Un gran jurado federal emitió hoy, jueves, una acusación formal contra Félix Verdejo Sánchez y Luis Antonio Cádiz Martínez por actos que llevaron al asesinato de Keishla Rodríguez Ortiz, anunció el fiscal federal W. Stephen Muldrow.

Verdejo Sánchez y Cádiz Martínez enfrentan un cargo por robo de auto con resultado de muerte; un cargo de secuestro con resultado de muerte; y un cargo por matar a un niño por nacer.

Además, el boxeador puertorriqueño enfrenta un cargo por usar y portar un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia.

La acusación incluye un aviso de hallazgos especiales sobre hechos y factores relevantes que hacen que el caso sea elegible para la pena de muerte.

Relacionadas

Estos son: que cada imputado mató intencionalmente a la víctima (Keishla Rodríguez Ortiz); que cada acusado cometió el delito de una manera especialmente atroz, cruel o depravada, ya que implicó un abuso físico grave a la víctima; y que cada acusado cometió el delito después de una planificación y premeditación sustanciales para causar la muerte de la víctima.

Además, que Verdejo Sánchez consiguió la comisión del delito mediante el pago o promesa de pago de cualquier cosa de valor pecuniario y que Cádiz Martínez cometió el delito como contraprestación por el recibo, o en espera del recibo, de algo de valor pecuniario.

El caso está siendo procesado por el fiscal federal Jonathan Gottfried, jefe de la Sección de Crímenes Violentos y Seguridad Nacional de la Fiscalía federal, y la fiscal federal Jeanette Collazo.

Las penas legales por violaciones de los estatutos de secuestro y robo de vehículos incluyen cadena perpetua o pena de muerte. Mientras, incluye cadena perpetua el asesinato intencional de un niño por nacer.

Verdejo Sánchez también enfrenta una sentencia de cadena perpetua por la violación de arma de fuego, la cual debe imponerse consecutivamente a cualquier otro delito relacionado con la condena.

“Keishla Rodríguez Ortiz fue separada de una familia que la amaba. A ella ya su hijo se les negó el derecho más fundamental a la vida, y la alegría de saber cómo pudo haber sido esa vida”, dijo Muldrow en declaraciones escritas a la prensa.

“Esperamos que este proceso brinde algo de consuelo a la familia de Keishla. Este caso también subraya el mensaje de cooperación con las fuerzas del orden público que he estado repitiendo a la comunidad: si tiene conocimiento de actividad delictiva, incluso si participa en esa actividad, haga lo correcto y preséntese ante las autoridades. Los fiscales y los organismos encargados de hacer cumplir la ley que han trabajado incansablemente y que continúan ayudando en la investigación en curso de este caso, son dignos de elogio”, añadió.

¿Qué reveló la autopsia?

La autopsia realizada por la patóloga Rosa Rodríguez en el Instituto de Ciencias Forenses al cuerpo de Keishla, de 27 años y quien tenía un mes de embarazo, reveló que su muerte fue por asfixia por inmersión, confirmaron a Primera Hora varias fuentes allegadas a la investigación.

El examen toxicológico detectó en su sangre rastros de fentanilo y heroína, mientras que el cuerpo tenía fracturas en el rostro, entre ellas, en la mandíbula.

Estas revelaciones serían compatibles con la información ofrecida por un testigo, con conocimiento de lo ocurrido, que se encuentra cooperando con el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).

El cadáver de Keishla, que estaba atado con cables y tenía bloques, fue lanzado durante la mañana de su desaparición, el jueves de la semana pasada, desde el Puente Teodoro Moscoso hacia la laguna San José, luego de que se le inyectara la droga. Los hallazgos de la pesquisa sugieren que estaba aún con vida.

De acuerdo con la investigación el 27 de abril, Verdejo Sánchez contactó al ahora testigo de la fiscalía federal para pedirle ayuda para terminar el embarazo de la joven, quien le había notificado que había arrojado resultados positivos en la prueba.

Dos días después, el 29 de abril, acordó reunirse con la víctima en su apartamento del residencial Villa Esperanza, en Cupey.

Verdejo Sánchez y el testigo llegaron al encuentro en la guagua Dodge Durango, mientras que Keishla arribó en su vehículo Kia Forte.

La joven abordó la guagua de Verdejo Sánchez donde, se alega, el boxeador le propinó un puño en el rostro y le inyectó una sustancia que compró en un punto de venta de drogas del residencial Luis Llorens Torres, en Santurce.

Con la ayuda de la otra persona, le ataron las manos y los tobillos con un alambre, colocándole un bloque.

El testigo y participante manejó el vehículo de Keishla, mientras se dirigieron al puente Teodoro Moscoso donde dieron varias vueltas hasta que dispusieron de la joven al lanzarla a la laguna San José y se alegó que Verdejo le disparó a la víctima desde el puente. El casquillo fue levantado por el ICF.

Después se dispuso del vehículo de la víctima en un solar del sector Pueblo Indio del barrio La Central en Canóvanas, el cual fue recuperado media mañana del viernes pasado.