Yadier Molina ya firmó su resumé para el Salón de la Fama
Si los intangibles que llevó al béisbol no son suficiente para tal designación, sus estadísticas ofensivas y defensivas le confirman como uno de los más grandes de la historia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Yadier Molina ya hizo lo que pudo y ya no hay mucho más que pueda hacer.
Al jugar ayer miércoles en su último juego de temporada regular en las Mayores, el receptor boricua literalmente firmó su carta de presentación hacia el Salón de la Fama del Béisbol, evaluación que mayormente evalúa las estadísticas fijadas por los peloteros durante sus carreras en fase regular.
Lo único adicional que Molina pudiera sumar en adelante para ganar el favor de los electores cuando su nombre llegue a su consideración a los cinco años de su retiro es ganar en este otoño una tercera Serie Mundial. Pero incluso eso pudiera no ser necesario para lograr su inmortalidad. Al menos eso presagian los números finales de su carrera finiquitados al cierre del juego del miércoles en Pittsburgh.
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Now batting, for the final time in a regular season game, catcher Yadier Molina! pic.twitter.com/uwigvMidDe
— St. Louis Cardinals (@Cardinals) October 5, 2022
Mirando su línea de por vida, la misma le verá despedirse del béisbol con promedio de bateo de por vida de .277 con 2,168 hits, 176 jonrones, 408 dobletes, 7 triples y 777 carreras anotadas en 19 temporadas y 7,817 turnos al bate. Todo esto logrado jugando principalmente como receptor.
Pero veamos esos números desmenuzados en la historia.
Molina se retira con cinco temporadas de .300 o más en promedio bateo. Johnny Bench, quien fue considerado un combo de receptor defensivo-ofensivo y es miembro del Salón de la Fama, nunca bateó sobre .300 en su carrera (bateó .309 en 52 juegos en el 1981). De hecho, terminó su carrera con promedio de .267.
Claro está, Molina no se puede comparar en producción ofensiva ante jugadores como los inmortales Bench, Mike Piazza o Iván Rodríguez, porque esos dispararon 389, 427 y 311 jonrones, respectivamente, pero decir que no fue un receptor ofensivo es pasar al boricua por debajo de radar.
I'm really not sure how you replace a legend. #STLCards pic.twitter.com/O0u9r2ibUv
— Augie Nash (@AugieNash) October 1, 2022
Molina no habrá sido el receptor que más ofensiva produjo en la historia, pero sí es uno de solo ocho que conectaron al menos 2,000 imparables y produjeron 1,000 carreras. Molina es el octavo en ese grupo en el que figuran receptores ofensivos como Yogi Berra, Bench, Rodríguez y Piazza, todos ‘hall of famers’, entre otros.
Dicen, popularmente, que la frontera de los 2,000 hits es para los receptores el equivalente a alcanzar los 3,000 imparables jugando desde otra posición. De hecho, ningún receptor en el Salón de la Fama ha conectado 3,000 hits.
Además, Molina es el cuarto receptor en la historia con más imparables (2,168), el cuarto en dobles (408), el séptimo en juego de múltiples hits (575) y en bombos de sacrificio (74), y el noveno en total de bases alcanzadas (3,118).
This is it. History in real time. pic.twitter.com/HymhPeS7fO
— St. Louis Cardinals (@Cardinals) September 29, 2022
Entre los receptores boricuas, Molina es el segundo en imparables (2,168) y dobles (408), el tercero en promedio de bateo (.277), carreras impulsadas (1,021) y quinto en cuadrangulares (176), según el libro Puerto Rico en las Grandes Ligas de Jossie Alvarado quien compiló la información de la fuente Baseball Reference. Para efectos del récord, Iván Rodríguez es el líder boricuas en todas esas estadísticas con .296 de promedio, 572 dobletes, 1,332 RBI y 311 jonrones. Javier López, por su parte, es el segundo mejor en promedio con .287 y tercero en cuadrangulares con 260; y Jorge Posada el segundo en jonrones con 275 y RBI con 1,065. Benito Santiago, en tanto, precede a Molina en la lista de receptores jonroneros en la historia de Puerto Rico con 217 vuelacercas.
La salud y longevidad es también una parte importante del juego, y Molina se beneficio de haber jugado durante 19 temporadas que le ayudaron a acumular otras estadísticas ofensivas y defensivas que le colocan entre los líderes de todos los tiempos.
Por ejemplo, Molina es el primero en outs (15,122), segundo en juegos iniciados detrás del plato (2,109), en juego ganados como catcher (1,233), en temporadas con más de 100 juegos recibidos (16), en blanqueadas (157), cuarto en juegos recibidos (2,181) y entradas como catcher (18,294.2) en la historia del béisbol.
The new battery record is 3⃣2⃣8⃣ pic.twitter.com/Aq0xZbimbK
— St. Louis Cardinals (@Cardinals) October 2, 2022
Su grandeza también es constatable por la cantidad de Guantes de Oro que ganó con nueve. En ese renglón ocupa el tercer lugar de todos los tiempos por debajo de Rodríguez (13) y Bench (10). Además fue elegido en 10 ocasiones para el Juego de Estrellas.
Por último, Molina también tiene intangibles que lo convierten en uno de los mejores de todos los tiempos como lo son su capacidad para leer el juego, incluida su pericia para llevar la estrategia de los lanzadores, y su liderato en los Cardinals de San Luis que es la organización más ganadora en la historia de la Liga Nacional.