La jueza Janette Perea López, del Tribunal de Bayamón, encontró hoy, miércoles, causa para juicio contra el enfermero Humberto Borrego Rivera por tres cargos de corrupción de menores en relación a un incidente ocurrido en marzo pasado en el balneario Punta Salinas, en Toa Baja, y que involucra a cinco estudiantes de una escuela intermedia.

Perea López no encontró causa para juicio contra Borrego Rivera por otros dos cargos de corrupción de menores y por dos cargos de agresión sexual técnica por supuestamente sostener relaciones sexuales con una menor de 16 años.

La vista de lectura de acusación quedó programada para el 10 de junio y el juicio para el 5 agosto.

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Perea López tampoco encontró causa para juicio contra José Francisco Grajales Vélez, de 23 años, por un cargo de agresión sexual por supuestamente sostener relaciones sexuales con una menor de edad.

Los licenciados Paulette Lartigaut Benítez e Iván Correa Muñiz representaron a Grajales Vélez. 

Durante el último día de la vista preliminar que se siguió contra el dúo, el Ministerio Público, representado por las fiscales Ginny Andreu Rosario y Marysela Santiago Echevarría, sentó a declarar a dos menores que participaron en la excursión o "fuga".

Una joven, de 17 años, explicó que el 4 de marzo pasado planificaron no asistir a clases para irse de "jangueo". 

"Las nenas se querían ir de fuga y me preguntaron si tenía un amigo que nos llevara. Yo les dije que sí, pero que era una persona mayor", apuntó la muchacha.

"Yo llamé a Humberto y le dije que unas amigas mías y yo nos queríamos ir de fuga, que si nos podía llevar a la playa. Él dice que no quería problemas", agregó.

Según la testigo el imputado las recogió en un restaurante de comida rápida y luego a petición de ellas llamó a un amigo para que se uniera al grupo.

"Nos fuimos normal por el camino cantando, (Otra menor) le preguntó a Humberto si tenía cigarrillos. Él no sabía que éramos menores de edad. Sólo sabía nuestros nombres", contó a preguntas de la fiscal Andreu Rosario.

Apuntó que Borrego Rivera, de 30 años, se detuvo en un supermercado a comprar sangría y una bolsa de papas, a petición suya y de sus amigas.

"Le dijeron a Humberto que quería beber para vacilar", afirmó.

En la playa, la testigo indicó que bebieron sangría, bailaron y que ingirieron unas pastillas que había en un bulto, que no sabía a quién pertenecía. La joven también le practicó sexo oral Borrego Rivera.

Relató que en un momento Borrego Rivera se perdió con otra muchacha y que sintió celos porque había sido novia del hombre. Luego la pareja apareció y junto a los otros bailaron un baile que se llama el "doble paso".

"Las nenas de camino me dicen que cuando yo bailaba con José, Humberto tenía relaciones sexuales con (otra menor). Pero yo no vi. Yo vi que tenía el panty abajo, pero no vi si la estaba penetrando", apuntó.

En el contrainterrogatorio, el licenciado José Valle Brenes dirigió sus preguntas a establecer que Borrego Rivera no conocía a las muchachas y que las llevó a la playa a petición de la testigo.

La testigo también apuntó que las menores consumieron bebidas y que fumaron por decisión propia y no porque las obligaron.

Además, afirmó que nadie fue engañado.

Previamente declaró una menor, de 14 años, que ofreció detalles de la planificación de la fuga y sobre la ingesta de sangría.

Esa menor aseguró que no recordó lo ocurrido en la playa ese 4 de marzo porque estaba bajo la influencia de una droga.

"No recuerdo. Yo me recuerdo haberme despertado en el hospital", apuntó.

La fiscal Andreu Rosario trató sin éxito de confrontar a la testigo con su declaración jurada y de declararla testigo hostil, pero la menor insistió en que no recordaba lo ocurrido ese día.

Otro imputado, el contable independiente Joel González Matos renunció a la vista preliminar. El juicio está pautado para el 22 de junio.

El hombre, de 31 años, encara un cargo de corrupción de menores y cuatro tentativas de corrupción de menores. Está representado por los abogados Alexis Acevedo Colón y Luis O. Rodríguez Rosario.