René “Chulo” Santiago aún no asimila que es el campeón unificado de las 108 libras.

El puertorriqueño derrotó el miércoles pasado al japonés Kyosuke Takami para retener el título minimosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y conquistar el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), con una victoria por decisión dividida en suelo nipón.

Tres días después de aquellos 12 asaltos en los que exhibió sus habilidades dentro del ring con movilidad constante y un buen control de la distancia, Santiago fue recibido como todo un héroe en su natal Humacao con una caravana de pueblo.

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“Si te soy honesto, aún no he podido asimilarlo. Es como un sueño hecho realidad. Esto me posiciona entre los mejores peleadores del mundo. Para mí, es una gran bendición dejar un legado con el nombre de René Santiago García en este deporte”, confesó el peleador de 33 años a Primera Hora.

Santiago, quien tiene un récord de 15 victorias con cuatro derrotas y nueve nocauts, reconoce que no era el favorito en este combate por las coronas de la OMB y la AMB. Enfrentó a un rival invicto en su país, que era 10 años menor que él.

Aún así, el humacaeño estaba confiado en que, con madurez y paciencia, se llevaría a su casa ambos cinturones. Dos jueces lo favorecieron con tarjetas de 115-113 y 117-111, mientras que el tercero consideró que Takami ganó 116-112.

“Paciencia, madurez, inteligencia, consistencia, esperar el momento adecuado, no desesperarme y no caer en provocaciones. También la experiencia que he adquirido en mi carrera. Esta es mi cuarta pelea de título mundial, ¿me entiendes? Ya veníamos preparados”, explicó el púgil boricua cuando este medio le preguntó por la clave de su triunfo en Japón.

“Logré ver la pelea ayer (viernes) en mi casa y estoy en total desacuerdo con la decisión dividida. Esa fue la percepción de los jueces, pero vi una pelea sumamente cómoda. Desde mi punto de vista, la gané unánimemente. Mi equipo de trabajo me lo aseguraba durante el combate, pero siempre uno tiene dudas por algunos golpes que recibe y piensa que pueden provocar que varios asaltos se los dieran al oponente”, abundó.

Con el triunfo, el oriundo de barrio Punta Santiago se unió a Amanda Serrano y Oscar Collazo en el exclusivo club de campeones unificados puertorriqueños en la actualidad. Serrano ostenta los títulos de la OMB y la AMB de peso pluma (126 libras). Collazo, en cambio, posee también los cinturones de los mismos dos organismos, pero en la división minimosca (105 libras).

“Ahora estoy en un grupo selecto de campeones unificados, haciendo historia junto a ellos. Estoy sumamente orgulloso de eso”, comentó el campeón de las 108 libras, quien también compartió que ha recibido mensajes y llamadas para felicitarlo de figuras como Collazo, Iván Calderón, Subriel Matías y Yankiel Rivera.

La historia de Santiago es de esas que rara vez ocurren en esta ruda disciplina. En marzo de 2024, perdió por decisión unánime el título minimosca de la OMB ante su compatriota Jonathan “Bomba” González en el Coliseo Roberto Clemente. A su edad y con cuatro reveses en su foja, pocos púgiles hubiesen podido reponerse, pero el humacaeño lo logró y hoy es considerado uno de los mejores boxeadores de su división.

“Un año después de la pelea de Bomba me hice campeón del mundo, porque también fue en marzo, y luego cierro el año como doble campeón de las 108 libras. Así de grande es el mundo”, dijo el boricua entre carcajadas.

“Es parte del éxito. Era una pelea de título mundial contra un súper campeón con mucha más experiencia. Asumimos el reto e hicimos el trabajo que entendíamos que debíamos hacer. No salimos con la victoria, pero cuando un boxeador pelea con un campeón del mundo sabe que va a pelear con un campeón del mundo y no con un Juan del pueblo”, continuó.

Un 2026 de mucha ambición

Santiago terminará el 2025 en el mejor momento de su carrera, pero contó que aspirará a más el próximo año. Tomará un descanso en Navidad junto a su familia, pero tan pronto como en enero se sentará con su equipo de trabajo y promotores para discutir cuáles podrían ser sus próximos rivales.

Adelantó a este diario que existe la posibilidad de ir por los cinturones del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB) para convertirse en el campeón indiscutido de peso minimosca.

“Ya hay varios objetivos en la mira. Si existe la posibilidad de unificar la división completa, lo vamos a hacer, si Dios así lo permite”, aseguró el boricua.

El venezolano Carlos Canizales ostenta el título del CMB de las 108 libras, mientras que el japonés Masamichi Yabuki posee el de la FIB. Santiago aceptaría ponerse los guantes con cualquiera de los dos.