La alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez Altieri aseguró que sus expresiones en cuanto a que los refugiados del campamento base estaban contentos fueron malinterpretadas y se disculpó con aquellos que se ofendieron.

Asimismo, rechazó que su exposición esté ligada a las manifestaciones de la gobernadora Wanda Vázquez Garced quien dijo la semana pasada que los refugiados del suroeste estaban felices.

Al ser confrontada con las críticas producto de sus manifestaciones en un programa radial, Meléndez Altieri, explicó que jamás se burlaría de los refugiados y que hasta ha “dormido en el balcón de su casa” pues también tiene temor de los temblores.

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“Primero que nada, yo no estoy contenta, ¿quién está contento en Puerto Rico con movimientos telúricos en Ponce, Yauco, Guánica y todas esas áreas? Si hay alguien que ha dejado el alma, vida y corazón por esos residentes es esta servidora, lo hice en María hasta enero de 2018, lo he hecho hasta ahora, yo no me he detenido desde el 4 de enero que empecé a trabajar hasta este momento”, afirmó la alcaldesa en conferencia de prensa.

“Están malinterpretando la idea. El que me conoce a mi sabe que yo jamás sería capaz de decir una insensibilidad porque nunca he demostrado insensibilidad como ser humano, jamás. Yo soy madre, soy abuela, yo también fui jefa de familia, tuve que levantar mi familia sola”, confesó con voz entrecortada.

Sin embargo insistió en que los damnificados se sentían más seguros en el campamento base del estadio Francisco “Paquito” Montaner, ya que allí no tenían el temor de que les cayera un techo encima, tenían área de entretenimiento para los niños y que les gustaban las comidas que preparaba la Guardia Nacional.

“Obviamente nosotros hemos sido afectados por los movimientos sísmicos y el viernes, lamentablemente, esas cuatro pulgadas en el Paquito Montaner se inundó. Vamos a explicar, al Paquito no le había pasado eso en años y claro, ellos estaban tranquilos en el área del Paquito Montaner, ¿por qué? Porque no están viviendo bajo techo, se sienten los movimientos y ellos tienen miedo que el techo les vaya a caer encima o una pared”, destacó.

“Entonces, les gusta la comida que la Guardia Nacional les sirve, tienen área de entretenimiento para los niños y ellos también tienen los servicios que ellos solicitan. Yo lo único que estoy buscando es la satisfacción de las personas en el área del base camp. Comparando con la Escuela Vocacional y el base camp, ellos quieren estar en el base camp”, alegó.

La alcaldesa sostuvo que los refugiados no estaban contentos con el menú ofrecido por el Departamento de Educación en la Escuela Vocacional Bernardino Cordero, a donde fueron llevados luego de las inundaciones en el campamento base, porque allá no les sirvieron café ni jugo.