Treinta millas durante casi seis horas y Jonathan Erazo continuaba corriendo. Empapado de agua de lluvia que se intercalaba con su sudor, confesó nunca haber experimentado tal grado de dolor corporal. Le provocaba gritos. Sufría cada paso contra el pavimento que amortiguaban sus pies. El “no puedo más” lo abrumaba.

Este extenuante reto de correr 50 millas de Fajardo a San Juan durante más de 10 horas, parecía, al menos por un breve momento, imposible de culminar. El atleta se removió la camisa, la gorra, las gafas y hasta los tenis, pues estaba aceptando rendirse. Pero, bastó con escuchar la voz de su compañero ultramaratonista y creador del desafío, José David Babilonia, para volver a amarrarse las zapatillas y continuar la marcha.

Relacionadas

Y es que, cuando la misión nace del corazón, no hay dolencia física que los desanime.

¿Y cuál es la razón del extenuante desafío? Recaudar fondos para el Hogar Cuna San Cristóbal y rescatar a aquellos niños maltratados, para así aportar al bienestar de nuestra futura generación.

Para esto, Babilonia organizó cuatro ultramaratones en distintos puntos de la Isla y recolectar fondos para la organización sin fines de lucro. Desde ese primer ultramaratón hasta finales de agosto, ya han reunido $3,300.

David Babilonia creó un reto de cuatro ultramaratones para recaudar fondos para el Hogar Cuna San Cristóbal. Lo acompañará el atleta Jonathan Erazo.

“Fue bien difícil, pero se pudo. Es un nivel que uno no sabe que el cuerpo te aguanta todo. Es otra cosa. Estás llevando el cuerpo a otro nivel. Básicamente, es todo tu cuerpo, tu mente, tu corazón, tus pies, todo está llegando un nivel saiyayín (guerrero)”, admitió Erazo en entrevista con Primera Hora.

“Luché un poquito con mi mente, empecé con los dolores. Eso fue en la milla 30, que apenas me (faltaban) cuatro horas y media y me (dolían) las caderas, me (dolía) todo. Pero, a todo esto, mi mente estaba en un estado de que nunca voy a parar. No importa el dolor”, confesó Babilonia a este diario, quien encontró motivación durante la corrida por un vídeo que recibió de los niños del hogar instándolo a continuar.

Los ultramaratones

El año pasado Babilonia recorrió a Puerto Rico en bicicleta para recaudar fondos para el albergue. Ahora, organizó cuatro ultramaratones con ese mismo propósito.

El primer evento se llevó a cabo el domingo, 27 de julio. De un grupo de 15 personas que iniciaron la carrera, la culminaron tan solo cinco atletas.

Ahora, Babilonia, acompañado nuevamente de Erazo, correrá otras 50 millas de Arecibo a Ponce este domingo, 7 de septiembre, ruta particularmente retante por las cuestas.

Luego, el domingo, 2 de noviembre, Babilonia volverá a darle “la vuelta a Puerto Rico en menos de un día” recorriendo 285 millas en bicicleta y, finalmente, el viernes, 19 de diciembre, completará 120 millas de Fajardo a Arecibo, trecho que se extenderá cerca de 34 horas.

“Siempre en mi vida he querido dejar, yo le digo, un granito de arena... y siempre me he ido por el lado de los niños… Inicialmente, siempre he querido a ayudar a niños que están en la calle que no tienen recursos para el deporte, así sea en baloncesto, de alguna manera, colaborar”, explicó el mayagüezano de 35 años.

¿Por qué lo hacen?

El deseo de aportar a la juventud está arraigado en Babilonia por su propia experiencia de vida. Recuerda cómo de niño el deporte lo salvó de una vida de crimen, encontrando “la salvación”. Como adulto, el deporte también le brindó salud física y, ahora, es el vínculo que utilizará para aportar a la erradicación del maltrato contra los niños.

