Adrián Otero siempre supo que quería ser comerciante. Su vocación por los negocios nació desde sus años de infancia, cuando su abuelo, Rubén Otero, lo montaba en su guagua para recorrer la Isla vendiendo zapatos, zippers y botones. 

“Desde entonces sabía que iba a tener un negocio. De qué, no sabía, pero siempre me ha gustado lo que es el servicio al cliente”, confesó Otero.

Hoy día, este joven de 27 años es propietario de dos exitosos establecimientos en el casco urbano de Mayagüez, tiene en agenda abrir próximamente un tercero y ya está pensando, para el año que viene invertir en una cuarta propuesta comercial.

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Todo comenzó cuando todavía cursaba estudios de administración de empresas en el Colegio de Mayagüez. Junto a otro joven socio, Gabriel Curet, decidió comprar una guagua de comida en Mayagüez Terrace, que llamaron Sambuca Food Truck.

“Ahí aprendí un montón de los negocios. Gracias a Dios nos fue bien desde el primer día. Fue una experiencia muy buena”, sostuvo.

Sambuca abrió en el 2014 su primera barra, Aljibe, la cual todavía posee y es una de las más visitadas en la calle De Diego en Mayagüez.

Pero justo cuando se encontraba en boga, invierte en un negocio aledaño con otro concepto: Tijolos. 

“Aljibe es más de jangueo. Es un ambiente estudiantil. Tijolos es más para gente adulta. Nos especializamos en mojitos, vinos y cortes fríos. Y eso era lo que quería, algo totalmente distinto”, especificó.

La vida de Otero, entonces, dio un giro de 180 grados y con el tiempo vendió Sambuca para dedicarse de lleno a sus dos barras. 

“Era bien agotador. Me levantaba todos los días a las 7:30 a.m. y el día que más temprano me acostaba era a las 2:30 a.m. Era bien fuerte”, sostuvo.

LO NUEVO: LA CABRA TOSTÁ

Junto a su antiguo socio y un tercer inversionista, Enrique Caldas, ya comenzaron a darle forma a un establecimiento que se especializará en comida saludable y café puertorriqueño y que inaugurará el viernes, 11 de agosto.

“Queríamos un negocio que operara todo el día y hasta la noche. También nos dimos cuenta que no había un espacio cerca de la ciudad donde los estudiantes pudieran venir a estudiar o comprar comida más saludable”, subrayó.

Según Otero, mientras buscaban un nombre llamativo, recordaron la leyenda de Kaldi, el pastor de cabras que vio cómo parte de su rebaño saltaba alocado luego de probar un fruto de un árbol que resultó ser granos de café.

Inspirados en esa fábula y con el concepto de lo que es “café tostado” surgió el nombre del nuevo establecimiento: La Cabra Tostá, que ubicará en el edificio Alondra, en la Calle Basora #68 en Mayagüez.

El establecimiento contará con espacios tipo sala, donde los visitantes podrán comer, tomar café e incluso estudiar. Además, habilitarán salón de conferencias para reuniones de estudiantes y muchas otras amenidades.

GUSTA AYUDAR A LOS DEMÁS

El éxito de Otero, al parecer, no solo descansa en el trabajo duro, sino también en su interés por extender la mano a otros.

Entre sus tres establecimientos, emplea a sobre 20 personas, la mayoría de ellos estudiantes universitarios. Además, ofrece charlas para personas que interesan comenzar sus propios negocios, aunque ello signifique competencia para sus establecimientos. 

“Yo creo en eso, en ayudarnos unos a otros. Quizás si yo me hubiera quedado solo desde el principio, no hubiese logrado crecer como he crecido”, explicó el emprendedor joven.