La jueza Keila M. Díaz Morales, de la Sala de Investigaciones de Bayamón determinó hoy causa para juicio contra el agente que investigó el caso de la muerte del celador Francisco A. Chevrés Rivera quien apareció en la parte posterior de su guagua cuatro días después de su desaparición.

El agente Carlos Ocasio Matos, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras de Bayamón, enfrentará juicio por un cargo menos grave de violación al artículo 263 del Código Penal ya que su alegada negligencia ocasionó que el gobierno gastara $2,200 en su búsqueda a pesar de que el cadáver del empleado de la AEE, de 46 años, estaba dentro de su guagua accidentada.

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El Ministerio Público sometió el caso con 15 declaraciones juradas.

El artículo dispone que: Todo funcionario o empleado público que obstinadamente descuide cumplir las obligaciones de su cargo o empleo y como consecuencia de tal descuido se ocasione pérdida de fondos públicos o daño a la propiedad pública, incurrirá en delito menos grave. Si el valor de la pérdida de los fondos públicos o el daño a la propiedad pública sobrepasa de diez mil (10,000) dólares, será sancionado con pena de reclusión por un término fijo de tres (3) años. El tribunal también podrá imponer la pena de restitución.

Luego de intensos operativos de búsqueda, al cuarto día de reportarse su desaparición, se localizó el cadáver de Chevrés Rivera en estado de descomposición en la compuerta trasera de su propio vehículo el cual había sido ocupado y ubicado en el estacionamiento de la División de Patrullas de Carreteras del área de Bayamón. El macabro hallazgo ocurrió luego de que el encargado de custodiar los vehículos ocupados cuando se disponía a sellar la guagua y sintió el fuerte hedor que emanaba del interior.

El 17 de octubre del año pasado su guagua Mitsubishi Montero, color oro, del 2005, se vio involucrada en un accidente de tránsito durante la madrugada, tras chocar con un árbol a orillas de la carretera PR-165 a la altura del kilómetro 21.1 en Dorado. En ese momento ni los policías ni los agentes de tránsito no lo encontraron en la escena ni se efectuó un registro minucioso del vehículo.

El informe de la autopsia realizada por la patóloga Eda Rodríguez reveló que la muerte del conductor fue causada por un severo trauma cervical recibido a raíz del accidente vehicular.

Su defensa, encabezada por el licenciado Luis E. Cabán de la Corporación Organizada de Policías (COPS), de la que es socio, se ha sostenido en que este es un asunto más administrativo que criminal.