Houston. Por los últimos dos juegos de la Serie Mundial, el bateador emergente que viene en sustitución del pitcher de turno ha bateado el hit que ha resultado decisivo a la postre: primero para los Braves de Atlanta el sábado en el triunfo que le dio ventaja 3-1 en el Clásico de Otoño, y luego el domingo para los Astros de Houston que les permitió mantenerse con vida y opciones de conquistar el título aunque siguieran abajo 3-2 antes del desafío de anoche.

Es precisamente ese tipo de estrategia y manejo del personal durante un partido en la Liga Nacional, lo que echarían de menos dirigentes y jugadores del mayor de los circuitos del Béisbol de Grandes Ligas, si la Asociación de Jugadores y Major League Baseball (MLB) llegan a un acuerdo para establecer también en la Nacional el uso del bateador designado, que se estrenó oficialmente en la Liga Americana en 1973.

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Sabiendo que será uno de los temas de discusión en el invierno entre el gremio de peloteros y MLB, la pregunta en torno a qué piensan los componentes del juego sobre la existencia de un ‘bateador designado universal’ no han faltado durante el Clásico de Otoño que han protagonizado durante la última semana los Braves y los Astros.

La serie comenzó el pasado martes en el Minute Maid Park, hogar de los Astros en la Liga Americana, por lo que en los primeros dos juegos los Braves de la Liga Nacional pudieron sacar ventaja de tener un bateador designado, que de lo contrario, hubieran tenido que sentar en su parque. Y desde el primer turno de la Serie Mundial, Atlanta sacó partido de la regla cuando el cubano Jorge Soler desapareció al tercer lanzamiento una pelota lanzada por el abridor dominicano Framber Valdez para darle ventaja 1-0 a Atlanta, en ruta a una victoria 6-2.

De ser en Atlanta, en la Liga Nacional, Valdez u otro de los patrulleros hubieran tenido que permanecer sentados, no porque no tengan una posición en los bosques. Pero los Braves ya tienen aparte de Soler a otras tres figuras de primer orden como el boricua y jardinero izquierdo Eddie Rosario, el central y derecho Adam Duvall y el derecho Joc Pederson. También tienen en el banco al patrullero central cubano Guillermo Heredia.

El lanzador Zack Greinke se prepara para un corrido de base durante un batazo en el cuarto juego de la Serie Mundial en Atlanta. Ver a un lanzador en base o bateando sería inexistente en el futuro si se aprueba el uso del bateador designado universal en las Mayores.
El lanzador Zack Greinke se prepara para un corrido de base durante un batazo en el cuarto juego de la Serie Mundial en Atlanta. Ver a un lanzador en base o bateando sería inexistente en el futuro si se aprueba el uso del bateador designado universal en las Mayores. (Ram—n "Tonito" Zayas)

Así las cosas, sin bateador designado cuando juegan en un parque de la Liga Nacional, uno de los cuatro se tiene que quedar sentado y conformarse con venir desde el banco tarde en un partido, como bateador emergente por el lanzador, o en alguna otra sustitución en el campo. Soler y Pederson han sido los dos que se han alternado, aunque el cubano ha llevado la mejor parte pues de los primeros cinco juegos, solo se quedó en la banca para el cuarto, cuando entró como emergente con el choque empatado 2-2 en la séptima entrada, y disparó un cuadrangular de 372 pies en el Truist Park para guiar a su equipo al triunfo 3-2 que le dio ventaja a Atlanta en la serie, 3-1.

Un día después, el domingo, fueron los Astros quienes tuvieron un héroe como bateador emergente en el venezolano Marwin González, quien en la quinta entrada bateó un sencillo productor de dos carreras que quebró un empate 5-5, en ruta a la victoria final por 9-5.

Rosario, Soler, Duvall y Pederson, de hecho, llegaron los cuatro a Atlanta durante la época de cambios de jugadores en julio cuando Atlanta se vio diezmado en los jardines por la lesión en una mano del patrullero Marcell Ozuna, quien luego se vio involucrado en un caso de violencia doméstica y quedó suspendido; y la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha del jardinero derecho Ronald Acuña Jr.

