de Ponce de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) que jugaron su primera temporada en ocho años en el torneo fueron competitivos, pero no completaron la meta de clasificarse a la postemporada, algo que estuvo a su alcance.

Esa combinación de ser competitivos pero haber quedado eliminados dejó al dirigente y gerente general del conjunto, Edwin Rodríguez, con sentimientos encontrados.

“Estoy bien satisfecho, pero no conforme”, dijo.

La satisfacción proviene del esfuerzo empleado para armar y dirigir a un equipo que, de no tener ni “bates ni bolas” durante ocho temporadas, tuvo un regreso competitivo a la LBPRC, en la que tuvo vida hasta el último día de la temporada y en la que finalizó jugando para promedio de .500 en el balance de victorias y derrotas (25-25).

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Inclusive, para su mérito, Ponce se dio la oportunidad de llegar con vida a la jornada final al vencer el martes a los Cangrejeros de Santurce, que era el equipo al que le tenía que disputar el cuarto y final espacio de clasificación a la postemporada.

Mientras, la inconformidad proviene de haber estado metido dentro de la clasificación a la postemporada durante el mes de diciembre y no haber retenido esa posición. La mejor etapa de Ponce en el torneo, la que incluso unió siete victorias en línea, sucedió a la peor racha de juegos que sacó a los Leones de la clasificación.

El balance entre un sentimiento y otro resulta, sin embargo, en un saldo positivo para el dirigente y gerente general.

“Nos satisface, pero nos frustra porque las oportunidades las tuvimos nosotros y las desperdiciamos. Y eso es característico de un equipo joven, que puede jugar o bien bueno o bien malo”, dijo.

“Pero cuando uno mira para atrás hay que estar satisfecho”.

Dentro de lo colectivo, los Leones tuvieron buenas actuaciones individualidades, tanto de sus peloteros nativos, como de los importados.

Preguntado al respecto, Rodríguez mencionó a varios miembros del equipo, desde el lanzador nativo Fernando Cabrera (4-2, 3.32) al lanzador importado Pedro Echemendía (1.16 era en 31 entradas).

Jesmuel Valentín fue de los líderes ofensivos de los Leones con 25 carreras anotadas y 22 impulsadas.
Jesmuel Valentín fue de los líderes ofensivos de los Leones con 25 carreras anotadas y 22 impulsadas. (Suministrada / LBPRC)

“Hay que comenzar con el eterno prospecto, productivo todavía, Fernando Cabrera. Hay Fernando para rato. Fue una nota bien positiva. Está Jesmuel (Valentín) que fue el líder vocal y en el terreno del equipo. Trei Cruz, Miguel Ausúa, a quien nadie conocía, Kevin Santa son otros”, mencionó Rodríguez.

“Y entre los importados están Dairón Blanco, el bateador designado J.C. Escarra, el relevista Alexis Rivero y Echemendía. Son candidatos a repetir y le da un positivismo al futuro del equipo”, agregó.

Blanco fue el líder bateador del equipo con .301 y en bases robadas con 26. Anotó 26 carreras.

Para el futuro, Rodríguez dijo que buscarán hablar con los nativos que estarán disponibles para luego reforzar al equipo con los importados y dar el paso de avance a la postemporada.

“Ha que identificar a los nativos y luego reforzar con los importados en donde sea necesario. Los lanzadores siempre hacen falta, y un bateador de fuerza”, dijo el gerente general.

Ponce tuvo el mejor promedio de bateo colectivo (.232) en la LBPRC y anotó la segunda mayor cantidad de carreras (183). Tuvo la menor producción de jonrones (12), pero estafó por mucho la mayor cantidad de bases (71).

Desde la lomita, Ponce quedó quinto en efectividad (3.39) y carreras permitidas (180), pero estuvo parejo con con los líderes en cuanto a blanqueadas propinadas (7).

El estadio Paquito Montaner no veía béisbol de la liga profesional desde el 2016.
El estadio Paquito Montaner no veía béisbol de la liga profesional desde el 2016. (Ramon "Tonito" Zayas)

Ponce no había jugado desde el 2016, pero Rodríguez cree que la fanaticada regresó al estadio Paquito Montaner para apoyar al equipo, sembrado la bse para el futuro. La mejor asistencia de Ponce fue cercana a los 5,000 fanáticos.

Rodríguez cree que, tanto la gerencia como los peloteros, hicieron su parte en llamar la atención de la fanaticada.

“En las estadísticas fuimos de lo que más fanáticos llevamos al parque. La base de echó para el futuro”, dijo.