Tras enfatizar que la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras, ha enfrentado un recorte presupuestario de $75 millones en los últimos cinco años, la decana de administración, Aurora Sotográs, afirmó que en el pasado año y medio pandémico han atendido parte de los problemas de infraestructura que tienen los más de 200 edificios del recinto, principalmente la filtración de agua de los techos y la pintura de los cuatro centros de estudio principales.

En cuanto a la preparación de los salones de clases para este regreso a clases el próximo 16 de agosto, aceptó que se han centrado principalmente en los que se darían los 250 cursos presenciales programados durante este próximo semestre. La mayoría son anfiteatros, donde se permitiría el distanciamiento social requerido como parte de la pandemia del COVID-19, dijo.

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“Estos trabajos se han hecho durante todo el año. Los que se han completado, no se han completado en las últimas semanas. Se han hecho en el transcurso del año. Yo quisiera poner el recinto completo brillando y disponible, máxime un recinto que lleva tantos años de construcción, que tiene unos problemas de infraestructura, pero, pues, requiere una inversión millonaria. Ahora mismo, con los recortes que le he dicho, no hemos podido atenderlos todos. Por eso es que recurrimos a identificar cuáles son las prioridades y el estado de situación de cada edificio para atender esto con prioridad”, afirmó Sotográs a Primera Hora.

La reacción de la funcionaria surge luego de que este diario realizara ayer, jueves, un recorrido por el recinto y se encontraran escombros acumulados en patios sin desyerbar, varillas expuestas, zonas sin techo y áreas con pinturas descascaradas, entre otras cosas.

“Hay una serie de detalles que no están en su lugar para el inicio de clases. Nos preocupa que, con todo esto del COVID, que las facilidades no estén aptas para el regreso a clases”, denunció la representante estudiantil del programa graduado de Humanidades, Marilyn Rivera Olivieri.

Como reacción a las críticas recibidas, la decana de administración estipuló que con los fondos federales que han recibido han podido atender muchas de las deficiencias que tienen las antiguas estructuras universitarias.

Informó que se contrataron bajo subasta a cinco compañías que realizan la impermeabilización de 26 techos de edificios. Comentó que los edificios en los que se dan cursos de Humanidades, como el Luis Pales Matos y el anfiteatro Julia de Burgos, ya se completaron estas labores. Informó que entre los edificios impactados también están Ciencias Sociales y Derecho.

Asimismo, Sotográs sostuvo en esta pandemia se separaron $550,000 para pintar edificios.

“Por supuesto, esos 200 edificios no los podemos atender a la vez, porque el impacto presupuestario sería muy alto. Así que hemos tenido que desarrollar criterios para seleccionar cuáles edificios están en prioridad y hacer una lista prioritaria. Comenzamos con los cuatro grandes. Los cuatro grandes son el edificio de Ozuna, Carmen Rivera Alvarado, Ana María O’Neill, Ramón Emeterio Betances y Beatriz Lasalles. Ahí están las facultades de Ciencias Sociales y Administración de Empresas, que son las facultades que mayor número de estudiantes que, junto a Ciencias Naturales, reciben”, explicó la decana.

Comentó que los fondos que quedan disponible, una vez completen la pintura en los mencionados edificios, será para pintar la icónica torre de la UPR, no así para los edificios aledaños a ella. Para estos edificios, dijo Sotográs, esperan que la Agencia federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) le desembolse los fondos obligados tras el paso del huracán María.

La funcionaria reconoció que en los pasillos de Dietética hay techos sin empañetar. Dijo que el mismo fue sacado ante los efectos de los sismos. Sostuvo que están en el proceso de identificar presupuesto para reemplazarlos.

Cuando se le cuestionó que hasta se habían encontrado zonas sin desyerbar y helechos que salían de un techo, la decana argumentó que cuentan con 35 empleados para atender 300 cuerdas de terreno. Dijo que estos dan rondas de cada tres semanas para atender las áreas verdes.

Imagen de un helecho colgando de una pared en el edificio Sebastián González Gandía.
Imagen de un helecho colgando de una pared en el edificio Sebastián González Gandía. (David Villafane/Staff)

“La época de lluvia nos ha impactado. No cerramos el ciclo de las tres semanas que vuelve a estar en un estado serio las áreas verdes”, estipuló.

Informó que este viernes sostendrán una reunión con el municipio de San Juan para completar un acuerdo en el que el ayuntamiento se haría a cargo de remozar las avenidas principales que dan hacia la institución, que son la Gándara, Ponce de León y Barbosa.

En cuanto a los salones de clases, Sotográs informó que se han impacto principalmente aquellos en los que se dará clases presenciales.

Hasta el momento, se proyecta que en el recinto de Río Piedras se ofrezcan de manera presencial 250 de las 3,700 secciones de clases que se abrieron. El número podría ser menor, si se determina este próximo lunes cancelar algún curso que no tenga la cantidad de estudiantes necesaria, dijo.

Con estas secciones disponibles, se augura que solo entre 3,500 a 4,000 estudiantes universitarios, de los 13,000 matriculados en el recinto, retornen a la educación presencial.

Comentó que en estos salones que se darían cursos, principalmente anfiteatros, se han limpiado los ductos de aire acondicionado y reemplazado los filtros por unos de mayor eficiencia. Mientras, comentó que en la biblioteca José M. Lázaro se colocaron luces ultravioletas para evitar los contagios por COVID-19.

Sobre la humedad y los hongos que pudieron desarrollarse al tener salones sin uso durante el pasado año y medio, comentó que cada decano debió reportar estas condiciones para ser atendidas por la rectoría.

Entretanto, informó que el recinto ha adquirido material suficiente de protección personal contra el COVID-19, como lo es jabón, mascarillas, desinfectantes, entre otras cosas.

“Tenemos suplido suficiente para proveerles a los decanos auxiliares de Asuntos Administrativo de cada facultad lo necesario para que reciban a su población”, sostuvo la decana.

Señaló que los decanos auxiliares de Asuntos Administrativos y los encargados de los edificios deben monitorear la necesidad de estos productos para hacerlos disponibles a los universitarios y demás personal de la institución.

En el recorrido realizado por Primera Hora, solo se encontró una estación de desinfectante de manos con el líquido disponible en el primer piso del edificio Sebastián González Gandía.

“Ciertamente tienen que estar puestos. Si no ha en algunas áreas, tienen los decanos que reportarlos para que los sustituyan”, afirmó la funcionaria cuando se le informó de lo encontrado.

Cabe destacar que la decana de Administración del recinto de Río Piedras apuntó a otro problema del recinto. Señaló que deben mejorar la infraestructura de subestaciones eléctricas, lo que requiere una inversión de $16 millones.

En resumen, Sotográs afirmó que “hay una realidad, verdad, que yo tengo que reconocer que hay que invertir dinero en la infraestructura del recinto para poder tenerla al día. Con lo que tenemos disponible al presupuesto se está atendiendo para dar un buen servicio a nuestra comunidad”.