“Antes de experimentarlo el año pasado, yo estaba algo así como de la vieja escuela. No estaba a favor de eso”, dijo el dirigente de los Braves, Brian Snitker hace unos días cuando la prensa lo abordó sobre el uso del bateador designado, y la posibilidad de que al igual que ocurrió cuando se usó de manera provisional durante la campaña acortada de 2020 por la pandemia, el ‘DH’ (designated hitter) vuelva para quedarse en la Nacional.

“Estoy a favor ahora (de esa regla). Porque veo por cada Max Fried, Adam Wainwright y Madison Bumgarner (lanzadores), que hay 15 tipos que no pueden batear. No crecen bateando. Crecen lanzando, y no están bateando. La mayor parte del tiempo, esos tipos eran algunos de tus mejores atletas. Y cuando no lanzaban, jugaban campocorto y bateaban. No hacen mucho eso ahora. Disfruté de los juegos en Houston (los primeros dos de la Serie Mundial) donde podía dejar que todos los chicos jugaran, y también me gustó el año pasado. No sabía si yo lo haría, pero acabó gustándome”, agregó Snitker.

Al preguntársele si echaría de menos las estrategias de cambio de personal con las sustituciones dobles y otras, Snitker admitió que sí, pero parece estar dispuesto a pagar el costo.

“Echarías de menos eso. Creo que lo extrañarías, pero veo tantos lanzadores ahora que van al plato y, número uno, no quieren. Así que honestamente, creo que será un mejor partido de ver. Habrá más acción, más cosas pasando”, agregó sobre el uso del designado.

Sobre el particular, también fueron cuestionados el relevista de los Braves, Jesse Chávez, y el patrullero central, Duvall.

Adam Duvall no tiene una idea clara sobre si le gustaría que el béisbol adopte la regla de un bateador designado universal. Admite que le gusta el juego de ajedrez que acompaña la pelota de la vieja escuela que existe en la Liga Nacional, donde los lanzadores todavía batean.
Adam Duvall no tiene una idea clara sobre si le gustaría que el béisbol adopte la regla de un bateador designado universal. Admite que le gusta el juego de ajedrez que acompaña la pelota de la vieja escuela que existe en la Liga Nacional, donde los lanzadores todavía batean. (Ram—n "Tonito" Zayas)

“Hay un poco de duda ahora para nosotros como lanzadores. Estamos acostumbrados. Agrega otro aspecto del juego al que tenemos que prestar atención, y tu cuerpo debe estar listo para contribuir a eso en lo que respecta a las aperturas”, dijo Chávez sobre ser un lanzador que tiene que batear en la Nacional. “Mi opinión personal, creo que debería seguir siendo la misma (regla). Creo que es beneficioso para el juego porque agrega dos aspectos. Es un juego de ajedrez ahí fuera. No es un juego de damas.

“Estamos tratando de contrarrestar cada movimiento, cada lanzamiento que hacemos, y cada uno que fallamos. Y luego por cada hit que permitimos, es no darnos por vencidos. Tenemos que intentar hacer otro lanzamiento hacia donde no hagas que la alineación aparezca más adelante en el juego. Tienes el lanzador, y creo que lo hace más interesante para el béisbol”.

Duvall, en cambio, dijo no haber asumido una posición todavía respecto al designado universal.

“Es difícil porque he estado analizando esto una y otra vez. Desde un punto de vista ofensivo, te gustaría tener un bateador allí y poder tener una mayor probabilidad de empujar carreras, pero luego también está el aspecto de la estrategia del ajedrez, de estar en la Liga Nacional y saber lanzar alrededor de una alineación y averiguar, está bien, quiero ir tras este tipo, tal vez poner a este chico. Entonces puedo ver ambos lados”, dijo Duvall.

“En este momento, realmente no tengo una postura en un sentido o en el otro. Será interesante ver qué sucede en el futuro”.