La senadora independentista María de Lourdes Santiago utilizó este viernes su turno, durante la vista que realiza la Comisión senatorial de Asuntos de Vida y Familia sobre el proyecto que restringiría el derecho al aborto, para denunciar el trato abusivo de la senadora Joanne Rodríguez Veve hacia el secretario de Justicia, Domingo Emanuelli.

De inmediato, Rodríguez Veve invitó a su compañera senadora a “autoevaluarse”.

El roce se dio luego de un intenso interrogatorio hacia Emanuelli, en el que la también presidenta de la Comisión le cuestionó su capacidad para hablar sobre el tema del aborto y le llegó a instruir que se limitara a referirse a los dictámenes judiciales que le había entregado en una carpeta.

Relacionadas

Santiago señaló el trato de Rodríguez Veve hacia el titular como irregular y le señaló a Emanuelli que lamentaba que tuviera que enfrentarse a una situación como esa.

“Durante sus contestaciones, señor secretario, usted ha procurado ser muy cuidadoso sobre el ámbito de sus funciones, y eso yo lo respeto. Le hago el comentario, porque creo que esa es una consideración que debemos tener todos y todas en este espacio”, dijo en primera instancia la legisladora del Partido Independentista Puertorriqueño.

Añadió que “yo fui una de las personas que insistió, una de las voces que insistió en que se llevara a cabo un proceso de vista pública sobre este proyecto, que ya vemos como se han adelantado la posibilidad de que se adopten como mínimo enmiendas, algo que en un momento parecía totalmente innecesario y que por eso el proyecto se consideró de la manera que tanto se ha reprochado. Y, lo que sí sigo lamentando, es la forma en que se está llevando a cabo este procedimiento. Hay unas consideraciones que no son reglamentarias. La prudencia y el abuso no son conceptos reglamentarios, dependen de la conciencia de cada persona”.

Santiago destacó que era la persona con mayor tiempo en la Legislatura que estaba presenta en la vista pública, realizada en el salón Leopoldo Figueroa. Por ello, aludió a que en su largo recorrer político había escuchado posiciones ofensivas e inmorales. Dijo que, aun así, siempre se había permitido que los deponentes pudieran expresar su punto de vista.

Creo que no es mi posición como legisladora ni la de nadie en esta mesa el procurar que los o las testigos ajusten sus testimonios a lo que nosotras queremos decir. Este no es un tribunal donde se hacen ejercicios de rehabilitación de testigos, este es un lugar donde tratamos, reconociendo las diferencias muchas veces irreconciliables que existen entre nosotros y nosotras, donde tratamos de promover un diálogo franco y honesto con la gente con la que coincidimos y con la gente con la que diferimos, y me temo que no es el tono que ha prevalecido de parte de la presidencia de la Comisión, de la señora Rodríguez Veve. No es el tono que ha prevalecido y lo lamento, y confío en que, a pesar de ese intento de dirigir los testimonios o de colocar a las personas que vienen a declarar en una posición confrontacional, las personas que continúen testificando, que lo puedan hacer desde la serenidad que debe prevalecer en este tipo de procedimientos”, manifestó Santiago.

De inmediato, Rodríguez Veve le ripostó.

“Aprovecho las expresiones de la senadora María Lourdes Santiago sobre el manejo de la vista públicas para invitarla a evaluar su participación e intervenciones en vistas públicas pasadas para que haga una autoevaluación de su propia ejecutoria”, manifestó.

Cabe destacar que Santiago no fue la única que tuvo quejas sobre el preceder de Rodríguez Veve con el secretario de Justicia.

La senadora y expresidenta del Colegio de Abogados, Ana Irma Rivera Lassén, le pidió disculpas públicas a Emanuelli por el comportamiento de la presidenta de la Comisión.

Tildó el comportamiento de Rodríguez Veve como un “maltrato”.

“La vista pública fue conducida por parte de la presidenta de una manera irrespetuosa”, sentenció.

Dijo que Rodríguez Veve “puede hacer todas las preguntas que quiera, lo que no puede hacer es faltar el respeto, porque esto no era. Aun cuando se tratara, por ejemplo, de una visita de interpelación, eso se hace con respeto. Y esto no era una vista de interpelación. El reglamento dice que no puede haber careo y eso fue lo único que hizo, un careo con el secretario de Justicia y entendemos que trató de ponerle palabras en la boca al secretario cada vez que el secretario se negaba a decir o repetir lo que ella quería. Le está faltando respeto, porque no lograba lo que ella quería hacer. Y lo digo sin ningún tipo de temor. Me parece que fue una falta de respeto totalmente la manera en que se condujo”, manifestó a preguntas de Primera Hora.

Asimismo, Rivera Lassén afirmó que el comportamiento de su compañera senadora demuestra que no desea escuchar sugerencias ni ningún señalamiento que no respalde sus posturas en contra del aborto.

Por su parte, el senador independiente José Vargas Vidot calificó las acciones de Rodríguez Veve como un trato “irrespetuoso” hacia Emanuelli.

“Una vista pública regular, se ha convertido en una interpelación y las interpelaciones tienen un propósito de sentenciar. Así que yo creo que no fue la mejor forma. Yo me siento avergonzado. ¿Cómo se debe sentir el secretario de Justicia, que no es un santo de mi devoción? Pero, yo creo que nadie debe sentarse ahí y anticipar que va a ser intimidado o intimidada precisamente por lo que se expresa libremente. De hecho, el que haya unos retratos como esos (de un bebé conectado a maquinaria médica en los televisores del salón de audiencias) es una amenaza a la estabilidad emocional de quien depone. En ningún sitio o en ningún parlamento se hace una cosa como ésta. Así que yo creo que el ambiente es provocar un sentido de amenaza y de miedo, de tal manera que la gente al final se tenga que, por algún subterfugio, acoger a la opinión de la presidencia”, argumentó.

Imagen a la que hizo referencia el senador José Vargas Vidot y la que dijo representaba una "amenaza" contra los deponentes.
Imagen a la que hizo referencia el senador José Vargas Vidot y la que dijo representaba una "amenaza" contra los deponentes. (Frances Rosario)