El único sobreviviente de una cena con setas tóxicas en Australia, Ian Wilkinson, dijo este martes durante el juicio que la acusada de envenenar a tres personas con la comida, Erin Patterson, negó la ayuda que sus comensales le ofrecieron en la cocina.

Patterson, acusada de tres delitos de asesinato y de uno por tentativa de asesinato al envenenar con setas a sus exsuegros Gail y Don Patterson, así como a la hermana y cuñado de Gail, Heather y el pastor Wilkinson, se habría negado a que sus invitados la ayudaran a emplatar la comida y se mostró “reacia” a mostrarles su despensa.

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Así lo expresó Wilkinson, el único superviviente de la cena, durante su declaración hoy ante el tribunal de la localidad de Morwell, en el estado de Victoria.

“Tanto Heather como Gail se ofrecieron a ayudar a servir la comida. La oferta fue rechazada y Erin sirvió”, declaró el pastor, y añadió que los invitados comieron en platos grises, mientras Patterson lo hizo en uno de color naranja tostado.

“Noté a Erin muy reacia a que visitáramos su despensa”, añadió Wilkinson en el juicio, que arrancó el 30 de abril y se extenderá cinco semanas, y en el que también ha declarado su exmarido.

La Fiscalía sostiene que Patterson usó setas venenosas en el horneado que sirvió el 29 de julio de 2023 en la localidad de Leongatha, 135 kilómetros al sureste de Melbourne.

La mujer sirvió solomillos Wellington individuales, compuestos por un trozo de carne cubierto de champiñones y envuelto en hojaldre, con puré de patatas y judías verdes.

Patterson, de 50 años, había reunido a los invitados para explicar que padecía cáncer, enfermedad que después se demostró no le había sido diagnosticada, según los argumentos iniciales de la fiscalía.

La acusada insiste en su inocencia y su defensa afirma que las muertes fueron un “terrible accidente”.

Don y Gail Patterson, de 70 años, fallecieron, al igual que Heather Wilkinson, de 66 años, entre el 4 y el 5 de agosto del mismo año tras sentirse gravemente enfermos después de la comida, mientras que Ian Wilkinson logró sobrevivir tras semanas hospitalizado.

La Policía abrió entonces una investigación al sospechar de una “intoxicación alimentaria” que derivó en el arresto y la acusación de Patterson en noviembre de 2023.

Antes del inicio del juicio, la Fiscalía retiró otros tres cargos contra la acusada por intento de asesinato de su exmarido -que estaba invitado a la cena, pero no acudió-, vinculados a supuestos intentos de envenenamiento en años anteriores.

Los informes de toxicología sugieren que las víctimas fueron intoxicadas tras consumir la mortífera ‘amanita phalloides’, también conocida como oronja verde, uno de los hongos más letales.