El objeto cuadrado envuelto en papel de estraza que llevó la defensa de Pablo Casellas Toro a la sala 706 del Tribunal de Bayamón, ayer por la mañana, provocó curiosidad y propició una serie de conjeturas entre los presentes sobre su contenido.




Pablo Casellas Toro está acusado por el asesinato de su esposa Carmen Paredes Cintrón.


¿Sería un cuadro, una foto, un diagrama?

El abogado Francisco Rebollo Casalduc lo colocó pegado a la pared, detrás del acusado, e hizo un amague de buscarlo cuando las partes discutían en el estrado las instrucciones al jurado. Pero su colega Arturo Negrón García le hizo señas para que lo dejara allí.

En ese momento, se escuchó al fiscal Sergio Rubio Paredes decirle al juez José Ramírez Lluch que le anticipaba una objeción respecto al objeto, ya que no era una pieza de evidencia admitida y entendía que la defensa no podía usarlo en su informe final ante el jurado.

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Sin embargo, en un receso se removió el papel de estraza y quedaron al descubierto cuatro paneles de espuma rígida, todas con textos escritos.

En el turno de Harry Padilla se descubrió qué contenían: la transcripción de parte del testimonio del paciente de metadona Luis Guzmán Hernández y la relación de horas de los disparos escuchados por los vecinos de Casellas la mañana en que mataron a Carmen Paredes Cintrón.

Padilla se apoyó en los textos para puntualizar que la diferencia en las horas favorecía a su cliente porque lo sacaba de la escena del crimen y, además, para minar la credibilidad de Guzmán Hernández. Este testigo declaró haber visto cuando un hombre de tez blanca lanzó un objeto desde un Mercedes Benz gris claro, que resultó ser el arma homicida, en la acera de la avenida Santa Ana entre las 9 y 10 de la mañana del 14 de julio de 2012, día en que asesinaron a Paredes Cintrón.