“Yo siempre me iba al barrio a jugar baloncesto, jugar con todos los nenes hasta las 8:00 de la noche y siempre el deporte fue algo de mi salvación de todo lo malo… Prácticamente, el deporte… pelota o lo que había en el momento, fue la manera de que no hice otras cosas que estaban a la mano, estaban ahí. Simplemente, (si) tomaba la decisión podía involucrarme en cualquier cosa mala, porque todos los amigos de mi círculo estaban en eso. Simplemente, yo me escapaba, un poquito. De ahí sale querer ayudar a los niños, porque eso me ayudó a mí”, detalló.

Aunque el deporte sí le brindó mejor vida, se desactivó por un tiempo hasta hace dos años, cuando quiso mejorar su salud física. Para eso, comenzó a correr.

En una de sus corridas, conoció a la directora auxiliar del Hogar Cuna San Cristóbal, Shakira Maldonado, quien le compartió la visión y objetivo del albergue, así como la urgencia de fondos para continuar ayudando a más víctimas de maltrato.

“Lo pongo en una balanza, como que sí, yo quiero ayudar a los niños con el deporte, pero estos niños, realmente ahora mismo, no hay nadie que los está ayudando, no se mencionan y la impotencia que ellos sienten que no se pueden defender cuando hay una violación o algo. Yo tengo traumas de 20 años y no se compara con nada de esto”, rememoró.

El propósito de Erazo es similar, pues fue padre soltero a temprana edad. Además, una persona cercana a él está en el proceso de adopción de un hijo. Por ende, procurar por el bienestar tanto de su hija, del niño adoptado, así como de los demás en la Isla se ha convertido en un meta que atesora en el corazón. Más allá de la misión social, el deporte también le ha regalado salud óptima, particularmente tras debutar como peleador de Muay Thai en el 2022.

“Tuve a mi nena joven”, comentó el entrenador personal de 30 años a este diario.

“Soy padre soltero, actualmente tengo pareja, pero tengo la custodia de mi nena y estuve un tiempo de mi vida cuando era joven solo con mi nena y, después, conseguí pareja, me casé, empecé a engordar, lo que siempre pasa, y hace tres años decidí cambiar mi vida. Pesaba más de 210 libras y en 10 meses bajé 60 libras y debuté como peleador de Muay Thai en Atlanta (Georgia). Empecé a correr simplemente por el querer bajar de peso. No me gustaba correr. La primera vez que salí a correr quería hacer una milla y no podría hacer ni una de lo gordo que estaba. Empecé a correr, (cuidando) mi salud, queriendo rebajar y ya corrimos 50 millas y vamos pa’ otra ahora”, recordó entre risas.

“No nos quitamos”

Inspirado por el triatleta Javier Figueroa, Babilonia comenzó a emular las distancias que corría el campeón del IronMan 70.3 Puerto Rico y los tramos que completaba en bicicleta.

De esta manera, el entrenador de Babilonia detectó su habilidad de completar largos trechos sin detenerse y le aseguró que él sí era “un ultra”. Esta epifanía le permitió correr sus primeras 30 millas, a pesar de sufrir una lesión en el tobillo.

“Tengo esa mentalidad de que empiezo algo y lo voy a terminar no importa qué”, dijo.

“Ya había corrido un medio maratón y estaba buscando algo que me retara”, recordó, por su parte, el guaynabeño Erazo.

“Vengo de (pelear). Nosotros no nos quitamos. Nosotros vamos a ir hasta lo último. (Por eso), se me sembró una semillita ahí como que yo pudiera hacer esa distancia (de ultramaratones, pero) de decirlo a hacerlo es bien diferente. Entonces, tenía esa semillita ahí y, de momento, en mi Instagram me sale este personaje (Babilonia) que está aquí con ese reto y nos unimos, empezamos a entrenar, empezamos a darle duro, empezamos a subir el pillaje por entrenamiento… hasta que llegamos a las primeras 50 millas. No fue fácil, pero se pudo”, agregó Erazo.

En un futuro, Babilonia espera que su proyecto recaude lo suficiente para construir un hogar para niños maltratados.

“Seguirá año tras año con estos retos”, adelantó al proyectar que planifica nadar de Vieques a Ceiba como uno de los ultra retos.

