Gurabo. Menos de 24 horas después de ayudar a los Cafeteros de Yauco a conseguir una victoria en la Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM), Kevin Rodríguez y Arnel Cabrera estaban sentados en una banca de una de las canchas del Coliseo Fernando “Rube” Hernández en Gurabo.

Los también integrantes de la Selección Nacional observaban de cerca un partido de Caribbean School de Ponce en el torneo senior masculino de la Copa Buzzer Beater.

Y aunque tenían ganas de entrar al tabloncillo, como en sus tiempos con Bayamón Military Academy y el Colegio Carmen Sol de Toa Baja en el desaparecido torneo El Nuevo Día, no lo hicieron.

Esto debido a que el colocador y el líbero atraviesan una nueva faceta en sus carreras tras aceptar una invitación del dirigente Harry Castro para unirse al cuerpo técnico de la institución ponceña como asistentes.

“Hemos estado, como quien dice, reforzándolos para la Copa Buzzer Beater. Estamos en un club privado, en el que Harry es el coach y nosotros los asistentes. Nos ha funcionado esa fusión de nosotros tres como entrenadores y él quería nuestro apoyo en este torneo”, compartió Cabrera a Primera Hora.

“Esto es lo que le apasiona a uno como atleta y voleibolista. Este ambiente escolar es algo que Kevin y yo lo vivimos jugando en contra; Kevin para BMA y yo para Carmen Sol. El voleibol escolar es algo que nos apasiona mucho y con lo que nos podemos identificar”, agregó.

Arnel Cabrera, Kevin Rodríguez y Harry Castro celebran el pase de Caribbean School a la final de la Copa Buzzer Beater.
Arnel Cabrera, Kevin Rodríguez y Harry Castro celebran el pase de Caribbean School a la final de la Copa Buzzer Beater. (Buzzer Beater / José Santana)

El líbero recordó que, durante su tiempo como estudiante-atleta del Colegio Carmen, entrenaban tanto antes de clases, a las 6:00 a.m., como por la tarde. Ese mismo método es el que utiliza Caribbean School para preparar a sus alumnos de cara al Buzzer Beater.

De acuerdo con Cabrera, esa disciplina y sacrificio que conlleva levantarse a tempranas horas de la madrugada para cumplir con estos entrenamientos es lo mejor que los jóvenes pueden llevarse de esta experiencia.

“Hay muchos que se toman la preparación bien y eso es lo más importante que los chamacos se llevan porque quizá no lleguen a palpar un nivel más profesional, pero tuvieron esa sensación de cómo se siente trabajar con compromiso y a un alto nivel”, opinó el miembro del Equipo Nacional.

Rodríguez, por su parte, considera que los estudiantes también deben “vivirse el momento” cuando participan en torneos como el Buzzer Beater. Después de todo, solo se cursa cuarto año una vez en la vida.

El acomodador es un vivo ejemplo de ello, pues recuerda como si fuera ayer cuando ganó, en 2012, el campeonato del torneo El Nuevo Día con BMA como senior.

“Recuerdo que era en el Coliseo Rubén Rodríguez, de Bayamón, y los que ganaban se iban en un crucero”, rememoró Rodríguez con una sonrisa en su rostro. “De aquí a 10 o 12 años, cuando estén como nosotros, van a valorar mucho haberse esforzado en este momento. Yo trato de decirles siempre que se lo disfruten al máximo y que no hay mañana”.

“Nos sentimos parte de ellos”

Como asistentes de Caribbean School, Rodríguez y Cabrera han tenido la oportunidad de trabajar de cerca con prospectos como Gustavo Álvarez, Aníbal Rodríguez y Sebastián Maldonado.

Sin embargo, no entrenan con ellos como acostumbran otros asistentes más tradicionales, ya que, como jugadores profesionales al fin, les pica la vena al ver a los estudiantes durante las prácticas y foguean con el sexteto escolar de la “Perla del Sur”.

“Al tenernos a nosotros en los entrenamientos, siento que ellos también como que se la viven”, comentó Rodríguez entre risas. “Nosotros nos metemos en las prácticas. A nosotros nos apasiona tanto que, a veces, nos amarramos las tenis, jugamos y hasta nos hablamos debajo de la malla. Nos sentimos parte de ellos, y eso ha creado un vínculo superchévere con cada uno de ellos. Tanto en la cancha como afuera, hemos conectado como si fuesemos de la misma edad por eso mismo”.

Aníbal Rodríguez, de Caribbean School, es considerado el mejor colocador de la clase 2027.
Aníbal Rodríguez, de Caribbean School, es considerado el mejor colocador de la clase 2027. (Buzzer Beater / José Santana)

Rodríguez admitió que es complicado quitarse el sombrero de jugador y ponerse el de entrenador en cuestión de horas. Por esto, se comunica con los estudiantes de Caribbean School de la misma manera que lo haría con sus compañeros de los Cafeteros o de la Selección Nacional.

Además, compartió que la razón principal por la que aceptó esta encomienda era ayudar en el desarrollo de Aníbal, considerado el mejor acomodador de la clase 2027. Y, ¿qué mejor mentor que un jugador que ha sido galardonado como Acomodador del Año en la LVSM?

“La principal razón por la que estoy aquí es por Aníbal Rodríguez. Me dieron la oportunidad de estar en el equipo para poder trabajar con él. Ese sería mi proyecto más grande en sí. Le agradezco a Harry y a su papá que me dieron la oportunidad de poder trabajar con ellos, pero yo soy jugador y cambiar esa mentalidad de jugador a coach no es fácil”, declaró Rodríguez. “Yo celebro como jugador y les hablo como jugador. Incluso, les digo que yo daría si estuviera en sus posiciones”.

A sus 31 años, ambos integrantes de los Cafeteros todavía tienen un largo camino por recorrer como jugadores profesionales, pero no descartan convertirse en entrenadores en el futuro.

En el caso de Cabrera, sostuvo que podría asumir ese rol una vez se retire debido a que sus compromisos con Yauco en la LVSM y con la Selección Nacional no le permitirían dedicarle el tiempo que requiere una responsabilidad como esa.

“Ahora mismo, los compromisos con la Selección y Superior es algo de todo el año. Creo que ser entrenador requiere mucho tiempo y sacrificio. No quisiera coger un equipo para no poder ir al juego o las prácticas. Creo que esa es la razón principal por la que nos hemos estado manteniendo en la parte de atrás, como quien dice, de asistentes. Pero, sin lugar a dudas, es algo que pueda considerar en algún futuro”, explicó el líbero.