La Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) finalizó hoy, martes, el proceso para la otorgación de una plaza de catedrático al presidente de la institución universitaria, Jorge Haddock, mediante la aprobación de una certificación por votación mayoritaria.

Sin embargo, el académico asumirá sus funciones como catedrático una vez culmine su trabajo como presidente de la UPR.

Según el presidente de la Junta de Gobierno del primer centro docente del País, Emilio Colón, el proceso para darle la plaza, que demoró dos años y requirió dos evaluaciones satisfactorias, estuvo basado en los méritos del ingeniero de profesión tanto en el área académica como en sus ejecutorias como presidente.

Haddock fue eligió como presidente por la Junta de Gobierno a principios de julio de 2018. A pesar de que la Certificación 90 (1996-1997) establece un tope salarial de $105,000 anuales, Haddock negoció con Zoraida Buxó Santiago –entonces presidenta del Comité de Búsqueda y Consulta y vicepresidenta del ente rector– un aumento a $240,000.

“Tal y como se hizo público al momento de su nombramiento, el 4 de septiembre de 2018, de cumplir satisfactoriamente dos años como presidente, el doctor Haddock recibiría un nombramiento a una plaza docente, con rango de catedrático, en la Universidad de Puerto Rico. Esto es considerando su experiencia de más de 40 años en la academia y según autorizado por la Junta de Gobierno de la UPR en la Certificación 1A (2018-2019)”, indicó Colón en declaraciones escritas a la prensa.

Asimismo, agregó que “al evaluar su desempeño, ejecutorias y sus responsabilidades antes y durante la pandemia, el doctor Haddock cumplió con los requisitos para ser nombrado catedrático de la Universidad de Puerto Rico”.

El pasado 26 de octubre, nueve organizaciones que representan a la UPR exigieron que Haddock desistiera de presidir la institución por, según denunciaron, “no representa los mejores intereses de la comunidad universitaria”.

No podemos confiar en un presidente que no enfrentó los recortes porque consideraba que ‘eran manejables’. Haddock no tiene cabida en la Universidad, tiene que irse y con él, todo aquél que haya avalado la destrucción de nuestra de la universidad del pueblo”, reclamaron en aquel entonces.

Asimismo, a principios de junio representantes de los profesores y los estudiantes en la Junta Universitaria (JU) de la UPR abandonaron una reunión ordinaria y denunciaron un supuesto “atropello” de Haddock al intentar “violar las normas parlamentarias y procesales vigentes con el fin de imponer su propia agenda”.

Agradecido Haddock

Por otro lado, Haddock agradeció a los miembros de la Junta de Gobierno por la “confianza y apoyo” a su trabajo, y se expresó satisfecho en que su evaluación haya sido basada en los resultados de su plan de trabajo para la Universidad de Puerto Rico y méritos.

“Continuaré enfocado en completar el plan de trabajo trazado para la transformación de la Universidad de Puerto Rico, adelantar la digitalización de procesos para ofrecer mayores y mejores servicios a la comunidad universitaria”, destacó.

De igual forma, Haddock, quien en el pasado impartió clases en el sistema universitario, sostuvo que su mayor interés “siempre ha sido poder contribuir a la UPR, mi alma mater, y retribuir su gran aportación a mi formación como individuo y profesional”.