“Cada paso que él da… es un paso de voz, esperanza”

La directora de Cuna San Cristóbal, por su parte, aseguró que la gestión de Babilonia, más allá de recaudar fondos, es de suma importancia, ya que le da visibilidad al hogar y, así, ayuda a la niñez necesitada.

“La realidad es que David Babilonia, al hacer este esfuerzo, por todas las personas que se han integrado a este deporte, va más allá de recaudar fondos para nuestra organización. La realidad es que este reto… transmite un mensaje de mucho compromiso y solidaridad de David con nuestra niñez, un compromiso que se ha visto reflejado, porque adicional a esas actividades es el día a día, sigue promoviendo en que la gente conozca del Hogar Cuna San Cristóbal, que nos apoye económicamente y, más que eso, que se sensibilicen con nuestra población y que vean que hay muchas formas de poder contribuir a nuestro proyecto”, expresó.

“Está llevando un mensaje de mucho, mucho compromiso con nuestra población, de hacerla visible, que sepan que estamos allí, que necesitamos de la comunidad y que hay muchas formas de poder hacerlo. Así que, cada paso que él da en ese recorrido es un paso de voz, esperanza, para los niños que están en nuestro espacio y estamos muy, muy agradecidos y contentos de contar con David y todas esas personitas que se están uniendo”, continuó.

Actualmente, el Hogar Cuna San Cristóbal tiene licencia para albergar a 18 menores, quienes se hospedan de manera simultánea. El centro tiene dos cuartos para menores de 3 a 7 años, uno de niños y otro de niñas, así como el “nursery” para cuidar a cuatro menores de 0 a 2 años.

Los datos

La Administración de Familias y Niños (ADFAN), adscrita al Departamento de la Familia (DF), reportó 6,189 casos de menores maltratados en el 2024, según los datos más recientes recopilados por el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico. El 50.8% eran féminas y el restante 49.2% varones.

La agencia definió maltrato como “todo acto y omisión intencional en el que incurre el padre, la madre o persona responsable del/de la menor de tal naturaleza que ocasione o ponga a este en riesgo de sufrir daño o perjuicio a su salud e integridad física, mental o emocional, incluyendo abuso sexual, o la trata humana”.

El municipio con el mayor número de casos reportados fue San Juan, con 670 víctimas, seguido por Ponce (432) y Carolina (362). Culebra fue el municipio que menos reportó casos de maltrato, con nueve casos.

Los menores maltratados contabilizados en estas estadísticas probablemente fueron víctimas de más de un tipo de abuso, se especificó. El abuso más común reportado fue la negligencia, con un total de 3,104 víctimas, seguido por negligencia emocional (2,600) y maltrato físico (1,426).

Los 6,189 casos de 2024 muestran un aumento significativo de maltrato a menores, por cuanto entre el 2018 a 2023, se había registrado 5,621, 5,515, 4,413, 5,315, 4,636 y 5,239 casos, respectivamente.

Por otro lado, el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico también registró los datos provistos por el Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR) de menores víctimas de delitos sexuales, los cuales revelaron que, de 85 menores maltratados de esta manera en 2024, 20 eran de San Juan, 10 de Carolina y 10 de Arecibo. De las 85, 63 eran féminas y 22 varones. La edad de la mayoría, 37 menores, fluctuaba entre los 11 a 15 años.

En 2023, el NPPR reportó 963 casos, en 2022 934 y en 2021 767.

Cómo ayudar

No necesariamente tienes que correr al lado de Babilonia y Erazo para aportar a su misión.

También puedes aportar directamente al Hogar Cuna San Cristóbal vía donaciones monetarias por ATH Móvil en la opción de “donar”. En el área de mensaje que acompaña la aportación, debe escribir “ultra reto”.

Además, puedes comunicarte con Babilonia en su cuenta de Instagram para adquirir la camisa, cuyos fondos se entregarán al hogar. El costo es de $40.

En adición a fondos monetarios, puede hacer donaciones de artículos específicos, como de limpieza, de cuidado personal, ropa y pañales, entre otros.

Para más detalles de cómo aportar, puedes visitar la página web del Hogar Cuna San Cristóbal.