El sargento Luis R. Aponte García, quien resultó herido de bala junto al agente Radamés Miranda Pérez el martes durante un enfrentamiento con un trío de delincuentes en Mayagüez, fue dado de alta anoche del Centro Médico de Puerto Rico, en Río Piedras.

La información fue confirmada por el comandante Wilson Lebrón, director del Negociado de Drogas, Narcóticos, Control del Vicio y Armas Ilegales, quien no sale de su asombro ya que este se encontraba hospitalizado en la unidad de intensivo desde que lo transportaron el martes.

“Fue dado de alta anoche, está convaleciendo junto a su familia. Es algo atípico porque estaba en intensivo y la recuperación fue tan repentina que para el que tiene fe, es un milagro. Ver su recuperación así avivó mi fe de que Dios los cuidó desde el principio. Ambos sobrevivieron a ese evento, su carro quedó con múltiples impactos de bala de diferentes calibres. Nosotros y su familia lo celebramos”, reflexionó Lebrón.

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El sargento con 33 años de servicio en la agencia, continuará en reposo bajo tratamiento médico.

El comandante entiende que su fe, sus ganas de vivir al estar en peligro de muerte y los chalecos antibalas, contribuyeron en su recuperación.

El agente Miranda Pérez fue sometido a una cirugía. Este mantuvo el ánimo del sargento durante la experiencia vivida, a pesar de que era él quien se estaba desangrando más. Miranda Pérez continuará por un tiempo adicional recluido para recibir los tratamientos recomendados.

La cadena de eventos comenzó a las 11:34 a.m. del martes, cuando se reportó una balacera en el residencial Franklin D. Roosevelt, en Mayagüez. A este llamado de alerta respondieron Miranda Pérez y Aponte García, topándose con un vehículo Hyundai Tucson, color negro, en el que viajaban varios hombres armados con rifles, a quienes les dieron la señal del alto la cual ignoraron, iniciándose una persecución.

La misma culminó en el kilómetro 0.8 de la carretera PR-349 del sector La Chorra de ese municipio, donde los gatilleros se bajaron y abrieron fuego contra el vehículo confidencial marca Toyota Corolla blanco, el cual presentaba todo el cristal delantero cubierto con orificios de balas.

Los sospechosos trataron de ocultarse en la urbanización Villa Sol en Mayagüez, donde Pablo Pérez Lugo, de 21 años y residente en Añasco, y Joshue R. Ortiz García, de 25 años y de Hormigueros, fueron arrestados y se ocuparon armas de fuego. También se incautó el vehículo que abandonaron.

Mientras tanto, un automóvil marca Nissan Sentra, color negro, que salió del residencial hacia el Centro Médico en Mayagüez, fue detenido por la Unidad Motorizada de la División de Patrullas de Carreteras antes de entrar al hospital y se ocupó una pistola Glock calibre 9 milímetros, cargada con 11 balas. En el vehículo era transportado por dos hombres Jason A. Santiago Rivera, de 36 años y quien murió mientras recibía asistencia médica.

Tras una intensa búsqueda, Valentín Díaz alias “Monstruo”, de 22 años y vecino del residencial Mar y Sol en Mayagüez, se entregó a las autoridades en la oficina de un abogado por la mediación de su padre.

El trío se encuentra encarcelado al no prestar una fianza global de $20.5 millones, luego de que la jueza María del Pilar Vázquez, del Tribunal de Primera Instancia de Mayagüez, determinara causa para arresto en los 35 cargos radicados por asesinato en primer grado, tentativa de asesinato, violaciones a la Ley de Armas, destrucción de pruebas y conspiración, atentados o amenazas contra funcionarios del sistema de justicia.