El informe de autopsia del celador de líneas de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Francisco A. Chevrés Rivera, de 46 años, concluyó que murió por "un severo trauma cervical recibido a raíz del accidente vehicular que este sufrió en la carretera 165", reveló esta noche el Departamento de Justicia.

Asimismo, la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, informó en un parte de prensa que citaron al agente investigador Carlos Ocasio Matos “para la radicación de cargos” en su contra por su proceder en la investigación de los hechos ocurridos el pasado 18 de octubre en Dorado.

Recordemos que luego de un intensos operativos de búsqueda, al cuarto día de reportarse su desaparición, las autoridades localizaron el cuerpo de Chevrés Rivera en estado de descomposición en la compuerta trasera de su propio vehículo el cual había sido ocupado y estaba ubicado en el estacionamiento de la División de Patrullas de Carreteras del área de Bayamón.

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El macabro hallazgo ocurrió luego de que el encargado de custodiar los vehículos ocupados se disponía a sellar la guagua y sintió el fuerte hedor que emanaba del interior.

“La obligación de los funcionarios del estado es el cumplimiento de la ley y los reglamentos de una manera responsable y eso no es negociable ni opcional”, agregó la secretaria de Justicia.

El fiscal Obdulio Meléndez Torra citó al agente adscrito al Cuartel de Patrullas y Carreteras del Negociado de la Policía de Puerto Rico a la Sala de Investigaciones del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón para el próximo 21 de febrero.

“Este lamentable caso fue investigado detalladamente para poder determinar la causa y manera de muerte de Francisco Chevrés García. Hay unos familiares que esperaban respuesta y era esencialmente importante conocer las circunstancias de la muerte para así informarlas… El informe pericial contenido en el reporte de autopsia, luego de los análisis de rigor, revelaron que la muerte del exempleado de la Autoridad de Energía Eléctrica fue causada por un severo trauma cervical recibido a raíz del accidente vehicular que este sufrió en la carretera 165”, sostuvo Vázquez Garced.

El 17 de octubre del año pasado la guagua del fallecido, una Mitsubishi Monter, color oro, del 2005, se vio involucrada en un accidente de tránsito durante la madrugada, tras chocar con un árbol a orillas de la carretera PR-165 a la altura del kilómetro 21.1 en Dorado. En ese momento, ni los policías ni los agentes de tránsito no encontraron a Chevrés Rivera en la escena ni se efectuó un registro minucioso del vehículo.

Su cuerpo fue localizado el 22 de octubre pasadas las 9:00 a.m. cuando el encargado de custodiar los vehículos ocupados se disponía a sellar la guagua y sintió un fuerte hedor. La guagua iba a ser sellada en ese momento, a pesar de que la ocuparon el día del accidente.

Horas antes de su muerte, Chevrés Rivera, estuvo compartiendo con familiares y otras amistades en un negocio en Guaynabo.

Sus familiares se fueron del negocio pasadas las 11:00 p.m., pero él, que era conocido del lugar, se quedó hasta eso de las 2:30 a.m., según el testimonio de los cantineros.

Posteriormente, a eso de las 4:00 a.m. los patrulleros llegaron a la escena tras ser notificados sobre un accidente de tránsito por una pareja que llamó a las autoridades ya que a eso de las 3:00 a.m. mientras transitaba por el sector playero observó la guagua encendida chocada y botando lo que describieron como humo. Se acercaron para brindar ayuda y como nadie les respondió, por temor, salieron del lugar.

La División de Patrullas de Carreteras de Bayamón inició las gestiones de comunicarse con el dueño registral de la guagua y logró hablar con su hermana quienes le indicaron que no sabían dónde estaba y en ese momento comenzó la angustia de su familia por encontrarlo.

En el interior de la guagua se ocupó dinero, todas sus pertenencias y su teléfono celular que estaba desconectado, lo que les impide saber si se comunicó con alguien en el trayecto. 

La credibilidad de la investigación realizada por el Negociado de la Policía ha quedado en entredicho por su negligencia manteniéndose durante meses la interrogante sobre la causa y manera de su muerte y si falleció al instante o su vida pudo haberse salvado si hubiese sido encontrado a tiempo.

Las autoridades llevan a cabo dos investigaciones sobre el insólito caso que ha indignado al país: la criminal es realizada por el fiscal Josué Padilla en conjunto con la División de Homicidios de Bayamón y otra para establecer si hubo negligencia en el desempeño de los agentes y oficiales que la dirige la superintendencia auxiliar de Responsabilidad Profesional del Negociado de la Policía (SARP).