Las organizaciones ambientales de la Alianza Energía Renovable Ahora (AERA) celebraron la salida de José Ortiz como Director Ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica pero, urgieron a que se atiendan ya problemas de fondo de la corporación pública.  

“Aunque nos sentimos satisfechos con la salida de José Ortiz, reconocemos que con esto no se resuelven los problemas de la AEE. El problema de fondo de la autoridad es cómo la han estado administrando en los pasados años, convirtiéndola en una carga económica para Puerto Rico en lugar de ser un instrumento de desarrollo y beneficio al pueblo puertorriqueño. El empeño de José Ortiz de entregar la AEE a una compañía privada, Luma Energy, no va a terminar con su salida porque esto es una política pública del gobierno. La lucha contra la privatización no termina con esta renuncia o despido y tampoco la lucha del pueblo a favor de la energía renovable para Puerto Rico”, manifestó por escrito Timmy Boyle, de la Alianza Comunitaria Ambientalista del Sureste y portavoz de AERA.

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Myrna Conty, de la Coalición de Organizaciones Anti Incineración y portavoz de AERA, indicó que “hacía tiempo tenían que haber despedido a José Ortiz, desde los contratos escandalosos multimillonarios para generadores temporeros que no se necesitaban y por insistir en la transformación de la AEE a plantas de gas metano sin consultar a las comunidades. Estaba pasada la fecha de su despido así que nos alegramos de que al fin se dio.  Estamos muy pendientes ahora a quién van a escoger como su sucesor”.

Ante el hecho de que Ortíz ha sido un propulsor de la privatización de la AEE, Conty planteó que “ya se ha demostrado que la privatización no es la alternativa ni la solución para un sistema energético confiable. Acabamos de vivirlo en los pasados días cuando Ecoeléctrica, una compañía privada, dejó a 500,000 personas sin energía el martes antes de la tormenta Isaías. Y tan reciente como el domingo AES, otra empresa eléctrica privada, dejó a otras 100,000 personas sin luz”.

Sobre Ortiz, Conty aseguró que “es un enemigo de la energía renovable porque no estaba ayudando a cumplir la Ley 17 de 2019. La meta de esta ley que para el 2025 el 40% de la energía en Puerto Rico sea renovable y no se está encaminando a eso. Otra lección de la tormenta es que hubo familias en sitios remotos en el área sur y el área oeste que se quedaron sin electricidad y si hubieran tenido sistemas fotovoltaicos en los techos de sus casas no habrían estado sin luz. Insistimos que la transición a un sistema energético eficiente en Puerto Rico debe ser de energía fotovoltaica en los techos”.

Una de las razones por la que organizaciones que integran AERA están planteando que el contrato con Luma Energy debe ser anulado es precisamente porque no responde a las necesidades de Puerto Rico con el cambio climático. Además, la AEE con Luma  mantiene un sistema arcaico con energías fósiles contaminantes y terminará en aumentos en las tarifas eléctricas para los puertorriqueños.